Fin del acuerdo con Marruecos

Recuperar 4.000 hectáreas de cultivo, pero perder 500 toneladas de pescado

Mientras el campo almeriense celebra la sentencia del TJUE que anula los pactos de libre comercio entre la UE y Rabat, los pescadores de Barbate temen que se haga efectiva ya que perderían un importante caladero

Guerra de insectos para un tomate más ecológico y saludable
Los agricultores de Almería han perdido 4.000 hectáreas de cultivo de tomate por e bajo precio del producto marroquíCarlos BarbaAgencia EFE

Mientras que la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha caído como un jarro de agua fría entre los pescadores de la bahía de Cádiz, los agricultores de Almería la acogen esperanzados. A finales de septiembre la justicia europea anuló los acuerdos comerciales y de pesca con Marruecos al considerar que implican comerciar también con productos del Sáhara Occidental, un territorio que legalmente no corresponde a Marruecos y que, por tanto, no puede beneficiarse de los pactos bilaterales entre Rabat y Bruselas.

¿Qué supone esta decisión? Por un lado, que los pescadores españoles no puedan faenar en aguas marroquíes; por otro, que los productos provenientes del país vecino no pueden ampararse en el convenio de libre comercio, de forma que sus cultivos ya no saldrán tan baratos y no supondrán una competencia tan feroz para el campo español.

Hasta dentro de dos meses no se hará efectiva la sentencia, siempre que no haya alegaciones. Pero el ministro de Agricultura y Pesca, Luis Planas, ya ha demandado a Europa que la recurra. Desde Moncloa quieren recuperar las buenas relaciones con el Gobierno de Mohamed VI tras la crisis migratoria de Ceuta a raíz del ingreso hospitalario en España del líder del Frente Polisario. La semana pasada Planas aclaró que su Gobierno ha defendido siempre el estatus avanzado de Marruecos ante la UE, añadiendo que Madrid lo seguirá haciendo porque «Marruecos es un socio estratégico para nosotros».

Unas palabras que han desatado el enfado de los agricultores, sobre todo los de Almería –considerada la huerta de Europa– que exigen la paralización inmediata del acuerdo agrícola entre la UE y Marruecos vigente desde los años 90. «Planas ha actuado más como un ministro de Exteriores que de Agricultura», lamentan desde ASAJA y recuerdan que Marruecos ha incumplido continuadamente los acuerdos de exportación, tanto en fecha como en cantidades, debido al poco control que hay en los puertos. Si pueden entrar 300.000 toneladas de tomates, ¿por qué entran 360.000? No hay control y no quieren que lo haya», critican. Además, indican, «la UE nos ha dado la razón, ha declarado ilegales los acuerdos» porque, explican, Rabat no hace distinción entre lo que prod uce dentro de sus fronteras y lo que cultiva en el Sáhara y todo se beneficia de los Acuerdos de Libre Asociacióny Comercio firmados con la UE en 1995.

«Como sector lo único que pedimos es que se cumpla íntegramente el acuerdo y segundo que se controle la trazabilidad del producto», apunta Adoración Blanque, secretaria general de ASAJA Almería. En este sentido, apunta que el año pasado «el tomate se dejó de prácticamente de producir en Almería porque se duplicó el número de toneladas de exportación permitidas». «Nuestra sorpresa vino cuando el Ministerio de Agricultura se mostró a favor de recurrir la sentencia y en contra del sector», afea Blanque, a la par que critica que «se nos utiliza como moneda de cambio» porque lo que le interesa al Gobierno es mantener las buenas relaciones con Rabat por cuestiones geopolíticas y de inmigración.

Para el campo almeriense los continuos incumplimientos del acuerdo bilateral de comercio de la UE y Marruecos han supuesto una pérdida económica tremenda. «No podemos cuantificarlo en términos monetarios, pero sí a nivel de hectáreas. Almería, por ejemplo, llegó a tener una superficie de 12.000 hectáreas de cultivo de tomate y este año apenas vamos a alcanzar las 8.000. Si se confirma la sentencia podríamos recuperar esas 4.000 hectáreas perdidas a lo largo de estos años», añade Andrés Góngora, secretario provincial de COAG Almería. Junto al tomate, el cultivo más afectado ha sido el de la judía verde, «el más representativo de España hasta los 90 y que ha desaparecido», lamenta Góngora y advierte que los próximos en verse afectados podrían ser el calabacín y el pimiento.

