Coronavirus
Rocío Blanco: “Podremos salir y llenar los bares, pero los hoteles no se van a llenar más del 30 por ciento"
La consejera de Empleo advierte de que “hay dos virus, uno sanitario y otro económico” y reclama al Gobierno “medidas contundentes” para evitar que los más de 400.000 despidos temporales producidos en Andalucía se conviertan en definitivos
España cumple la tercera semana de confinamiento decretada por el estado de alarma y todavía quedan como mínimo tres más, hasta el 26 de abril. En este tiempo, 427.000 andaluces se han visto afectados por un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) en su trabajo y Andalucía aporta la mitad de los nuevos parados registrados en marzo en todo el país. Para la consejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo se trata de un dato puntual que se explica porque la comunidad “es la única que ha exigido a esos trabajadores que se inscriban como demandantes de empleo”.
Después de la crisis sanitaria, el empleo está siendo el segundo gran problema.
Efectivamente. Yo estoy diciendo que hay dos virus, uno sanitario y otro económico. Nuestra consejería está muy focalizada en resolver en tiempo los ERTE y que los trabajadores puedan cobrar su prestación por desempleo, que es lo que nos centra ahora mismo, pero a la vez tenemos que empezar a poner las luces largas y pensar en medidas que inyecten liquidez las empresas y a los trabajadores a corto plazo porque va a ser fundamental que la confianza del consumidor y del empresario se potencie. Es muy importante arrancar, por eso digo que es una batalla no solo sanitaria sino también psicológica.
Se está hablando desde algunos sectores, incluso ex ministros, de que esto no va a ser como la crisis de 2007 porque es "puntual” pero la realidad es que va a haber un sector especialmente golpeado: entonces se rompió la burbuja de la construcción y ahora ocurrirá con la del turismo. ¿Va a haber un apoyo específico al sector?
Nosotros entendemos que el “Plan Marshall” del Gobierno andaluz tiene que ir centrado en el turismo y el sector servicios. Andalucía tiene una sensibilidad muy alta en este sector, más que en otras comunidades autónomas, aparte de que tiene un diferencial de renta y la capacidad económica de sus ciudadanos no es la misma que la del resto de España. Las horas que perdamos son trabajos que perdemos.
Ahora los ERTE son la mayor preocupación: el jueves se conoció el dato del desempleo y la mitad del crecimiento en toda España corresponde a Andalucía. ¿Cuál es la lectura?
Nosotros solicitamos que los andaluces se inscribieran como demandantes de empleo y aparecen en las estadísticas de parados registrados, aunque técnicamente no lo sean. La inscripción a día de hoy sigue siendo un requisito para cobrar prestaciones y eso no se ha derogado ni modificado en ningún decreto ley de los muchos que está sacando el Gobierno. Otra cosa es que el SEPE esté diciendo que en esta situación de crisis de la Covid-19 va a pagar las prestaciones sin que estén inscritos los afectados por ERTE, pero es que a día de hoy siguen haciendo pruebas para conseguirlo. Por eso nosotros seguimos pidiendo que se cumplimente el formulario y así, sí que garantizamos que cobre con seguridad. En nuestra opinión, hasta que el SEPE no desarrolle y pruebe un mecanismo fiable que garantice el cobro sin inscripción, no debemos decir nosotros que dejen de inscribirse. Conforme se vayan resolviendo los ERTE y estas personas pasen de estar como perceptores de desempleo, esto se irá diluyendo. Son unos datos del paro que dan lugar a cierta distorsión, pero es por eso. Creo que somos la única comunidad autónoma que está solicitando que se inscriban como demandantes de empleo.
¿Es necesario? Porque al final se comparan datos diferentes y lo que hace es situar sobre Andalucía una losa que vuelve a situarla con un millón de desempleados.
