Méritos e infamias

La mosca

“La Semana Santa también funciona así, concentrando el tiempo durante siete días en los que lo demás, es decir, todo lo que no son las cofradías, carece de sentido en Andalucía”

Detalle de los nazarenos de la hermandad de la Borriquita, en la Semana Santa en Sevilla 2020. Domingo de Ramos a 10 de marzo del 2022 en Sevilla (Andalucía, España) 10 ABRIL 2022 Joaquin Corchero / Europa Press 10/04/2022
Detalle de los nazarenos de la hermandad de la Borriquita, en la Semana Santa en Sevilla 2020. Domingo de Ramos a 10 de marzo del 2022 en Sevilla (Andalucía, España) 10 ABRIL 2022 Joaquin Corchero / Europa Press 10/04/2022Joaquin CorcheroEuropa Press

Se posa en la cubierta de un libro, al sol le brillan los ojos y las patitas que compulsivamente atusa frente a su cara. Pese a estar con nosotros desde siempre, ya lo dijo Machado y lo cantó Serrat, no sabemos nada de ellas. Tan sólo su constancia, su pertinaz presencia donde nadie las llama para desesperación del que trata de quitársela de encima. Ésta se mantiene fija en la tapa dura y durante unos dos minutos concentra toma mi atención sin que nada alrededor tenga más importancia ni sentido para mí. Al levantar el vuelo, ya sé que me voy a olvidar de ella, pero ese paréntesis de la mosca me llama la atención cuando levanto la vista y observo que el mundo sigue girando.

Aunque para algunos sea algo muy cojonero, la Semana Santa también funciona así, concentrando el tiempo durante siete días en los que lo demás, es decir, todo lo que no son las cofradías, carece de sentido en Andalucía. Ya se acaba, y comienza otra vez la rueda de la normalidad, de los días rellenados con la molicie de la rutina benefactora. Parece que esta semana el presidente andaluz convocará elecciones, mal que le pese, después de los días de reflexión en Semana Santa.

Así, cuando toque zambullirse en el verano la maquinaria volverá a estar engrasada y aquí no ha sucedido nada. Somos tan previsores. Ésa es la hoja de ruta, pero en este 2022 ya sabemos que nada va a salir según el guión previsto. Cuando Moreno levante la bandera y coloque las urnas, volveremos a centrarnos en la cáscara del proceso, olvidando su esencia: tertulias, artículos, encuestas; concentraremos la atención como me pasó con la mosca, con la misma abstracción, ciegos en el artificio político de las buenas intenciones y olvidando la verdad del proceso. Cuando todo suceda y haya acabado, levantaremos la vista y observaremos el mundo hasta que llegue una mosca nueva y nos devuelva la ilusión de vivir absortos.