Méritos e infamias

Talón de Aquiles

"Las batas blancas cuando salen a la calle no tienen piedad ni entienden de pactos"

Protesta de profesionales sanitarios frente a San Telmo
Protesta de profesionales sanitarios frente a San TelmoEPEP

Mira que todo sucedía como de color de rosa en el feudo meridional y lo estaba disfrutando Juanma Moreno para irritación de todos. De los que perdieron todas las elecciones posibles, la gente de Don Juan, y los que le envidian al presidente andaluz su éxito electoral dentro del Partido Popular. La idea de copiar el «juanmazo» pinchó y el equipo de Feijóo a pesar de las sonrisas y las palmas pegó el gatillazo. Sí, Moreno entró en San Telmo sin ganar las elecciones en 2018 pero lo que se logró después para dar el golpetazo a las encuestas se llama política, no suerte ni estrategia. Por eso, ahora que vienen las curvas, las primeras, ya no le miran con tanta envidia. Las luces rojas se han encendido en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) y esta semana desfiló, uno detrás de otro, media Consejería para intentar taponar la herida de la Sanidad andaluza. A dos días de la Nochevieja y con la esperanza de que el champán haga olvidar las listas de espera y las citas que agotan la paciencia. No será así y si no se ponen las pilas comenzará el fin de la buena suerte, porque por mucha sonrisa que se ponga la Sanidad es un agujero negro que te fulmina el Gobierno. Los grandes dolores de cabeza de Susana Díaz no vinieron de la culebra de los ERE («yo no estaba allí»), ni de la oposición de entonces. Las batas blancas cuando salen a la calle no tienen piedad ni entienden de pactos. Además, todos tus argumentos se detienen cuando no te atienden en el centro de salud. Ya no es la oposición la que soporta tus críticas, sino la gente de la calle la que no puede ir al médico. Si esta crisis del SAS no acaba en un compromiso radical para cambiar la situación de la Sanidad ningún parche, artificio o truco de fin de año salvará los muebles la próxima primavera.