Bueno, pero hay que explicar las cosas. Ahora mismo el dato es este, el mes que viene será diferente. La realidad es la que es. Quiero decir que el número de desempleados que hay y de afectados por un ERTE es el que estamos teniendo, con independencia de lo que digan las cifras del paro en un momento determinado. A las personas que están sufriendo el desempleo ahora mismo les da igual verse rodeados de 138.000 o de una persona más.
El miedo que tienen muchos trabajadores es que el ERTE acabe por no ser temporal y suponga un despido.
Eso es lo que se está intentando por parte de todas las administraciones, que estas medidas sean temporales. Hay que ayudar a las empresas a arrancar y a mantener la renta a corto plazo y se tienen que arbitrar medidas por parte del Gobierno porque ahora mismo no nos permite tener déficit, pero a España Europa sí se lo permite. Lo que pedimos es que o nos permitan tener déficit para arbitrar unas políticas expansivas con las empresas o bien que el Gobierno las asuma. Ahora mismo hay un “shock” de oferta, se ha reducido súbitamente la producción, y para que los problemas de liquidez no se conviertan en problemas de viabilidad del proyecto empresarial se tiene que dotar de liquidez y de facilidades a las empresas para que puedan salir. El MEDE (mecanismo europeo de estabilidad) está poniendo a disposición de España 450.000 millones de euros; el Banco Central Europeo está dispuesto a comprar 750.000 millones de deuda. Ese dinero lo tiene que asumir el Gobierno para ponerlo a disposición de las empresas. Me preocupa mucho la repercusión sobre las pymes y en los trabajadores temporales porque la destrucción de empleo la están sufriendo sobre todo los eventuales. Deberían facilitarse incentivos para que las empresas puedan reducir la jornada o parar la actividad algunos días con subvenciones públicas, lo que en Alemana están haciendo. Debemos fijarnos también en las políticas de otros países de Europa para que con una expansión del gasto público se pueda propiciar esa liquidez en vena que van a necesitar las empresas una vez que pase el estado de alarma y se resuelvan los ERTE.
¿No había otra fórmula? Se han colapsado los servicios de empleo, que tienen que resolver miles de expedientes.
De hecho, le mandamos una carta a la ministra y yo también se lo he trasladado personalmente diciendo que debe haber otras medidas más ágiles. Ella ponderó este mecanismo como medida para el mantenimiento del empleo, cuando se trata de una medida aprobada por la reforma laboral, tan criticada por la ministra. Debería reconocer de dónde viene y pedir perdón. Le trasladamos una serie de circunstancias en esa línea, como que se eliminara la exigencia para determinados expedientes de la autoridad laboral o que se le diera un subsidio excepcional a los trabajadores temporales, que son los grandes olvidados desde nuestro punto de vista. Los trabajadores que pensaban incorporarse a partir del 15 de marzo en la hostelería y el turismo con la Semana Santa y las fiestas de primavera no están incluidos en ningún ERTE. Le pedimos un subsidio para ellos durante dos meses y la exención de la cuota de marzo y abril a los autónomos -que además era más barato que la prestación por cese de actividad. Los autónomos para acceder a esa prestación tienen que despedir. Hay una serie de colectivos que se tenían que haber tratado de otra manera, pero entiendo que se ha hecho de la forma más oportuna, nosotros no somos quiénes para opinar en ese sentido. Nos estamos limitando a hacer nuestro trabajo con la mayor diligencia posible. Ya tenemos resueltas por encima del 40% de las solicitudes que nos estaban entrando, ahora mismo nuestro esfuerzo se está centrando en eso porque no tenemos capacidad de decidir por nosotros mismos, pero sí entendíamos que tenían que haberse arbitrado otras medidas más ágiles para las empresas, que les hubieran evitado tanto papeleo. No se nos ha consultado en ningún momento por parte del Gobierno, nosotros estamos en las trincheras.
En Andalucía la formación para desempleados acaba de reactivarse, lo anunciaban esta semana, después de estar parada durante años por el caso ERE. Y ahora llega la noticia de que la cuota de la formación la va a usar el Gobierno para pagar el paro.
