
Salud
Cambios al caminar: la señal temprana de demencia que no debes pasar por alto, según expertos
La demencia suele asociarse con la pérdida de memoria o la desorientación. Sin embargo, los especialistas advierten que un cambio sutil en la forma de caminar podría ser una de las primeras pistas de esta enfermedad

La demencia es un trastorno neurodegenerativo que afecta progresivamente la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), afecta a más de 55 millones de personas en todo el mundo, y se espera que esta cifra siga aumentando en las próximas décadas.
Aunque los síntomas más conocidos suelen ser los problemas cognitivos o la pérdida de memoria, nuevas investigaciones indican que el cuerpo podría enviar señales antes de que estas dificultades se hagan evidentes. Entre ellas, los cambios al caminar destacan como una posible alerta temprana.
Cambios sutiles en la marcha: una posible señal de alarma

Un estudio realizado por el University College London (UCL) en 2023 reveló que ciertas dificultades para caminar podrían estar relacionadas con las primeras fases del Alzheimer, el tipo más común de demencia. Los investigadores observaron que errores al girar o perder el sentido de la orientación al desplazarse podrían indicar alteraciones en las áreas cerebrales responsables de la navegación espacial.
"La forma en la que una persona camina puede ser un reflejo directo de su salud cerebral", explicaron los expertos y agregan: "Las dificultades para ajustar la dirección o para juzgar distancias podrían ser señales sutiles de un deterioro cognitivo incipiente." Este fenómeno se conoce como alteración en la integración del camino, y está vinculado a las regiones del cerebro que procesan la percepción espacial, esenciales para planificar movimientos y orientarse en el entorno.

Más allá de los giros o la orientación, aseguran que la velocidad al caminar también es un factor revelador. Caminar más lento combinado con un deterioro en la memoria se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar demencia en los años siguientes. Este patrón es conocido como declive dual. "Una velocidad de marcha reducida, sumada a dificultades cognitivas leves, puede multiplicar por seis el riesgo de padecer demencia", según los especialistas. Por esta razón, monitorear la manera de caminar, especialmente en personas mayores, puede ofrecer información valiosa para una detección precoz.
Cuándo consultar a un especialista
No todos los cambios en la forma de caminar son motivo de alarma. El envejecimiento natural, problemas musculares o lesiones también pueden influir. Sin embargo, los expertos recomiendan acudir al médico si se observan:
Dificultad repentina para girar o cambiar de dirección
Sensación de desorientación al caminar en lugares conocidos
Pérdida de equilibrio sin causa aparente
Disminución notable de la velocidad al caminar
La evaluación temprana puede ayudar a determinar si estos cambios están relacionados con un deterioro cognitivo inicial o con otras condiciones tratables. "La intervención en fases iniciales puede ralentizar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida del paciente", concluyen desde el University College London.
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