Investigación científica

«Los nuevos fármacos de la inmunoterapia son aire fresco»

Entrevista a Joaquim Bellmunt, director del Blader Cancer Center del Dana Farber Cancer Institute de Harvard Medical School y profesor asociado de Harvard

Joaquim Bellmunt
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Entrevista a Joaquim Bellmunt, director del Blader Cancer Center del Dana Farber Cancer Institute de Harvard Medical School y profesor asociado de Harvard.

-En los últimos años se ha potenciado la investigación en el ámbito oncológico. ¿Esto se ha traducido en avances?

–Tuvimos como un parón después del descubrimiento de las dianas terapéuticas, pero ahora hay un resurgir gracias a la inmunoterapia, que ha cambiado la expectativa de tratamientos y planificación futura de los ensayos clínicos de pacientes con cáncer. Tenemos la quimioterapia, las dianas terapéuticas y ahora los nuevos fármacos de la inmunoterapia son aire fresco.

–Entonces, ¿la inmunoterapia es la principal apuesta de futuro?

–Absolutamente. La inmunoterapia es el ataque a los puntos de control del sistema inmune, que se sabe que están bloqueados en la relación del individuo con el cáncer y estos medicamentos lo que hacen es desbloquear estos frenos que el tumor ha creado para que las células de inmunidad no ataquen al tumor.

–¿Y se ha mostrado ya eficiente?

–Se ha probado ya sobre todo en melanoma, incluso la combinación de dos inmunoterápicos, pero también está probado en segunda línea de cáncer de pulmón y en segunda línea en cáncer de riñón. Así, hay en tres indicaciones que a día de hoy ya los estamos utilizando.

–¿Cómo mejora los resultados la inmunoterapia?

–La inmunoterapia no es que sea la solución para todos los pacientes, aunque sí se ha visto que una proporción de los pacientes que reciben este tratamiento responden y aquellas respuestas son de mucha mejor calidad que lo que obtienes con la mejor de las quimioterapias. No es que sean fármacos curativos pero sí que se ha demostrado la prolongación de la supervivencia en algunos casos.

–Si no es eficaz para todos los pacientes, ¿para qué tipo de pacientes está indicada?

–La mayor parte de la investigación en estos momentos se focaliza en ensayos en los que intentamos tener biopsias antes de empezar el tratamiento y biopsias del momento en que el paciente deja de responder al tratamiento para saber qué es lo que ha pasando en el entorno del tumor para que la inmunoterapia falle.

–Recientemente la revista Nature Medicine ha publicado un estudio del que usted ha sido coautor. ¿En qué consiste este estudio y qué avance plantea?

–Es una nueva forma de analizar el genoma humano. Nosotros sabemos que nuestro material genético está en lo que llamamos DNA y que esto es como una hebra, que si cogiésemos el DNA del núcleo de una célula y lo estirásemos todo veríamos que es como una hebra de 2 metros y esto está empaquetado en el núcleo de la célula. Lo que se sabe es que en esta hebra, si el DNA es como un ovillo, es difícil que los genes que están dentro puedan expresarse o activarse. En este ovillo de DNA, las proteínas estonas se abren en cierto momento para que los genes se expongan y se activen. Es lo que se llama cambios epigenéticos, que regularía que factores que podrían acceder al DNA activen estos trocitos de DNA. El estudio publicado presenta una nueva técnica en la que analizamos biopsias de tumor que no son frescas, sino de parafina y hemos visto que la técnica permite caracterizar cada tipo de tumor (colón, vejiga, mama y testículo) un patrón totalmente diferente de activación de la cromatina. Las diferentes zonas de cromatina del ovillo activadas hace que una célula sea más agresiva o un tumor sea más o menos agresivo. Eso es importante porque ya hay fármacos que son inhibidores de esta cromatina, es decir que actúan a nivel de estos cambios estructurales que tiene el ovillo de DNA. Esta técnica, al trabajar con biopsias de parafina, ha posibilitado usar material que tenemos archivados de pacientes de hace 15 años, lo que habrá una posibilidad de analizar retrospectivamente series de pacientes o material que ya tenemos de archivo y posibilitar ampliar la investigación sobre cómo actúan los cambios de la cromatina.

–¿Qué avance supone esto?

–Permite analizar mejor la evolución de tumores y hacer predicciones pronósticas pero también posibilita el que haya nuevos tratamientos para estos tipo de tumores concretos. Esta técnica permitirá saber cuál es el paciente que va a tener una mala evolución futura y tratar su tumor de forma agresiva.

–Pero ¿tiene más aplicaciones?

–La segunda aplicación son los fármacos inhibidores de estos cambios en la cromatina. Esta técnica permitirá ver en qué pacientes funciona mejor y en cuáles peor este tipo de fármaco. A través de la identificación de los cambios epigenéticos de un tumor bien caracterizados sabremos si estos inhibidores van a ser efectivos o no. Es un poco la medicina personalizada en la epigenética.

–¿Es una técnica que se podrá aplicar a todo tipo de tumores?

–El estudio lo hemos hecho en cáncer de colon, mama, vejiga y testículo. El patrón de cromatina de cada uno de estos tumores es totalmente diferente, es decir que incluso una de las aplicaciones que se supone que esta técnica tendrá es la identifcar el órgano de origen de un tumor que no sabes de dónde viene, ya que cada tumor tiene un patrón de distribución de cromatina distinto

–Usted lleva tres años trabajando en Estados Unidos, ¿qué concepción tiene ahora del nivel que existe en España en cuanto al tratamiento del cáncer?

–En el manejo habitual de los pacientes el tratamiento es absolutamente satisfactorio. La gran diferencia es que en cuanto a los recursos a nivel de investigación o el acceso a los nuevos fármacos vamos con un decalaje de un año. La interacción industria, academia, universidad en Estados Unidos es óptima y eso, unido a los recursos y soporte a la investigación, hace que Estados Unidos sea puntero. Una de las cosas que el gobierno Obama ha sacado es el proyecto ‘Moon Shot’, que consiste en una inversión millonaria para el tema del cáncer. Además, a nivel privado allí hay muchas fundaciones o familias que dan donaciones filantrópicas. Aquí talento hay, pero talento sin dinero no existe. Por muchas ideas geniales que tengas, te faltan piezas del puzzle, mientras que allí tienes todas las piezas.