Los 200 millones que tenemos para formación se los ha quedado. Desde 2015 las cuotas de formación son finalistas, si no las usas para eso no puedes usarlas para otra cosa y son reanualizables. Ese dinero nos lo han quitado ya y lo que queda son 185 millones que esperemos que lleguen, porque el decreto dice que estará a disposición de lo que se determine por parte de Ministerio de Hacienda, aunque nos han asegurado que sí llegará. Desde el 2011 Andalucía estaba sin formación, para nosotros era el proyecto estrella y justo esta semana habíamos licitado la primera por 41 millones de euros. Esto que iba a ser pagado con dinero que viene del Estado y no le cuesta ni un euro a los andaluces, ahora vamos a tener que pagarlo con los ingresos propios de las comunidades autónomas. Entonces, nos tenemos que plantear las políticas activas de empleo y reajustar las políticas porque para todos no llega.
Esa es la única certeza: que va a haber que reajustar. Lo que se preveía para cada consejería será papel mojado después de esta crisis sanitaria.
De hecho teníamos un paquete de medidas potente para autónomos y nos paramos en seco. Para nosotros es un colectivo prioritario y no los vamos a dejar en el arcén, vamos a ayudarlos pero no a lo mejor no con la extensión que pensábamos hacerlo el lunes. Después de la Conferencia Sectorial todo ha cambiado porque el dinero que teníamos hay que ajustarlo para todo.
Hablábamos de que es importante estar ahora, pero importante es también planear el día después ¿qué plan se va a hacer? ¿Se han hecho cálculos?
Tenemos un comité ya formado con las consejerías de Economía y Hacienda para ver que medidas se podrían adoptar porque entendemos que al rapidez y la eficacia en la actuación es determinante para que podamos salir cuanto antes de la crisis. Lo que está claro es que tenemos que centrarnos en determinados sectores a los que se ha golpeado de forma brutal, como la hostelería, el ocio o el turismo, donde las caídas son cercanas al 100%. Tenemos que centrarnos en esas actividades y relanzarlas en la medida de lo posible.
¿Y cambiar el modelo productivo para cuándo? ¿Hemos inflado el turismo más de la cuenta?
Lo que ha evidenciado de forma notoria esta crisis es que el modelo productivo de Andalucía tiene serias y graves deficiencias en cuanto que se basa en unos sectores con una temporalidad y dependemos del exterior. Tenemos que tender a potenciar el sector industrial, que es el que da un empleo fijo, con una estabilidad y unos salarios mucho más altos. La cantidad de contratos temporales que hay en Andalucía, el 96% lo son, evidenciaba que dependemos de sectores que tienen una cadencia temporal. Ha puesto de manifiesto una vez más lo que ya se conocía.
Estamos viendo muchos ejemplos, como una empresa de trajes de flamenca que está fabricando batas sanitarias. ¿Cuál es el problema para que la industria no acabe de arrancar nunca? ¿Puede ser político porque el norte se quedó con la industria y nosotros nos conformamos con el sol?
Efectivamente, esto ha demostrado que el español en general, y el andaluz en particular, tiene una potencialidad tremenda y Andalucía es de una economía muy sensible, con muchas pymes y mucho Reta, y esto lo debemos cambiar. Ya hemos visto que los ciudadanos tienen instrumentos para hacerlo y las administraciones debemos ayudar a que no se quede en un “impasse”. Yo siento mucho que la formación se nos haya desmadejado porque la industria nos la van a pedir como una válvula de oxígeno para el mantenimiento del empleo. La gente se ha reinventado en 15 días, ¿qué no pueden hacer en más tiempo?
¿Es el momento de pedirle a la banca que devuelva lo que se le ha dado -en la anterior crisis se le rescató con 65.000 millones del dinero de todos-, abriendo el grifo de los créditos?
