
Medio Ambiente
El hotel maldito del Cabo de Gata: el Ayuntamiento da el primer paso hacia el final del Algarrobico
Tras años de bloqueo político y judicial, Carboneras aprueba revisar la licencia del polémico hotel levantado en la playa protegida sin el respaldo del PSOE

Dos décadas después de que comenzaran las obras del polémico hotel de El Algarrobico en pleno Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, el Ayuntamiento de Carboneras ha aprobado este viernes iniciar el procedimiento de revisión de la licencia municipal de construcción concedida en 2003 a la promotora Azata del Sol. El acuerdo, exigido por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), ha salido adelante con el voto del alcalde, Salvador Hernández (Ciudadanos), los cinco concejales del PP y el apoyo de un edil socialista díscolo. El resto de la corporación, incluidos cinco concejales del PSOE, no ha asistido a la sesión.
El alcalde ha reconocido que la decisión no responde a una voluntad política, sino al cumplimiento de una resolución judicial firme. “No es por gusto, es por mandato del TSJA. Esto es un culebrón de casi 20 años que sigue sin resolverse”, afirmó Salvador Hernández en una intervención breve, pero contundente, en la que lamentó que el conflicto haya dañado durante años la imagen de Carboneras y de toda la comarca del Levante almeriense. “El Algarrobico fue un sueño para el pueblo, pero se ha convertido en una pesadilla”, aseguró.
Hernández pidió públicamente a la Junta de Andalucía y al Gobierno central que dejen de usar el caso como “arma política” y busquen una solución conjunta, “la menos dolosa para el municipio”, que incluya incluso una negociación directa con la promotora. También lanzó una crítica a la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, quien en febrero anunció que el derribo comenzaría en cinco meses tras una expropiación parcial: “Mentía o se equivocaba. El hotel sigue en pie y va a seguir durante años, salvo que todas las administraciones nos pongamos de acuerdo”.
Un edificio varado entre la legalidad y la política
El hotel de El Algarrobico, de 411 plazas, comenzó a construirse en suelo protegido en el año 2003 con permisos de todas las administraciones. Las obras se paralizaron judicialmente en 2006 tras la denuncia de colectivos ecologistas. Desde entonces, el edificio, visible desde kilómetros y encajado entre la sierra y la playa, se ha convertido en un símbolo del urbanismo fallido en espacios naturales.
Las sentencias judiciales han sido diversas y contradictorias durante años, aunque el Tribunal Supremo confirmó en 2016 que el suelo era no urbanizable. A día de hoy, el hotel sigue en pie, sin uso y sin que se haya ejecutado su derribo.
La sesión del Pleno apenas duró 15 minutos y estuvo marcada por la ausencia de gran parte de la oposición. El portavoz del PSOE, José Luis Amérigo, justificó su falta por un viaje programado. Otros dos ediles aludieron a problemas de salud. El exalcalde popular Felipe Cayuela, ahora no adscrito, tampoco acudió. El alcalde mostró su malestar por estas ausencias en un pleno “histórico”.
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