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Toros

El Cid, premio para un adiós

Se llevó la única oreja de una buena corrida de El Pilar

El Cid paseó el único trofeo de la tarde
El Cid paseó el único trofeo de la tardelarazon

Se llevó la única oreja de una buena corrida de El Pilar.

Tras dos días dedicados a los nuevos valores -de los que hay que destacar al valenciano Miguel Polope, al albaceteño Alejandro Peñaranda y los locales Jorge Rivera y El Ceci-, la feria volvió a las corridas con un encierro de El Pilar, muy desigual de hechuras pero de notable juego.

Se despidió El Cid de esta plaza y de su afición, que le hizo saludar tras romperse el paseíllo. Algo que ya no pudo hacer tras consumir su primer turno de actuación ante un toro alto y un tanto destartalado que empujó hasta derribar al caballo y que luego, si bien algo rebrincado y con un punto de gazaponería, embistió repetidor e incansable, sin un mal gesto y con una extraordinaria fijeza en la muleta del torero sevillano, que completó una faena muy larga que no llegó a prender en el tendido. Con el bravo cuarto, “Sonajerillo”, número 78, al que se dio muy mala lidia en los primeros tercios y fue siempre hacia arriba, creciéndose y exigiendo mucho mando y pocas dudas, anduvo serio y entonado con la derecha pero no llegó al mismo nivel al torear al natural, aunque se le procuró una oreja pese a que el estoque cayó bajo.

Se pidió con fuerza la oreja para Román tras matar a su primero. Toro con mucho que torear y al que el valenciano, que se presentaba en esta plaza, encauzó sus acometidas y templó con mando sus embestidas, sobre todo por el pitón derecho. Al natural costó más pero acabó apurándole. No habiendo estado de más ese trofeo que se le pidió.

Volvió a dar distancia y mucho sitio al buen sexto, al que toreó con temple y suficiencia, llevando lejos el viaje del toro y vaciando atrás el muletazo. Al natural bajó el ritmo y la concentración, yendo su labor a menos.

El segundo fue manso de libro. Huyó a coces de los picadores y cortó con mucho sentido en banderillas, dando un feo revolcón a un profesional tan experimentado como Jesús Arruga. Tampoco quiso saber nada de la muleta de López Simón, que le persiguió por el ruedo hasta fijarlo en los medios, pero sin que su oponente acabase de encelarse a pesar de la insistencia y la mucha coba que le dio su matador.

Se lució al veroniquear al quinto, otro cinqueño que romaneó en el peto y apretó hacia adentro en banderillas.

Pese a que se le ahorró castigo en varas, pronto se quedó corto y comenzó a pararse, insistiendo mucho el de Barajas pero sin lograr sacar apenas nada en claro. Aunque, de haber matado a la primera, se le hubiese pedido la oreja en premio a su machaconería y tozudez en busca del triunfo.

FICHA DEL FESTEJO:

Castellón, 28 de marzo. Tercera de abono. Toros de El Pilar, desiguales de presencia pero de buen juego en conjunto, destacando el cuarto.Media entrada.

El Cid de tabaco y oro, estocada y descabello (silencio); entera, aviso (oreja).

López Simón de esmeralda y oro, entera y descabello (silencio); pinchazo y estocada (ovación).

Román de blanco y plata, pinchazo y estocada (ovación con aviso); media, aviso (silencio).

De las cuadrillas destacaron Vicente Osuna e Iván García.