Tribunales

El maltratador que se cambió de sexo en Sevilla pide la nulidad del juicio

Su letrado considera que si la causa fue instruida como violencia de género no puede ser llevada por un juzgado de instrucción

El abogado José Antonio Sires (i), y la mujer denunciante
El abogado José Antonio Sires (i), y la mujer denuncianteEuropa Press

El maltratador que se cambió de sexo en Sevilla, que está en busca y captura por no cumplir una condena en firme de 15 meses, ha pedido al juzgado de instrucción 6 de Sevilla que se anule el juicio en el que se le piden cuatro años de cárcel, al haber pasado la causa de violencia de género a un juzgado de instrucción.

Según ha explicado el abogado de la víctima, José Antonio Sires, y se refleja en los escritos de los letrados de las dos partes, a los que ha tenido acceso EFE, el abogado de Candy, nombre elegido en el cambio de género por el acusado de maltratar a su exmujer durante varios años, pide que se anule un proceso por el que tendría que haber sido juzgado en dos ocasiones desde el pasado enero, pero en ambos casos ha remitido escritos eludiendo presentarse.

Ahora, su letrado considera que si la causa fue instruida como violencia de género no puede ser llevada por un juzgado de instrucción, como decidió en su día la Audiencia Provincial de Sevilla, basándose en que el cambio de sexo del acusado implicaba que la violencia de género no existía en este proceso.

El escrito del letrado considera "nula de pleno derecho" la instrucción del caso, y reclama que se anule, mientras que el abogado de la víctima, José Antonio Sires, sostiene que, desde que se inició este proceso, "la persona ahora llamada Candy y antes Cándido" ha usado "el resquicio que le permitía" la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI para, "mediante un fraude de ley, eludir la acción de la Justicia".

Según Sires, los hechos que fueron denunciados y que dieron origen a la presente causa "fueron del año 2022, cuando la investigada tenía género masculino, habida cuenta que el cambio de género registral se produce en agosto de 2023”, y alude al artículo 46.3 de la referida ley, que indica que la rectificación de la mención relativa al sexo y, en su caso, el cambio de nombre, "no alterarán el régimen jurídico que, con anterioridad a la inscripción del cambio, fuera aplicable a la persona".

El maltratador, en busca y captura para cumplir una condena de 15 meses de prisión, se enfrenta, por parte de la acusación particular, a una pena de cuatro años de cárcel por presuntos delitos de amenazas, injurias, vejaciones y quebrantamiento de condena, este último por romper la orden de alejamiento de la expareja.

Concretamente, cuenta con una orden de alejamiento de 300 metros y se enfrenta a un año de prisión por quebrantarla, además de dos años por injurias y vejaciones y uno más por amenazas.

Por su parte, la Fiscalía pide dos años y un día de prisión por las amenazas a la mujer y rebaja a ocho días de localización permanente la petición por las injurias, sin pronunciarse sobre el quebrantamiento de condena.

José Antonio Sires ha recordado que Candy tiene hasta cuatro causas pendientes más por distintos hechos hacia su defendida.