Opinión

Miseria andaluza

Nuestros políticos tendrán que hacer un verdadero milagro para sacarnos de este lamentable ránking

Agentes de la Policía Nacional, durante una operación en las Tres Mil Viviendas
Agentes de la Policía Nacional, durante una operación en las Tres Mil Viviendaslarazon

En 1968 la revolución no llegó a El Palmar de Troya. En París los niños pijos de Nanterre aseguraban que debajo de los adoquines estaba la playa pero en la pedanía de Utrera el milagro era otro. Se le apareció la Virgen a unas niñas y explotó la secta católica palmariana, un enjambre milagrero con Franco en los altares, cardenales vietnamitas y mucho dinero de Canadá. Durante décadas en los dominios del papado de Clemente la fe en la Congregación de la Santa Faz llenaba la caja registradora de un pueblecito que estaba a un rato de Sevilla capital pero a centurias del mundo moderno. Hasta que los vainas de Madrid cambiaron las playas de Valencia por las de Cádiz sólo se conocía este Palmar y nos sobraba, porque el tostón de los rosarios, las visiones celestiales y los estigmas perdió el fuelle a medida que el tocomocho salía a la luz. Tanto que el último Papa se largó con una gachona después de trincar una suculenta suma para iniciar por todo lo alto su vida secular. Y esto, a fin de cuentas, era nuestro Palmar hasta que nos enteramos que allí tienen la renta más baja de España. 6.785 euros al año con los que se vive de milagro, un mérito doloroso que demuestra cómo las pasamos aún los andaluces en esta España desigual, cicatera y ladrona donde todavía los vascos y los catalanes van en el vagón de primera clase de los Presupuestos Generales del Estado. En Andalucía tenemos 24 de las 30 localidades más pobres de nuestro país. Una cifra que corta la respiración y que debe poner la cara «colorá» a los políticos. Porque si una comunidad registra estos niveles de pobreza, ¡24 de 30!, es que no algunas, sino muchas cosas se han hecho mal en los últimos cuarenta años en nuestra tierra. La Virgen no se les va a volver a aparecer ni a Pedro Sánchez ni a Juanma Moreno como dicen que hizo en 1968, pero estos tendrán que hacer un verdadero milagro para sacarnos de este lamentable ránking de la miseria andaluza.