Viajes
Sobrevolar Capadocia
Desde las alturas todo adquiere una nueva perspectiva en este sorprendente paisaje: si volar en globo es ya una experiencia única, mucho más en este rincón de Turquía
Desde las alturas todo adquiere una nueva perspectiva en este sorprendente paisaje: si volar en globo es ya una experiencia única, mucho más en este rincón de Turquía
Hay ocasiones en las que te planteas realizar una escapada a algún lugar más o menos cercano, pero exótico. Para éste, elegí un sitio que formaba parte de mi larga «wish list»: Capadocia. Este destino te regala unos paisajes espectaculares y una sinfonía de colores naturales, así como grandes sorpresas culturales y una experiencia irrepetible: el vuelo en globo. Esta región se encuentra en una de las 17 áreas en las que está dividida Turquía: Anatolia Central. Su nombre significa «tierra de los caballos bellos» y su paisaje se creó hace 30 millones de años, cuando las erupciones volcánicas llenaron de cenizas toda la región.
La escapada supone un pequeño esfuerzo, pues requiere hacer escala en Estambul, aunque merece totalmente la pena.
El recorrido comienza en el museo al aire libre de Göreme, que fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985 y cuenta con la mayor concentración de capillas excavadas en roca del siglo IX de toda la región. En muchas de ellas aún se conservan bonitos frescos bizantinos que representan escenas bíblicas (en especial, de la vida de Jesucristo) de los siglos XI y XII.
Hay que pagar un pequeño suplemento por visitar la Iglesia Oscura (Karanlik), pero su descubrimiento resulta imprecindible. Como también lo es el de la Iglesia Tokali, donde existe un precioso fresco del siglo IX. La ruta prosigue por la ciudad subterránea de Kaymakli, construida para protegerse de los invasores. Dicen que hay casi un centenar de urbes bajo tierra, de las cuales se han explorado 37. Al parecer, empezaron a descubrirse en 1963, cuando un hombre derribó una pared y localizó una habitación secreta que comunicaba con ella.
En el valle de Pasabag, también conocido como «del Monje», se disfruta de las Chimeneas de Hadas. Cerca de ellas, hay un mirador con unas vistas espectaculares y en el que teníamos la sensación de estar sobre un mar de sal. El Valle de Devrent, también conocido como «de la Imaginación», el objetivo está claro: descubrir distinas formas de animales. Mientras tanto, los estremecedores paisajes no terminan y el Valle de la Paloma y el Valle Rosado se siguen abriendo camino. De hecho, los atardeceres en cada uno de ellos resultan maravillosos. Es imprescindible terminar el día relajándose en el Valle Rojo.
No obstante, para ver amanecer en globo hay que hacer un pequeño esfuerzo: madrugar. No hay palabras para describir la experiencia de sobrevolar Capadocia rodeados de decenas de aerostatos de colores. Éstos son bastante grandes. Hay cuatro compartimentos cuadrados en los que caben hasta cinco personas y uno pequeño en el centro para el conductor. Al tener unas dimensiones así, aseguran la mayor estabilidad posible. Aunque pueda impresionar, realizar esta actividad supone una sensación muy placentera ya que se desplaza de forma muy suave.
A baja altura se pueden distinguir formaciones geológicas horadadas, verdaderos rascacielos naturales en los que los habitantes de la región habitaron durante siglos. Durante la mayor parte del trayecto la atención se centra en las puras formas de las rocas. Se pasa muy cerca de ellas, ya que las condiciones climáticas son tan favorables que los pilotos pueden manejar los globos con una precisión impensable en otros lugares. Si su alojamiento se encuentra en Göreme o en Uchisar, desde las terrazas de los hoteles existen unas vistas esenciales para cualquier viajero. En ese sentido, primavera y otoño son las mejores épocas para realizar este viaje. Dos días son más que suficientes, pero si va más, hay más actividades, como rutas de senderismo que harán las delicias de los más aventureros.
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