Andalucía

Andasulía is back

La Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe) era un chiringuito de la Junta de Andalucía que debería haber servido para eso que dice su nombre, pero cuyos astronómicos presupuestos fueron usados por algunos militantes del PSOE andaluz para follar con putas. Disculpará el lector la crudeza de la expresión utilizada, horrísona aunque más elocuente que cualquier circunloquio con el que se pretenda suavizar un hecho probado: gobernantes socialistas que gastan en follar con putas el dinero público destinado a los parados andaluces. El ex presidente Manuel Chaves, en espera de sentencia por otros casos de corrupción, podría haber explicado ayer ante una comisión parlamentaria por qué nadie en su gobierno se dio cuenta del uso perverso que se le daba a este dinero. No lo hizo. En lugar de ello, plantó a sus señorías y abandonó la sede de la soberanía popular entre cajas destempladas escoltado por dos de los escasos conmilitones a quienes aún no les avergüenza retratarse junto a él. Ni siquiera quiso escuchar las cuestiones que debían plantearle los parlamentarios, cuya legitimidad desconoció igual que hacen los etarras con los tribunales ante los que comparecen. «La historia me absolverá», podría haber dicho como Fidel Castro si conservase algún rastro de culturilla… pero sólo acertó a justificarse con una de esas frases ininteligibles que convirtieron a su guiñol en un hit de la televisión de los noventa. «Esas preguntas violentan mi silencio», balbució antes de hacer mutis dejando a la audiencia con las ganas de escuchar de nuevo «minolles» o «andasules». Éste es el respeto que le merecen las instituciones a quien de ellas ha vivido cuatro décadas y a su costa se han hecho ricos sus hijos. Tantos nervios no son normales, quizá no espera nada bueno del juzgado ni de las urnas.