Prevención
Jengibre, aliado digestivo y antiinflamatorio
Su raíz es un efectivo tratamiento frente a las náuseas producidas por mareos, malas digestiones o quimioterapia. Actúa contra las infecciones del tracto respiratorio y previene patologías cardiovasculares. Su consumo interfiere en terapias anticoagulantes
El jengibre encabeza la lista de plantas que han sabido hacerse un hueco en la cocina. Más propia de la medicina tradicional asiática desde hace más de dos mil años, su irrupción en Occidente cuenta con el aval científico suficiente como para incluirla, no sólo en la dieta habitual sino también para prevenir diferentes enfermedades. En este senido, el doctor Guillermo Benítez Cruz, profesor del departamento de Farmacia y Biotecnología de la Universidad Europea de Madrid explica que «Actualmente, en Europa se considera un aplanta oficial en muchos países cuyo uso aparece reglado en distintas formas farmacopeas. Es un planta de la que se conoce bastante bien sus compuestos químicos y actividades principales». Desde el punto de vista nutricional contiene «aminoácidos, minerales (boro, cromo, cobalto, manganeso, fósforo, silicio, zinc), vitamina C, flavonoides, Ácido oxálico, fibra e hidratos de carbono (50 por ciento) y aceites esenciales», sostiene la doctora Laura Coloma, licenciada en Medicina y Cirugía y especializada en Medicina Natural.
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) a través de su página web oncosaludable.es dedica un apartado a los usos más habituales del jengibre. En concreto, «la raíz de jengibre es un efectivo tratamiento antiemético, contra las náuseas causadas por mareos, malas digestiones o quimioterapia. El tallo es uno de los estimulantes digestivos más potentes porque favorece la secreción de jugos gástricos, mejora los síntomas del reflujo gastroesofágico, favorece la evacuación gástrica y elimina la pesantez posterior a una comida copiosa. Se utiliza para tratar alteraciones del tubo digestivo como la diarrea, el dolor tipo cólico, la falta de saliva, la inapetencia, las intoxicaciones alimentarias».
Nivel tópico
A nivel del aparato respiratorio y cardiovascular también está indicado su consumo. «Disminuye la fiebre, la tos, la inflamación respiratoria y las infecciones del tracto respiratorio y favorece la expectoración. Es un tónico cardiaco, favorece la circulación sanguínea, previene la arteriosclerosis y otras enfermedades coronarias», recogen desde la SEOM. Pero todavía hay más. Coloma sostiene que «también se pueden poner cataplasmas de jengibre en el lugar del dolor articular o muscular». Precisamente, a nivel tópico se emplea, según Benítez, «contra inflamaciones osteoarticulares, contracturas y odontalgias. También es anticatarral y antitusígeno». Como otros usos la SEOM recoge «estimulante del sistema nervioso central y sistema nervioso autónomo; antioxidante con efecto antitumoral; ayuda a eliminar cálculos renales».
Para conocer la dosis recomendada, Benítez hace referencia al Vademecum de Fitoterapia que indica que «para adultos y niños mayores de 6 años es de 0.5 a 2 gramos/día de droga en polvo, en una sola toma o repartidos en varias tomas. Si bien para casos de dispepsia la dosis puede llegar a 4 gramos/día y tomarlo después de las comidas». Se comercializa, principalmente, en fresco, en polvo, en cápsulas y en extracto fluido.
Pese a sus virtudes, esta raiz presenta algunas contraindicaciones. Para Coloma, «no se recomienda tomarlo en enfermedades graves del aparato digestivo como gastritis, enfermedad de Crohn, síndrome del intestino irritable y tampoco en insuficiencia renal, debido al potasio que contiene. Por su parte, el aceite esencial «no se debe usar por vía interna en embarazo o lactancia y niños pequeños», advierte Benítez.
Incluso, su consumo puede tener interacciones con algunos fármacos o tratamientos. «Debido a que el jengibre presenta tanto actividad cardiotónica como antiplaquetaria, y actividad hipoglucémica, las dosis excesivas pueden interferir en terapias cardiacas, antidiabéticas o anticoagulantes. En estos casos debe usarse siempre con prescripción médica». Desde la SEOM recuerdan que «puede potenciar el sangrado en pacientes a tratamiento con anticoagulantes y/o antiagregantes como warfarina, heparina, aspirina, clopidogrel, antiinflamatorios no esteroideos». Asimismo, «puede interferir con algunos fármacos como los anticoagulantes, antidiabéticos orales y antihipertensivos», concluye Coloma.
Adriana Duelo, dietista en AD Dietistas, especialistas en déficit de DAO, : «Sirve como tratamiento paliativo en caso de una crisis de migraña»
-¿Cuál es la relación entre el jengibre y la migraña?
-Durante una crisis de migraña se produce una vasodilatación de las arterias temporales y vasos sanguíneos provocada, entre otros neuropéptidos, por una acumulación de histamina, una molécula que encontramos en los alimentos. Los fármacos que se emplean para aliviar los síntomas de la migraña actúan inhibiendo esta inflamación, pero con efectos secundarios, entre ellos el de bloquear la enzima intestinal que evitaría dicha crisis, la diamino oxidasa o DAO. El jengibre, como potente antiinflamatorio que es, se ha utilizado durante miles de años para tratar la migraña. Estudios recientes demuestran que su uso es seguro y tan eficaz como algunos medicamentos, como el sumatriptan. Por lo tanto, sería interesante utilizar el jengibre como tratamiento paliativo en caso de tener una crisis de migraña junto a una dieta baja en histamina suplementada con enzima DAO como tratamiento preventivo.
-Al ser un antihistamínico natural, ¿es especialmente recomendable para los alérgicos?
-Además de antiinflamatorio, el jengibre tiene la propiedad de reducir la liberación de histamina endógena, mecanismo típico en las alergias, de carácter inmunológico. Lo que hacen los antihistamínicos es reducir dicha liberación y, por lo tanto, si disponemos de plantas medicinales con esta propiedad, sería muy recomendable su uso. Una forma fácil de incorporarlo sería añadiendo un poco de jengibre en las infusiones.
-¿Cómo se debe cocinar?
-Lo mejor es disponer de raíz cruda, sin procesar. Una vez pelada, con la ayuda de una cuchara, debe ser rallada o cortada a rodajas según la cantidad necesaria. Como el jengibre es muy fuerte, con un poco será suficiente; si añadimos más de la cuenta puede arruinar el plato. En una crema de verduras o en un guiso será mejor utilizar el jengibre rallado, mientras que en una receta de arroz con carne debería cortarse a láminas finas. En la repostería e infusiones suele utilizarse en polvo.
-¿Lo puede tomar todo el mundo, incluidos ancianos y niños?
-Solamente se recomienda evitar su consumo en lactantes. De todos modos, la pauta deberá personalizarse según cada caso porque, como vemos, hay contraindicaciones en cada grupo de edad según su estado de salud.
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