El paro baja de los cuatro millones por primera vez desde 2008

El número de desempleados disminuyó en 340.700 personas durante el segundo trimestre del año, hasta los 3.914.300, de forma que baja de los 4 millones de parados por primera vez desde 2008.

Casi a golpe de récord trimestral, el mercado laboral español va saliendo del oscuro pozo en el que lo sumió la recesión que recorrió el mundo desde 2007 hasta hace bien poco. En el segundo trimestre del año, el desempleo bajó de la cota psicológica de los cuatro millones por primera vez desde el último trimestre de 2008. Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) que hizo pública ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de parados se situó a finales de junio en 3.914.000 después de experimentar una caída de 340.700 personas, la mayor registrada nunca en un trimestre desde que se publica el sondeo. En el conjunto del año, el número de parados se redujo en 660.000. Desde que tocó máximos en el primer trimestre de 2013, con 6,27 millones, el desempleo se ha reducido en 2,36 millones, lo que supone un retroceso del 37,6%. La tasa de paro se reduce con estos números hasta el 17,2%, la más baja desde principios de 2009 y casi tres puntos inferior a la de hace un año.

Ocupación

Si el paro se ha reducido de forma excepcional en el periodo analizado, el avance de la ocupación no ha sido de menor enjundia. El empleo aumentó entre abril y junio en 375.000 ocupados y en 512.300 en el conjunto del año, lo que, según el Ministerio de Economía, supone una aceleración en la tasa anual de más de medio punto, hasta el 2,8%. Con el avance, el empleo se eleva hasta los 18,81 millones, la mayor cifra desde 2010, lo que implica que de los más de 3,5 millones de puestos de trabajo perdidos durante la crisis, ya se han recuperado 1,86 millones. La previsión del Gobierno es que para 2019 el número de ocupados supere los 20 millones, como recordó ayer Economía.

La celebración de la Semana Santa en abril actuó en el segundo trimestre como factor dinamizador del mercado laboral. En un país muy dependiente del turismo, ocurre que los trimestres en los que hay periodos vacacionales el sector servicios tira con fuerza del empleo. Como muestra, aunque el desempleo se redujo en todos los sectores, en el que más lo hizo fue en el servicios, con 144.000 parados menos. La actividad también creció con fuerza en este segmento, con 244.100 ocupados más. Sólo cayó en agricultura, con 15.200 ocupados menos, si bien en tasa interanual ha crecido en 72.400 parados.

El talón de Aquiles de esta mejora de la actividad sigue siendo la temporalidad, que sigue ganando terreno. Los contratos indefinidos aumentaron en el segundo trimestre en 93.600, mientras que los temporales avanzaron en 255.900, con lo que la tasa de temporalidad sube más de un punto, hasta el 26,81%. En los últimos doce meses, la diferencia entre ambos tipos de contratación es más estrecha: el número de asalariados con contrato indefinido ha aumentado en 202.800 personas, mientras que los que tienen un trabajo temporal han subido en 299.700. Luis de Guindos reconoció que la temporalidad es una de las cuestiones que el Gobierno tiene que abordar.

Jóvenes y larga duración

La reducción del paro se dejó sentir en tres de los segmentos sociales más castigados del mercado laboral, los jóvenes, los mayores de 55 años y los parados de larga duración. En el caso de los jóvenes, la mejora fue, no obstante, bastante modesta. El número de menores de 25 años sin empleo bajó en 8.000 personas entre abril y junio, un 1,3%, lo que deja su cifra total en 583.800. Si bien la tasa de paro juvenil se ha reducido en casi siete puntos porcentuales en el último año, todavía sigue siendo del 39,5%. Entre los mayores de 55 años, el desempleo se redujo en 17.900 personas. El número de parados de larga duración se redujo en 142.900 personas en el segundo trimestre del ejercicio, un 7,6% respecto al trimestre anterior, hasta situarse en 1.728.000 personas. En el último año, los parados de larga duración han descendido en 426.100 personas (-19,8%).

Por comunidades autónomas, el desempleo bajó en quince más Ceuta, se mantuvo estable en Cantabria y sólo subió en Navarra, con 1.500 desempleados más (+4,7%), y Melilla, con 700 parados más (+6,7%). Los mayores descensos trimestrales del desempleo en valores absolutos se dieron en Cataluña, que restó 79.200 desempleados (-13,7%); Andalucía (-72.200 desempleados, -6,7%); Madrid (-38.900 parados, -8,2%); Comunidad Valenciana (-27.500 desempleados, -5,7%), y Baleares (-26.600 parados, -26,9%). Según el INE, Navarra tiene la tasa de desempleo más baja de España, con un 10,55%, seguida de La Rioja (10,92%) y País Vasco (11,2%). Por el contrario, las tasas más elevadas se encuentran en Melilla (30,2%), Extremadura (25,7%), Andalucía (25,2%) y Canarias (24,3%).

La mejora del mercado laboral se está dejando sentir en la situación de los hogares. Aquellos que tienen a todos sus miembros activos en paro disminuyen este trimestre en 117.100, hasta los 1,27 millones, la cifra más baja desde el cuarto trimestre de 2009. La de aquellos hogares en los que todos sus miembros activos están ocupados aumenta en 269.200, hasta los 10,01 millones.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, consideró que estos datos del mercado laboral son «muy positivos» y añadió que, desde el punto de vista personal, le provocan «satisfacción», teniendo en cuenta la situación que reflejaban hace cinco años. Estas cifras contrastan con los datos de 2012, cuando el desempleo aumentaba a un ritmo de 800.000 personas y había «una profunda recesión, la segunda de la crisis».

Patronal y sindicatos

La patronal (CEOE) valoró la «tendencia positiva» de estos datos, pero solicitó medidas que apoyen a la empresa en la recuperación y adecuar los costes laborales para evitar cargas que obstaculicen la creación de empleo.

El contrapunto al Gobierno y a los empresarios lo pusieron los sindicatos. UGT y Comisiones Obreras llamaron la atención ante la temporalidad, baja calidad y bajos salarios del empleo creado y añadieron que están relacionados con la estacionalidad, la precariedad laboral y la pérdida de población activa.