Celebración
“Gracias papá”, la iniciativa epistolar de unas residencias para el Día del Padre
Este 19 de marzo los residentes abrirán un buzón sorpresa para recoger los homenajes de sus hijos en forma de carta
"Querido papá: Te quiero porque siempre has sido un gran referente, un hombre bueno, un ejemplo a seguir, porque me has acompañado en mis logros y en mis fracasos. Te quiero precisamente porque celebras mis éxitos más incluso que yo misma y siempre estás ahí para enseñarme a enmendar mis errores y para levantarme cuando me caigo”.
Es Isabel Blaya, hija de Ángel, residente de la residencia Orpea Madrid Aravaca quien agradece de esta forma a su padre el apoyo, el tiempo dedicado, la compañía y todas las enseñanzas transmitidas a lo largo de los años. Su carta, depositada en buzón abierto para la ocasión, será leída, junto a las de los familiares de otros residentes, este 19 de marzo, en una jornada especial, que, sin duda, despertará diversas emociones en los presentes.
Compartir los propios sentimientos puede producir pudor, y a veces tampoco surgen las palabras suficientes para poner en valor la dedicación de toda una vida. Por eso, y a pesar de que Mari Carmen Veiga visita a su padre casi a diario en la residencia Orpea de Lugo, ha preferido rendir homenaje por escrito:
"Quiero que, pase lo que pase nunca te olvides de tu niña, do teu garbanciño pequeno, de aquella niña a la que llevabas de paseo los domingos por la tarde, a coger mejillones los sábados por la mañana, a la que enseñaste a andar en bicicleta, a conducir y a la que diste seguridad para andar por la vida y a esa a la que unos años más tarde esperarías los sábados de madrugada a la salida de las discotecas. No quiero que te olvides de nada, papá, porque yo no lo haré".
En la residencia de Lugo han pensado en aquellos padres e hijos separados por muchos kilómetros y, con el fin de que la distancia no sea un impedimento, todo está ya preparado para que las familias se comuniquen por videoconferencia. Para evitar que el tiempo convierta a la vez en un obstáculo (como sucede con la diferencia horaria entre un residente de este centro y su hijo de Nueva York) se ha posibilitado que las felicitaciones lleguen a través de video.
Lo cuenta una de las animadoras, Marta Alonso Enríquez, para quien este tipo de actividades “conserva y fortalece el vínculo familiar de padres-hijos, y refuerza la autoestima de nuestros residentes, al hacerles saber que sus hijos se siguen acordando de ellos y queriéndolos”.
Y también sintiéndose orgullosos de ellos, a tener de esta otra carta que destaca Mari Cruz Acedo Gómez desde la residencia madrileña de Aravaca:
"Papá, te pido perdón por si alguna vez te he fallado. Por no demostrarte siempre este amor. Quiero que sepas que te sigo necesitando cerca. Gracias por entregarme tu vida y tu tiempo. Me siento verdaderamente orgullosa por tener un padre como tú. Te quiero".
Así pues, las palabras y los recuerdos llevarán la alegría y la nostalgia a estos centros este Día del Padre, en el que habrá también lugar para la poesía y la gastronomía. Valencia y sus fallas serán los protagonistas. En la merienda, y para acabar el día, fartóns (dulces tradicionales de Alboraya) horchata y refrescos.
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