Nosotros hemos abierto una linea de crédito, seiscientos millones de euros, y los bancos están detrás. Entiendo que venga de donde venga esa liquidez tiene que llegar a los ciudadanos. Se está intentando que llegue dinero a los países y de la Unión Europea es el medio mas fácil para acceder, nuestros socios van a mirar prioritariamente a España y a Italia. Vamos a tener una crisis fiscal de una envergadura como la de 2009, que hubo trece puntos del PIB de déficit fiscal respecto al 2008. Además, hay que añadir que una vez que la emergencia sanitaria ceda quedará un gasto estructural sanitario mucho más alto por todo lo que se ha dejado de atender en este tiempo.
Esa es otra. Vamos a empezar con bastante carga todos.
Claro, porque es diferente a esas tormentas del pasado porque afecta al mundo entero.
Bueno, entonces fue una crisis global.
Estamos en una crisis fiscal y los gobiernos deben aplazar pagos, empezando por las cotizaciones sociales. Todo el mundo está asustado con el déficit pero lo que tienen que hacer los gobiernos es ir a una corriente de modernización de deuda y de mutualizar el riesgo. Y el Gobierno de España es tímido y renuente pero tiene que hacerlo, tienen que reforzar el dinero tanto de las comunidades autónomas en las prestaciones básicas y corrientes como a los ciudadanos. Es que no olvidemos que la deuda de Andalucía es en un 75% el Estado, que es acreedor de la deuda. De 38.000 millones de euros, el 75% está en manos del Estado, le demos dinero, y lo que tienen que hacer es facilitar el dinero a las comunidades autónomas.
¿Qué cálculo se ha hecho del impacto económico que supondrá?
Una estimación moderada de la caída sería de un 15% de la actividad y el descenso del PIB hemos calculado un 2,5% por cada mes que se mantengan las medidas asociadas al estado de alarma. Son cálculos a día de hoy, que pueden variar, pero si no hay medidas contundentes el desempleo puede subir siete puntos fácilmente.
¿Qué parte de esos más de 400.000 afectados por ERTE pueden ser despidos finalmente?
Eso no se lo sabría decir ahora. Nosotros lo que desearíamos es que esos 427.000 trabajadores se puedan incorporar al día siguiente del estado de alarma a una actividad normal, pero tampoco quiero ser una ilusa. Igual que podemos salir y llenar los bares para tomarnos una cerveza, pero por ejemplo un hotel a lo mejor no se va a llenar más del 20 o el 30 por cierto en las estimaciones más optimistas. Entonces, debemos hacer una política de subvención pero tenemos que ser selectivos y las competencias tienen que estar claras entre las distintas administraciones. Esto es una guerra sin manual de instrucciones y tenemos que ir viendo cómo resolvemos los problemas. Yo le aseguro que todas las energías del equipo de la Consejería están puestas en esto, ya prácticamente ni comemos.
¿Cómo lleva el confinamiento personalmente?
Yo personalmente ni me estoy dando cuenta de que estamos en una pandemia porque, de verdad se lo digo, estamos tan absortos en nuestro mundo de resolver ERTEs y problemas, que no nos da tiempo ni a pensar en que podemos caer nosotros. Lo siento cuando voy a mi casa el fin de semana y soy la extraña que llega del mundo exterior, y ellos están allí enclaustrados. Es desolador cuando voy a la consejería ver que no hay absolutamente nadie en la calle, no pensé que nunca lo iba a vivir. Es una situación además a la que nos hemos tenido que acostumbrar en dos semanas, pensábamos que esto le pasaba a China pero a nosotros no nos iba a llegar.
En Andalucía todo el mundo está respondiendo a rajatabla al confinamiento.
La gente tienen muchísimo mérito. Sí me gustaría poner de manifiesto el trabajo de todas las personas de la Consejería que están trabajando sábados, domingos, no hay horas, y hemos pedido ayuda a otras consejerías para que nos ayudaran al registro de ERTE y hemos tenido voluntarios de todas las consejerías. Esto está sacando lo mejor de la estructura de la Junta. Yo me siento mucho más útil que hace un mes.
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