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Mascotas

¿Por qué los perros ponen sus patas sobre las nuestras? Este es el significado según un veterinario

Comprender el lenguaje corporal del perro permite fortalecer el vínculo entre humano y animal, basado en la confianza y la comunicación efectiva

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Quienes conviven con un perro han notado, sin duda, algunos de sus gestos más característicos. Uno de los comportamientos más comunes es cuando los perros apoyan sus patas sobre nuestras piernas, un gesto conocido como "pawing". Este simple acto, lejos de ser casual, encierra un significado claro según expertos veterinarios.

El pawing

Los especialistas explican que los perros, aunque no utilizan palabras, tienen una gran capacidad para comunicarse con nosotros a través del lenguaje corporal, la mirada y pequeños gestos. El ''pawing'' es una forma de comunicación directa y eficaz, que los canes aprenden desde cachorros. Muy pronto descubren que el contacto físico genera respuestas inmediatas, como caricias, atención o incluso comida.

El significado de este gesto varía según la situación y el carácter del animal. Si el perro apoya suavemente la pata mientras recibe caricias, probablemente expresa su satisfacción y busca prolongar el momento. Es una clara señal de afecto, una especie de invitación a seguir compartiendo tiempo juntos.

Sin embargo, si el gesto se vuelve más insistente, acompañado de movimientos repetitivos o pequeños golpes, podría tratarse de una solicitud específica: hambre, ganas de jugar o necesidad de salir a pasear. En estos casos, es recomendable observar el contexto para interpretar correctamente el mensaje.

El veterinario también destaca que el pawing puede ser una manifestación de inseguridad o ansiedad. Si el perro muestra signos de estrés, como orejas bajas o inquietud, podría estar buscando consuelo y seguridad a través del contacto físico. Una caricia o un tono de voz tranquilo pueden ser de gran ayuda en estas situaciones.

Además, algunos perros utilizan este comportamiento para llamar la atención sobre algo en particular. Puede ser que hayan notado un cambio en el entorno, visto algo fuera de la ventana o percibido un olor interesante. Observar otros detalles, como la dirección de la mirada o la posición de la cola, puede aportar pistas adicionales.

Respecto a cómo reaccionar, los expertos aconsejan responder según el contexto. Si se trata de un gesto afectuoso, devolver el contacto con una caricia es ideal. En cambio, si el comportamiento es constante o excesivo, es importante establecer límites para evitar que se convierta en una conducta obsesiva. En casos donde el perro presenta una necesidad constante de contacto físico, se recomienda consultar con un especialista en comportamiento animal, ya que podría tratarse de ansiedad por separación u otras causas profundas.