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Agua y menú antioxidante para lucir una piel radiante en verano

Incluir frutas y verduras frescas de temporada a diario, así como mantener una buena hidratación contrarresta el exceso de radicales libres

Las frutas de temporada ricas en vitamina C y los frutos rojos, acompañados de una buena hidratación, sirven de escudo frente a los radicales libres
Las frutas de temporada ricas en vitamina C y los frutos rojos, acompañados de una buena hidratación, sirven de escudo frente a los radicales libreslarazon

Incluir frutas y verduras frescas de temporada a diario, así como mantener una buena hidratación contrarresta el exceso de radicales libres

El axioma de «somos lo que comemos» es la mejor herramienta para explicar que la dieta es, en la mayoría de ocasiones, la clave para lucir un buen aspecto, una piel radiante y una apariencia más juvenil. De hecho, son varios los estudios que confirman que existe una relación directa entre la renovación de las estructuras de la piel cuando la alimentación llega de productos de baja carga glucémica, como legumbres, cereales integrales, verduras y frutas frescas.

El verano es una época complicada para la piel, ya que se estima que el 80% del envejecimiento que se observa en la epidermis tiene que ver con los daños que ocasiona el sol, sumado a la pérdida de agua que se incrementa en los meses estivales. «La alimentación influye mucho en el estado de la piel, del pelo y de las uñas, porque se trata del reflejo de lo que ocurre en el interior», advierte Elisa Blázquez, nutricionista integrativa. En este sentido, la experta en nutrición holística Beatriz Larrea recuerda que «la piel actúa de frontera porque nos protege de microbios y químicos externos, pero, al mismo tiempo, debe mantener la temperatura corporal y retener y sintetizar vitamina D, sin olvidar que se trata de un sistema de depuración por donde se eliminan toxinas». Por ello, dado que hoy en día estamos expuestos a un auténtico bombardeo de radicales libres, la dieta se convierte en un escudo infalible al alcance de la mano para aportar una inyección muy potente de antioxidantes al cuerpo.

Así pues, sentados a la mesa, las reglas básicas para alimentarse bien durante el verano pasan por hidratarse muy bien y añadir una dosis extra de antioxidantes: «Los alimentos estrella del verano son las frutas, ya que se trata de la época del año en la que más tenemos y cuando más las necesitamos por los nutrientes que nos aportan. De hecho, para que la cantidad de antioxidantes del vegetal sea elevada una de las claves está en optar por los productos de temporada, pues así se habrá madurado en la planta y no en cámaras frigoríficas, aumentando su poder nutritivo. Así, el quid está en comer en cada momento lo que la naturaleza nos proporciona», recomienda Blázquez.

En este sentido, la sandía resulta un básico en la dieta del verano, pues procura una buena hidratación y muy pocas calorías. Pero existen numerosas opciones: «Los melocotones, las zanahorias, las paraguayas y los albaricoques son ideales por contener betacarotenos y potasio. El pepino, el tomate y el aguacate son imprescindibles en las ensaladas veraniegas, ya que aportan grasas monoinsaturadas que nutren la piel, antioxidantes, vitamina C, minerales y fibra», detalla Blázquez, quien añade que, aparte de esto hay otras alternativas muy antioxidantes «como el té matcha, que conviene incorporar en nuestro día a día, dado que posee muchos más antioxidantes que el té común, además de que aporta más hierro, calcio y minerales. Y también podemos destacar los frutos rojos, la frambuesa y la cereza que siguen en temporada».

Además de la importancia de la alimentación, el sueño reparador es otro factor decisivo a la hora de lucir un aspecto saludable: «Es necesario dormir entre siete y ocho horas, porque hay estudios que demuestran que la fatiga crónica incrementa el riesgo de sobrepeso y obesidad. Por otro lado, en cuestión de belleza, el proceso de desintoxicación se potencia durante la noche», asegura Larrea. Y al despertar, Blázquez recomienda «tomar en ayunas un vasito de agua con limón y un té roiboos para favorecer la diuresis».

Balón gástrico sin cirugía

La moda de «adiós al bisturí» también llega a la pérdida de peso. Lo último en llegar es el balón gástrico sin cirugía, «que no necesita endoscopia ni anestesia para su implantación ni para su posterior extracción. Consiste en una cápsula que se traga y con una fina cánula se llena el estómago con 550 ml de líquido, generando un efecto saciante permanente. Tras cuatro meses se elimina de manera natural», explica José Manuel Gómez, director médico de Clínicas Lola Sopeña.