Vacunas
Colaboración ciudadana contra el mosquito tigre
Mosquito Alert, una aplicación móvil desarrollada por varios centros de investigación españoles ha permitido rastrear mosquitos portadores de enfermedades mediante la colaboración ciudadana. Con los datos obtenidos, los científicos están ahora estudiando el riesgo de brotes epidémicos de estos virus en nuestro país
Si alguien le hubiera dicho a Luis P., un participante de la plataforma Mosquito Alert impulsada por la Obra Social “la Caixa”, que la foto de mosquito tigre que envió desde Aragón con su teléfono móvil sería un gran descubrimiento científico, no se lo habría creído. Lo mismo que Jordi S., quien encontró uno de estos ejemplares por primera vez en el prepirineo catalán y también lo documentó con la app.
Este insecto es un vector de varios arbovirus, incluidos el Zika, el dengue y el Chikungunya, que se ha extendido desde el sudeste de Asia a Europa, África, Oriente Medio y América en los últimos 30 años.
La participación ciudadana mediante los dispositivos móviles reduce hasta ocho veces el coste de los métodos científicos tradicionales
Cada vez son más los investigadores que piden la colaboración de la gente para conseguir datos masivos. Pero, ¿esta información tiene suficiente calidad para utilizarla en investigación? Científicos de varios centros españoles publican en Nature Communications un estudio donde se destaca que la ciencia ciudadana puede revolucionar el seguimiento de mosquitos vectores de enfermedades globales como el mosquito tigre.
El estudio –liderado por investigadores del Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y la Universidad Pompeu Fabra (UPF), con la colaboración de las universidades de Murcia y Zaragoza– constata que cuando los programas oficiales de vigilancia y control de mosquitos transmisores de enfermedades utilizan la app colaborativa Mosquito Alert, las actuaciones que se llevan a cabo son muy más rentables.
Según los resultados de 2014 y de 2015, los autores han calculado que la participación ciudadana mediante los dispositivos móviles reduce hasta ocho veces el coste de los métodos científicos tradicionales, que se basan en colocar trampas en lugares estratégicos donde las hembras de mosquito ponen huevos.
Pero la sorpresa ha sido cuando los científicos han comprobado que los avisos hechos por los ciudadanos con la app son igual de válidos que los hechos por los expertos para elaborar modelos de distribución y predicción sobre la expansión del mosquito tigre.
Eliminar previamente errores y sesgos
Sin embargo, John Palmer, investigador Marie Sklodowska-Curie del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF y primer autor del estudio, puntualiza que «antes de utilizar los datos que nos proporciona la ciudadanía es necesario eliminar previamente los posibles errores y sesgos de muestreo para que sean del todo útiles y válidas».
La plataforma ya incorpora una fase de validación de estos avisos, llevada a cabo por un equipo de entomólogos expertos. Según la fiabilidad de las fotos, les adjudican una categoría o bien descartan las que no son útiles. «Cada ciudadano recibe la validación de su foto directamente al móvil en pocas horas y eso hace que la ciudadanía aprenda a reconocer el mosquito tigre rápidamente. En poco tiempo hemos conseguido datos de gran calidad científica, tal como muestra este trabajo», explica Frederic Bartumeus, investigador en el CREAF y director de Mosquito Alert.
Ampliación de las áreas de vigilancia
Los autores del estudio también afirman que, gracias a la ciencia ciudadana, se han ampliado las áreas de vigilancia en el territorio español para estudiar el mosquito tigre. «No es lo mismo tener un equipo de expertos que debe desplazarse a cientos de kilómetros, que tener una red de voluntarios distribuidos por todo el país dispuestos a colaborar con la ciencia», explica Aitana Oltra, coordinadora científica de Mosquito Alert.
Desde el año 2014, el proyecto ha recibido más de 3.600 alertas confirmadas de mosquitos tigre de toda España y algunas han sido excepcionales. Es el caso de los primeros hallazgos hechos en Andalucía, en el Prepirineo de Cataluña, Aragón y Lleida gracias a los participantes de Mosquito Alert. Todos estos hallazgos coinciden en que son lugares alejados de la costa, donde el mosquito tigre reside de manera habitual.
«El mosquito tigre se dispersa muy rápido localmente, pero también hace saltos de larga distancia; sin la ayuda de todos estos voluntarios, que han sabido avisar a tiempo, habríamos tardado mucho más tiempo en hacer estos descubrimientos clave, especialmente en lugares remotos donde normalmente no se le busca «, afirma Roger Eritja, entomólogo del Servicio de Control de Mosquitos del Baix Llobregat y jefe del equipo de validadores expertos de Mosquito Alert.
Validación científica
Todos estos hallazgos tempranos hechos por la ciudadanía se han validado científicamente en colaboración con las Universidades de Murcia y Zaragoza, para dar paso a más inspecciones y el desarrollo de los protocolos estatales de salud pública.
Con las nuevas tecnologías el mundo científico y el cotidiano están más conectados que nunca. Esta conexión es vital para abordar los retos que derivan de la globalización y el cambio climático. «Ahora podemos ir más allá y calcular qué probabilidad tiene una persona de cruzarse con un mosquito tigre. Con esto podremos comprender mejor los patrones de transmisión de enfermedades entre la población, según el contexto ambiental y social», explica John Palmer.
Con todos estos datos, los investigadores ya están preparando nuevos trabajos para evaluar el riesgo de brotes epidémicos de Zika, dengue y Chikungunya en España utilizando los datos que aporta la ciudadanía a Mosquito Alert. Estas enfermedades tienen un gran impacto a la sociedad mundial y agravan los problemas de pobreza y desigualdades.
Hong Kong y Barranquilla
Actualmente las notificaciones hechas a través de la app también ayudan a hacer las tareas de control en zonas donde la plaga del mosquito tigre está presente desde hace años, como en las ciudades de Barcelona y Valencia, y en ámbitos más rurales como en la provincia de Girona.
Por otra parte, gracias a la experiencia acumulada en el estudio del mosquito tigre con avisos ciudadanos, el equipo de Mosquito Alert ha iniciado proyectos piloto en otras ciudades como Hong Kong (China) y Barranquilla (Colombia).
Además, colidera un consorcio Internacional para proyectar este tipo de herramientas a escala global en el que participa el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Mundial de la Salud, las Asociaciones de Ciencia Ciudadana de Europa, América, Australia, África y Asia, así como instituciones de prestigio internacional como el Wilson Centro o la Universidad Johns Hopkins de los Estados Unidos.
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