Coronavirus

Domingo de Ramos con mucha devoción y sin pasos

Andalucía vive una Semana Santa inédita de calles vacías por el confinamiento, pero con celebraciones íntimas en casa y a través de las redes sociales

Sevilla debía ser estreno y bullicio este domingo. Nueve cofradías iban a inaugurar otra Semana Santa de mirar al cielo para conjurar el buen tiempo y espantar los nubarrones, pero este año ninguna procesión saldrá a la calle porque las inclemencias han llegado en forma de un coronavirus tan contagioso como el fervor con que se viven estos días. Son muchos los sevillanos que se han resistido a dejar pasar este Domingo de Ramos inédito como un domingo cualquiera, más propio de agosto que del inicio de abril. Desde primera hora de la mañana, las marchas sonaban por los balcones, engalanados con palmas y reposteros, pero a pie de calle hablaba el silencio. Daniel González es uno de los miles de cofrades que hoy han vivido el arranque de la Semana Santa en casa. Tiene 37 años y después de 26 años consecutivos hoy no vestirá la túnica de su hermandad, la Sagrada Cena. La iglesia de los Terceros permanece cerrada desde que se decretó el estado de alarma el 14 de marzo, pero eso no ha impedido que junto a su mujer, Rocío Camacho, y sus hijos, Miguel y María, haya preparado una jornada especial. “Este año todo ha sido muy diferente. Nos hemos ido mentalizando para pasarlo interiormente -cuenta-. Agradezco mucho el esfuerzo que ha hecho la hermandad para retransmitir por Youtube y redes sociales la misa de esta mañana”. No hay procesiones pero sí Semana Santa y mucha devoción. “Nos hemos vestido como si fuera un Domingo de Ramos cualquiera, hemos hecho un paso en miniatura de ‘La Borriquita’ y hemos adornado la casa con la palma. También hemos puesto incienso y marchas”, relata orgulloso, y reconoce que “ya estamos pensando en el año que viene. Nos queda la esperanza de poner el cronómetro a cero e iniciar la cuenta atrás para un nuevo Domingo de Ramos”. Cofrade todo el año, Daniel cree que este parón obligado por el Covid-19 va permitir a la sociedad tomar conciencia. “va a servir para vernos más unos a otros. La única preocupación hasta ahora era que la lluvia y hemos visto que pueden ocurrir otras cosas".

Daniel González, junto a sus hijos, Miguel y María, en su casa de Sevilla. Todos son hermanos de la Cena y debían procesionar este Domingo de Ramos
Daniel González, junto a sus hijos, Miguel y María, en su casa de Sevilla. Todos son hermanos de la Cena y debían procesionar este Domingo de RamosLA RAZÓN

En toda Andalucía el sentimiento de pérdida es generalizado en estos días, aunque todos coinciden en que la oportunidad de afrontarla de manera distinta. “No hay procesiones pero Semana Santa sí y las hermandades tienen que estar más que nunca al pie del cañón”, asegura Simón Grosso, secretario de la hermandad del Perdón de Jerez. Para él, "la única diferencia es que no estoy vistiendo la túnica nazarena”, que ha cambiado por un traje de chaqueta para acompañar el despliegue gastronómico de gambas, vino y chacinas que tenía dispuesto. Y al filo de las cinco de la tarde, hora en que habría comenzado la salida procesional, empezó la retransmisión virtual de la estación de penitencia acompañada por imágenes de años anteriores, siguiendo el horario aprobado en la toma de horas. “La primera marcha ha sido el ‘Réquiem’ por los hermanos difuntos de la hermandad y este año también homenajeamos a los fallecidos de Covid-19”, explica Grosso.

Simón Grosso, secretario de la hermandad del Perdón de Jerez, ha retransmitido la procesión virtualmente
Simón Grosso, secretario de la hermandad del Perdón de Jerez, ha retransmitido la procesión virtualmenteLA RAZÓN

Para esta humilde hermandad jerezana, la cuaresma también ha sido diferente: han cambiado los capirotes de rejilla que suelen fabricar las mujeres por mascarillas. La entrega de setenta hermanas de la corporación ha permitido repartir diez mil unidades en centros de salud, Policía Local o entre el personal de ayuda a domicilio. “Mañana voy a descansar porque han sido unos días intensos”, admite. Y todavía quedan siete más para cerrar la Semana Santa más atípica del último siglo.