19-J

Un debate bronco para marcar diferencias

La oposición a la gestión de Moreno se lanza al barro y el debate se convierte en un disparadero de reproches, con la figura de Pedro Sánchez siempre presente

Un debate más bronco que el celebrado hace una semana en el que los candidatos se lanzaron al barro. En una campaña de perfil bajo, sin grandes polémicas ni propuestas estrella, las encuestas han marcado el día a día de los partidos y los candidatos han fiado sus expectativas a los debates televisivos. La espectacular audiencia del anterior demuestra que esta cita importa al al electorado. El debate de RTVE, celebrado el 6 de junio, fue visto por 414.000 espectadores en Andalucía, con una cuota de pantalla del 15,8%.

Ayer, los candidatos se volvieron a ver las caras, esta vez en Canal Sur. Soltaron toda su artillería a seis días de la convocatoria electoral. Una última oportunidad para intentar convencer a los casi 200.000 indecisos.

Moreno comenzó el debate asegurando que «hemos puesto en marcha una nueva forma de gobernar, más cercana y transparente». A su juicio, «estamos mejor que en 2018» porque «hemos avanzado en economía, empleo y servicios sociales». Marín comenzó con un eslogan: «Cs eres tú, empresario, autónomo y hostelero. Todos los que hacéis de Andalucía una tierra grande». Y señaló que «os he escuchado y he cumplido». «Juntos hemos transformado esta tierra y hemos generado oportunidades». El candidato naranja recordó a su compañero Javier Imbroda, quien repetía que «el partido termina cuando acaba el último cuarto».

Olona empezó el debate recordando que la Junta de Castilla y León, en cuyo gobierno se integra Vox, ha anunciado un recorte del 50% en las ayudas a sindicatos y patronal. «Son 20 millones de euros que se dedicarán a emergencias sociales». A su juicio, «esto es parte del cambio real». «Las familias y los asalariados lo están pasando muy mal», insistió, además de atacar al «Gobierno ilegítimo de Pedro Sánchez». También instó a ser «honrados y decir qué pactos haremos».

En el primer bloque, dedicado a la sanidad y la educación, Marín aseguró que «nos hemos asegurado de que el Estado del Bienestar no se desmontara» en esta legislatura. Y una afirmación categórica: «Los datos son infinitamente mejores que en 2018». «El PSOE ejercía un maltrato a los profesionales de la sanidad y la educación», remarcó. El candidato naranja se centró en las propuestas: «Dedicaremos un 2% del PIB a políticas sociales, alcanzando los 3.000 millones de euros». Además, que «las familias reciban un 33% más de becas».

Olona, en su turno, recriminó a Moreno el «intento de desacreditar mis palabras», cuando enseñó un libro de texto que «criminalizaba la caza». Enseñó un libro de Primaria que muestra qué es la masturbación, «de madre a padre». «Esto se enseña a los niños de 10 años».

Moreno contestó a Olona señalando que en el anterior debate «me trajo mercancía caducada». «Antes de que se dedicara a la política ya se había revisado se libro», le espetó. El candidato popular enarboló el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. A las críticas de Espadas contestó que «hemos hecho un esfuerzo incontestable: 2.000 millones más en sanidad, 1.000 en educación y 600 más en servicios sociales».

Moreno apeló a la pandemia, que ha marcado la legislatura. Aseguró que «ganaríais en credibilidad si reconocéis algún logro». «¿Todo mal? Sinceramente no es creíble». Recordó que «hemos hecho 1.700 actuaciones sanitarias, la mayor constructora en Andalucía ha sido el SAS».

Olona apeló a la «superioridad moral de la izquierda». «No han devuelto el dinero robado. Tenemos condenados a los expresidentes socialistas. Marín se preguntó «¿No hemos hecho nada?». «Seguro que el hospital militar lo ha hecho usted», en referencia a Espadas. También reprochó al candidato socialista que no se haya podido reformar la financiación autonómica.

Olona siguió con un discurso ideologizado, sin propuestas. «Se han alineado con las élites», dijo en referencia a la izquierda. «No derrama ni una lágrima por las empresas que se han marchado de la Bahía de Cádiz», apuntó dirigiéndose a Rodríguez. Llegó uno de los momentos cumbres del debate. Vox viene anunciando que cerrará «chiringuitos», planeando incluso el cierre de Canal Sur. Olona aseguró que «son extraordinarios profesionales», recordando que el funcionamiento de la cadena cuesta 162 millones. «Tienen mi compromiso de que se va a mantener los puestos de trabajo». «Los enchufados y amiguetes en San Telmo no van a durar ni un telediario», remarcó.

Moreno defendió que «hemos evolucionado a mejor en empleo». «Hemos tenido que recuperar la economía».

Por su parte, la izquierda tenía que arriesgar. La suma de las tres opciones no da según las encuestas y el ataque a la gestión de Juanma Moreno no cesó desde el primer minuto. Juan Espadas había advertido de que trataría de que la audiencia no se aburriera y arrancó acusando al candidato popular de hacer «propaganda» y de que él iba a «contar la verdad» y defender un gobierno «de derechos y no de derechas». La realidad es que los nervios hicieron mella en todos los candidatos de la izquierda.

Una línea en la que continuó Inmaculada Nieto (Por Andalucía) que habló de un gobierno que ha sido «un monumento a la nada», y llegó a comparar a Moreno con la anterior presidenta de la Junta: «Se le está poniendo cara de Susana Díaz, con esa soberbia, y ya saben dónde ha acabado». Nieto reiteró que lo bueno que ha pasado en Andalucía lo ha traído el Gobierno central y acusó a Moreno de haber causado «mucho sufrimiento» porque «usted es educado pero moderado no es».

Teresa Rodríguez volvió a enarbolar la bandera del andalucismo, mostrando un ‘look lorquiano’, dedicó el primer minuto a defender la RTVA y a lanzar un mensaje a favor de la autonomía: «No vamos a permitir que nos roben la identidad». Fue, sin duda, la candidata que más confrontó con Macarena Olona y aseguró que ésta le ponía «los pelos de punta» y que esperaba que no se produjese un retroceso en las libertades para «que nadie tenga que volver al armario».

Espadas introdujo en el debate el «modelo Ayuso que se carga la gratuidad de la enseñanza» y recorta en la Universidad. Y, como Nieto, señaló que Andalucía ha recibido más recursos que nunca pero no han sido bien gestionados. El socialista y Nieto se empeñaron en valorar que todo lo bueno ha sido gracias a Pedro Sánchez. Y en acusar al Gobierno de Moreno Bonilla del «maltrato a empleados públicos» que se ha traducido en «pérdida en la calidad de los servicios públicos». «El dinero lo ha transferido el Gobierno y usted lo ha gestionado mal», añadió.

Fue la líder de Adelante Andalucía quien defendió la enseñanza sexual en los colegios públicos para no volver al antigua mensaje: «Masturbarse nos deja ciegos». Respondiendo así a Macarena Olona, a quien también Espadas pidió que no insultase a «la inteligencia de los andaluces» y que tuviese «respeto y educación».

En política de pactos, Olona tendió la mano a Moreno para que sea su vicepresidente, además de insistirle en que «usted no va a ser presidente si Vox no está en el Gobierno». El candidato popular replicó que su pacto es «con los andaluces».