Diputación de Sevilla
Después de que la Diputación de Sevilla cerrase la edición 2020 de su Fondo Extraordinario de Anticipos Reintegrables (FEAR), que ofrece adelantos a los ayuntamientos con cargo a su posterior recaudación tributaria, con el reparto de 25 millones de un total de 90 disponibles, el presidente de la entidad, Fernando Rodríguez Villalobos (PSOE), ha admitido que la situación de los consistorios “ha evolucionado” desde la creación de esta herramienta, pero ha avisado de que aún hay municipios que la “necesitan”.
Rodríguez Villalobos ha examinado la situación del FEAR, uno de los programas estrella de la Diputación, al ofrecer anticipos y por ende liquidez a los ayuntamientos sin costes financieros y con una devolución paulatina con cargo a la recaudación tributaria de los propios municipios, en una entrevista con Ep. Y es que tras habilitar 90 millones de euros para la edición de 2020 de esta línea de ayuda a los ayuntamientos, el año finalizaba con el reparto de adelantos por valor de unos “25 millones” a 30 ayuntamientos y una entidad local autónoma (ELA), según ha precisado él mismo.
El socialista ha rememorado que este programa nació en 2007 ante “la situación caótica que, en algunos casos, presentaban las cuentas de los ayuntamientos” de la provincia, con “deudas, reconocimientos de deudas con la Seguridad Social, sentencias firmes que no se pagaban o trabajadores (municipales) que no cobraban” sus nóminas, entre otros aspectos.
Frente a dicho escenario, según ha recordado Rodríguez Villalobos, era necesario facilitar “liquidez” directa a los ayuntamientos que así lo requiriesen, extremo por el cual la Diputación promovió este programa de anticipos para los ayuntamientos que ha definido como un “banco bueno” al no implicar costes financieros para los consistorios. “Es un buen servicio”, ha aseverado. Con todo, ha admitido que la situación de las cuentas de los consistorios de la provincia “afortunadamente, ha evolucionado” y actualmente hay un escenario de “menos deuda y menos problemas de liquidez” e incluso los ayuntamientos ven “aflorar” ahora los remanentes que habían acumulado merced a los rigores de la Ley 2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, al haber suprimido el Gobierno central las reglas fiscales a cuenta de la nueva crisis derivada de la pandemia.
Pero, aunque en estos momentos en la esfera local se “dibuja un panorama diferente” al que motivó la creación del FEAR y la edición 2020 de dicho programa provincial contó con “muchísimo más” dinero para adelantos que el finalmente utilizado, Villalobos ha avisado de que “todavía hay ayuntamientos que necesitan” estos anticipos.
Una “herramienta que hay que dejar abierta”
En estos momentos, según ha indicado, la diputación está “obligada” por el Ministerio de Hacienda a “auxiliar con los FEAR a los ayuntamientos en crisis financiera”, mediante la transformación de las operaciones de devolución a corto plazo en operaciones de devolución a largo plazo, un mecanismo que requiere la autorización del propio ministerio para su materialización. Ello, según ha indicado, para “activar la maquinaria de los FEAR” pero con plazos de reintegro planeados para “20 o 30 años, o 15 o 18”, pero siempre con “la garantía de recibir” el dinero adelantado y por eso sin riesgos de sufrir la diputación un “agujero” económico.
Por eso, Fernando Rodríguez Villalobos ha defendido que los FEAR constituyen “una herramienta que hay que dejar abierta”, aunque con “prioridad” para los ayuntamientos en situación deficitaria, lo que le ha llevado a detallar que este nuevo año este programa provincial contará con unos 86 millones de euros.