Rita Maestre

Maestre ignora el código ético de Podemos y no dimite

La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, arropada por Carmena y casi todo el Gobierno municipal, anuncia que recurrirá la sentencia

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La portavoz del Ayuntamiento de Madrid, arropada por Carmena y casi todo el Gobierno municipal, anuncia que recurrirá la sentencia

«La sentencia no interfiere en mi labor como portavoz y no voy a modificarla», afirmó ayer la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, en relación a la condena de pagar una multa de 4.380 euros que le ha impuesto el Juzgado de lo Penal número 6 de Madrid por su participación en el asalto a la capilla de la Universidad Complutense en 2011. Maestre considera que la pena le ha sido impuesta por una ofensa contra los sentimientos religiosos y no por atentar contra la libertad religiosa, de modo que no incumple el código ético de Ahora Madrid que le habría obligado a dejar su cargo. Además, anunció que va a recurrir la sentencia que, insistió, no es firme.

Y ahí se acabó prácticamente la intervención de Maestre que defendió «la protesta política y pacífica como herramienta para cambiar las cosas». Arropada por prácticamente todos los concejales de su grupo municipal y por la alcaldesa Manuela Carmena, ésta tomó el mando de la rueda de prensa para hacer una defensa cerrada de la edil condenada. Haciendo uso de su autoridad como ex jueza, Carmena calificó de «interpretación subjetiva restrictiva» la sentencia del tribunal y sacó de la manga, una vez más, el socorrido recurso de la «libertad de expresión» que bien vale para unos titiriteros que escenifican la violación de una monja como para un grupo que entra en medio de una celebración religiosa y se desnudan para reivindicar, entre otras proclamas, «menos rosarios y más bolas chinas». Es más, Carmena señaló que últimamente ha habido «una involución de la libertad de expresión».

Según valoró la regidora madrileña, la jueza Esther Arranz reconoce que la actuación de Maestre se enmarca en «un acto de protesta» lo que para Carmena es «la máxima representación de la libertad de expresión». Igualmente enarboló su experiencia judicial para afirmar que al no ser firme, «no es ejecutiva» y será recurrida por el letrado de la portavoz porque «es extraordinariamente subjetiva» al no individualizar los actos de la condenada en el asalto a la capilla. «La concejala se encuentra en una situación análoga a la de hace unas semanas y tengo mucha esperanza y criterio jurídico de que salga adelante el recurso», apuntó la primera edil de la capital, que descartó que la próxima resolución judicial endurezca la condena en primera instancia.

En cuanto a la petición que han hecho tanto el grupo municipal del PP como el de Ciudadanos para que Maestre dimita, «por coherencia» con el código ético de Ahora Madrid, la alcaldesa también defendió el «toreo» que la portavoz ha hecho a las normas. Así, aunque en el artículo 4.1 de dicho código se detalla que deberán renunciar a su cargo público quienes tengan «acusación judicial por delitos de racismo, xenofobia, violencia de género, homofobia u otros delitos contra los derechos humanos o los derechos de las personas trabajadoras», Carmena explicó que cuando se redactaron dichas normas la concejala ya estaba imputada así que «se entendió que no le afectaba». La regidora también insistió en que «no ha habido delito contra la libertad religiosa, eso sí es un delito contra los derechos humanos, sino ofensa a los sentimientos religiosos» y recordó que el Arzobispo de Madrid, Carlos Osoro había afirmado que no había sentido ningún tipo de ofensa contra los sentimientos religiosos de la Iglesia.

En este punto, el concejal de Seguridad, Salud y Emergencias, Javier Barberó, se erigió en portavoz de muchos «católicos practicantes» como es él que «no nos hemos sentidos ofendidos por el asalto a la capilla» que no le supuso «un ataque, una invasión o un perjuicio», como le han trasladado muchos otros católicos. Es más, Barbero señaló que al tratarse de sentimientos «es algo subjetivo». La defensa de su portavoz llegó hasta el punto que Carmena censuró la pregunta de un periodista que quiso una explicación a por qué Maestre había negado su participación en el asalto cuando fue interrogada por primera vez. «Esto no es un juicio», sentenció la alcaldesa.

Mientras tanto, salvo el «respeto» mostrado por la portavoz del Grupo Socialista en al Ayuntamiento –que sostienen el Gobierno de Carmena–, Purificación Causapié, a la decisión de Maestre, el resto de grupos de la oposición cargaron contra Maestre, a quien la portavoz de Ciudadanos, Begoña Villacís, llegó a comparar con Eva Borox, que dejo su acta de diputada de la Asamblea de Madrid por su supuesta relación con uno de los cabecillas de la «trama Púnica», sin que esté imputada o investigada. Igualmente, el concejal del PP Pércival Manglano señaló que «ya debería haber dimitido hace mucho tiempo por estar encausada en una cuestión por un delito contra los derechos humanos». También en las redes sociales se desató una guerra entre los defensores y detractores de la portavoz del Ayuntamiento de Madrid y en Hazteoir.org se creó una petición de dimisión de Maestre que superaba las 15.000 firmas de apoyo a media tarde.