Investigación científica

Agua mineral: Sin evidencia científica de que la mineralización muy débil sea más sana

Expertos de diferentes especialidades médicas han elaborado un documento con el objetivo de esclarecer ciertos mitos y realidades tales como que su consumo aporta calcio y magnesio o que el sodio no supone un riesgo para la salud

Agua mineral: Sin evidencia científica de que la mineralización muy débil sea más sana
Agua mineral: Sin evidencia científica de que la mineralización muy débil sea más sanalarazon

Expertos de diferentes especialidades médicas han elaborado un documento con el objetivo de esclarecer ciertos mitos y realidades tales como que su consumo aporta calcio y magnesio o que el sodio no supone un riesgo para la salud

Agua del grifo o de botella? Una pregunta que, a día de hoy, parece no tener una respuesta clara, sobre todo porque son muchos los que consideran que la mineral posee propiedades beneficiosas para la salud. Ya sea una u otra, ambas cumplen con la función para que la que están destinadas: calmar la sed y reponer las pérdidas diarias que se producen a través de la orina, el sudor y las heces. Un informe sobre aguas minerales elaborado el pasado mes de julio por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), afirma que «en España el agua del grifo puede cumplir perfectamente esta función porque, según nuestros estudios, está libre de sustancias contaminantes. Sin embargo, en algunas zonas donde el agua corriente es muy dura o tiene un sabor desagradable, es habitual recurrir a las aguas minerales envasadas».

Con el objetivo de arrojar luz sobre este debate, La Asociación Española de Urología (AEU) ha elaborado un documento de consenso que identifica ocho creencias erróneas sobre la hidratación y el agua mineral natural, y las rebate a través de la evidencia científica disponible. En palabras del presidente de la AEU, el doctor José Manuel Cózar Olmo, su elaboración tiene «el propósito de aumentar el conocimiento sobre los beneficios del agua mineral natural, fomentar una educación fiable y promover una correcta hidratación». En el documento han participado expertos del campo de la nutrición, la pediatría, la hidrología y la urología de nuestro país. El término «mineralización débil» es, probablemente, lo que más incite a los consumidores a optar por este tipo de agua. Sin embargo, el documento destaca también que no hay ninguna evidencia científica de que el agua de mineralización muy débil sea mejor para la salud ni que la mineralización sea perjudicial para los riñones. «La mayoría de aguas minerales naturales tienen minerales, y su mineralización única y característica simplemente les proporciona su identidad, su gusto particular», explica el doctor Isidro Vitoria Miñana, especialista en Pediatría y experto en Nutrición Infantil. En este sentido, en el documento también se hace referencia a que los minerales en forma de sales presentes en las aguas minerales naturales son necesarios y saludables. «Los principales son el calcio, el magnesio y los bicarbonatos, que juegan un papel clave en muchos procesos metabólicos», matiza Miñana. Siguiendo con los minerales, entre las creencias erróneas rebatidas en el documento de consenso, destaca el término «residuo seco», una medida que responde a la mineralización del agua, es decir, a la cantidad de minerales, que se encuentran de forma natural en las aguas minerales naturales. «Contrariamente a lo que se cree, el residuo seco nos indica la cantidad de minerales que existen en el agua, como el calcio y el magnesio, ambos necesarios para nuestro organismo», sostiene Miñana.

Sin contaminantes

Otro de los mitos que se rebaten es el hecho de que este tipo de agua sea sometida a alguna manipulación o tratamiento. «Cumpliendo con la reglamentación oficial, el agua mineral natural está exenta de contaminantes, por lo tanto contiene 0 por ciento impurezas», aclara Cózar. Durante todo el proceso de embotellado, desde el momento de su extracción en el manantial hasta su consumo, el agua mineral natural no puede ser manipulada ni tratada por ningún agente externo. Por tanto, no necesita ningún tratamiento de desinfección ni de filtrado para su consumo. Respecto a las dudas sobre el nivel del sodio, los autores del documento aseguran que no hay evidencia científica que su presencia en este tipo de agua constituya un riesgo para la salud. «Beber dos litros diarios de agua mineral natural proporcionaría 40 miligramos (equivalentes a 0,1 gramos de sal), que representan únicamente el 2 por ciento de la ingesta diaria de sodio máxima recomendada dentro de una dieta equilibrada por la Organización Mundial de la Salud», concluye Cózar.

¿ENVASADA ES SINÓNIMO DE MINERAL?

No todo el agua que se vende embotellada es agua mineral. El 96 por ciento del agua envasada que se comercializa en España es agua mineral natural, pero en el mercado se pueden encontrar 3 tipos, tal y como explican desde la OCU.

- Agua mineral natural. Agua subterránea, pura de origen. Su composición mineral es constante, siempre la misma. Las aguas minerales deben presentar análisis periódicos para demostrar la constancia de su composición.

- Agua de manantial. Agua subterránea, pura en origen. Su composición mineral no es constante, puede variar. Sólo deben ser analizadas una vez, antes de comercializarse.

- Agua potable preparada. Agua que se ha tratado (para hacerla potable, por ejemplo).