Turismo

Las inmobiliarias piden dar más valor al alquiler vacacional de Cádiz

Begoña Gómez, presidenta de GICA, considera «crucial aprovechar el flujo turístico para captar posibles inversores interesados en nuestra provincia»

Vista de Chiclana de la Frontera, uno de los municipios con mayor impacto turístico durante el verano
Vista de Chiclana de la Frontera, uno de los municipios con mayor impacto turístico durante el veranoLa Razón

Una temporada más, la provincia de Cádiz, muy en especial su zona costera, ha experimentado una alta demanda de viviendas de alquiler vacacional. Demanda que no para de incrementarse en los últimos años y que, por otra parte, ha provocado un notable aumento de precios en algunos de los destinos más cotizados; en algunos casos desorbitado.

Este fenómeno, llamado turismo residencial (no todas las viviendas están registradas en el RTA), ha vuelto a hospedar a muchos más visitantes que el propio sector hotelero de la provincia (Chiclana, según el último estudio realizado por la Diputación de Cádiz, es claro ejemplo de ello), aportando un importante valor económico tanto en concepto de pago de alquileres como de consumo en comercios, restaurantes, grandes superficies, ocio, cultura, etc.

Realidad que, muy en especial, ha favorecido al sector inmobiliario, cuyos meses de julio y agosto, al igual que le ocurre al sector hostelero, se antojan cruciales para su propia supervivencia.

«Este fenómeno», señala Begoña Gómez, presidenta de GICA (Gestores Inmobiliarios de la provincia de Cádiz), «se antoja una oportunidad única para trasladar una imagen positiva a los miles de visitantes que podrían interesarse en invertir en una segunda vivienda en la provincia».

«La promoción de nuevos proyectos inmobiliarios», destaca, «es fundamental para las agencias que comercializan estos productos, y es crucial aprovechar el flujo turístico para captar posibles inversores».

«Esto», asegura, «abre una ventana de oportunidad para mostrar la calidad de vida que ofrece la provincia de Cádiz, incentivando a los visitantes a considerar inversiones a largo plazo en segunda vivienda». «Es un momento clave», resalta, «para que las agencias que comercializan estos productos aprovechen este interés y lo conviertan en inversiones reales». Inversiones que en los últimos años han ralentizado su ritmo y para las que la máxima representante de GICA, de cara a generar interés y posibilidades ciertas de comercialización, reclama apoyo a las administraciones públicas, así como «cambios regulatorios que faciliten la financiación a largo plazo, especialmente para compradores más jóvenes».

«Es vital para el desarrollo sostenible de nuestro mercado inmobiliario, y por ende de la economía provincial, abordar cuestiones tanto macro como micro. Desde facilitar el acceso a financiación para los jóvenes. hasta establecer un marco legal claro para las transacciones». «Son pasos», subraya Begoña Gómez, «necesarios para asegurar el crecimiento del sector». Y es que el sector inmobiliario gaditano, pese a las incertidumbres económicas y estructurales existentes a nivel general, es consciente de las fortalezas de un territorio que sigue estando muy de moda y que, como viene sucediendo desde la pandemia, se antoja muy atractivo para aquellos profesionales que pueden desarrollar su trabajo desde casa.

Fortalezas que, unidas a la profesionalidad del sector inmobiliario gaditano, hicieron que, según un estudio relativo al primer semestre de 2023, el 64,9% de las agencias asociadas a GICA (más de un centenar) calificasen la fortaleza del mercado entre aprobado y notable.

«Es un hecho probado que los desafíos estructurales persisten, pero gracias a la profesionalidad de nuestras agencias se ha mantenido un nivel de actividad constante», destaca Begoña Gómez.

Cabe recordar que la demanda que han experimentado las agencias en estos primeros meses de 2023 son mayoritariamente de residencia habitual para sus compradores, «un 71,6% de las operaciones (la mayoría procedente de familias de clase media) y de origen puramente local un 54,1%». Asimismo, las agencias situadas en costa gestionaron una gran demanda de segunda residencia, tanto de origen nacional como internacional.