El secretario de COAG Almería pone el acento en que la campaña de exportación marroquí coincide, además, con el calendario de producción español, lo que unido a la falta de aranceles y el bajo coste de producción en el país vecino, hace imposible competir con sus precios. «Desde el 15 de octubre y hasta finales de abril los productos marroquíes están libres de aranceles y ese es, precisamente nuestro calendario de producción, Las exportaciones marroquíes no afectan a los productos centroeuropeos, porque ellos producen en verano, a quienes nos afecta el acuerdo de libre comercio es a los países del sur de Europa, sobre todo a España», indica Góngora.

Varapalo a la pesca

Y mientras el campo celebra la sentencia del TSUE, los pescadores temen que se haga efectiva. Dejar de faenar en los caladeros marroquíes supondría una importante pérdida de empleos e ingresos. Según los datos ofrecidos por la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP) actualmente hay 92 barcos andaluces con licencia para pescar en aguas marroquíes, 7 barcos gallegos y 38 canarios. La pesca en estos calderos supuso en 2019 un volumen de negocio de 496,2 toneladas y de 525,4 en 2020. Para 2021 y 2022 serán 583.Las especies de pesca autorizadas son pequeños pelágicos, como anchoas, sardinas y bonitos, además de la merluza, el besugo y el rape.

No obstante, pescar en caladeros marroquíes no sale gratis. Tal y como explica a LA RAZÓN el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Barbate, Alfonso Reyes, “tenemos que pagar trimestralmente entre 8.000 y 9.000 euros por la licencia de pesca y, además, estamos obligados a vender el 30% de nuestra captura en puerto marroquí, con lo que eso conlleva. No están lo suficientemente adaptados y tenemos que estar alerta para que los chiquillos no se cuelen como polizones». Aún así, a los pescadores de Barbare faenar en Marruecos les sale rentable.

Allí, unas 200 familias, entre armadores y tripulantes, viven de la pesca, que alternan entre el Golfo de Cádiz y Marruecos. «Cuando pescamos allí las cuantías son elevadas, sobre todo porque el boquerón de Marruecos tiene un gran valor comercial. A la semana, cuando hay pesca, podemos ganar de media unos 60.000 euros solo con esta especie», explica Reyes. Pero el problema, es que los caladeros del país vecino «ya no son tan fructuosos y cada vez hay más barcos marroquíes faenando». Pese a todo, perder esa cuota supondría «un agujero importante».

De momento, los barcos españoles siguen faenando en aguas marroquíes y seguirán haciéndo hasta que haya una sentencia en firme. Pero los pescadores no solo están a merced de los acuerdos bilaterales entre la UE y Rabat, si no también de las buenas relaciones entre Moncloa y Mohamed VI. «Cuando se produjo la crisis migratoria con Ceuta las autoridades españolas nos avisaron para que no saliéramos a faenar», cuenta el presidente de la Cofradía de Barbate. Pero no siempre han contado con el apoyo de la Administración. «Con el Covid nos amonestaron por no querer descargar en puerto marroquí, pero era lógico, no había medidas de seguridad suficientes contra el contagio».

Los pescadores barbateños confían en poder seguir faenando como hasta ahora. Se apoyan en las palabras del Ministro Luis Planas, quien ha anunciado que defenderá los intereses del sector. «Todas las Administraciones han apoyado a las Cofradías para acceder a este caladero. Estamos trabajando en conjunto con el Ministerio para la defensa de nuestros intereses en el marco de cooperación de la UE con Marruecos, que debe mantenerse desde un punto de vista estratégico, porque nos beneficia. El principal problema lo tenemos con la UE, que es en donde se encuentran los obstáculos a la firma o a la prórroga de los Acuerdos. Le pedimos que tengan en cuenta la importancia de este caadero y que ayuden a buscar una solución válida, que permita seguir realizando la actividad pesquera», demandan desde la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores.