Tabaquismo

«El humo también los mata»

La campaña que invita a dejar de fumar por el bien de las mascotas. El Ayuntamiento de Milán ha decidido dar un motivo más a los dueños de animales para dejar de fumar y se ha sumado a una iniciativa informativa de los veterinarios locales, quienes afirman que los más afectados por el humo en casa son los perros de hocico largo

La Razón
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Los dueños responsables de mascotas saben, sin necesidad de que se lo recuerde un artículo de prensa, las obligaciones que conlleva compartir su vida con un animal

Los dueños responsables de mascotas saben, sin necesidad de que se lo recuerde un artículo de prensa, las obligaciones que conlleva compartir su vida con un animal. Algunos de los hábitos que le esperan a quien esté pensando adoptar van desde pasear a su perro tres veces al día, en el caso de que se decida por este animal; llevar a su mascota al veterinario; prevenir las bolas de pelo si opta por un gato, y organizarse bien las vacaciones para que los animales puedan ir con sus dueños o en su defecto estar en un ambiente en el que puedan jugar y disfrutar sin sentir demasiado la ausencia temporal de su familia. Nada que no se compense con la compañía de los mejores amigos del hombre.

Lo que a lo mejor esos abnegados propietarios, o quien no tengan animales de compañía, ignora es que tener mascotas puede servir también para dejar de fumar. Esta afirmación proviene de un estudio de hace algunos años del Henry Ford Health Institute de Detroit (Estados Unidos), donde se concluye que hasta un 28,4 por ciento de fumadores propietarios de animales domésticos dejaría de fumar por el bien de su mascota. Entre los no fumadores, hasta un 8,7 por ciento le pediría a su pareja o familiar que lo dejase por el bien de la mascota y un 14,2 por ciento dejaría de disfrutar de un cigarillo al menos en lugares no ventilados.

Éste y otros estudios más recientes han motivado la primera campaña antitabaco cuyos protagonistas son ellos, los animales domésticos. Es lo que ha pasado en Milán, donde se acaba de lanzar una campaña subvencionada por el Ayuntamiento de la ciudad, la Asociación para el Estudio e Investigación Clínica del Cáncer de Pulmón y la Federación Nacional de Veterinarios. La intención es dar un motivo más a los fumadores para dejar el pernicioso hábito; una iniciativa que parte del Orden de Veterinario de la ciudad. Como explica la doctora Carla Bernasconi, presidente de dicho colegio, se están repartiendo hasta 500 folletos informativos entre un número similar de centros situados en la ciudad y alrededor de su área metropolitana. La intención es concienciar a los fumadores de que sus mascotas conviven en los mismos espacios y son, como los niños y menores, susceptibles de sufrir pasivamente las consecuencias del tabaco. Incluso lo acusan especialmente, dicen; primero, porque los animales están a menor cota de altura, es decir, que son más bajitos incluso que los niños y cuentan con un espeso absorbente natural, el pelo.

Este particular está avalado según el Orden de Médicos italiano por varios estudios, entre los que cabe destacar uno de hace unos días. La Universidad de Glasgow ha publicado recientemente las primeras conclusiones de un estudio que están desarrollando y que esperan tener terminado y publicado antes de que acabe el año. En él se alerta de que los más de 250 productos químicos del tabaco están directamente relacionados con problemas de salud en las mascotas, incluso con el aumento de peso en animales castrados y ciertos daños celulares. Son causa directa de ciertos tumores, como el de sangre en gatos y la aparición de células malignas en perros castrados. También afirman que los gatos sufren mayores consecuencias debido a la ingesta de pelo, mientras que han demostrado que, en sólo diez días después de que los dueños dejaran de fumar, los niveles de nicotina encontrados en el pelo de los ejemplares analizados era significativa mente inferior, aunque siempre superiores a los de otros gatos provenientes de ambientes sin humo. Lo que demuestra, según ellos que fumar en la terraza no evita los problemas de salud de dichas especies.

Otro dato alarmante, dicen, es que las mascotas están más en riesgo que los seres humanos porque pasan más tiempo en casa que los propietarios; están en contacto directo con los fumadores mientras éstos se relajan con el cigarro, ya sea en brazos o al lado en el sofá, y con las superficies en las que se depositan los residuos, con el peligro añadido de que ingieran las colillas. «La nicotina es un potente neurotóxico y es frecuente que los perros, sobre todo, atraídos por el olor de la saliva humana, ingieran cantidades potencialmente letales», alertan desde Milán. Los síntomas que pueden aparecer tras una ingesta van desde el vómito a la diarrea, temblores, exceso de salivación y excitación. Hay que tener especial cuidado con los cachorros porque una dosis que supere los cuatro miligramos por cada medio kilo de peso de la mascota puede ser letal.

Hocicos largos

Hay que diferenciar, además, entre perros y gatos los dos tipos de animales más habituales en las casas sufren la exposición al humo de forma diferente. «Los perros son más vulnerables a tumores de nariz y pulmón. Los que tienen el hocico más alargado sufren más cánceres de nariz, mientras que razas más chatas como el bulldog o el carlino presentan frecuentemente problemas de tipo pulmonar. Los gatos, por su parte, son más propensos a cánceres de boca debido al “grooming” o lavado regular de su pelo, actividad a la que dedican gran parte de su tiempo», afirman los veterinarios. A estas patologías hay que añadir algunas de carácter respiratorio como el asma o la propensión a desarrollar ciertas alergias. Pero además de la teoría está la práctica personal de más de veinte años de profesionales como la doctora Bernasconi, quien relata haberse encontrado con casos de gatos y perros con enfermedades respiratorias crónicas y «casualmente cuando se consulta su ficha y se recopilan nuevos datos sobre los propietarios se descubre que estos fuman», explica la doctora.

En cuanto a las recomendaciones del folleto ilustrativo, algunas son idénticas a las que proponen cuando hay niños en casa. Lo mejor, obviamente dejar de fumar pero si, por el motivo que sea, resulta imposible, hay que seguir sencillas pautas. Por ejemplo, no fumar en lugares cerrados donde ellos estén presentes; tirar la colilla apenas se termina el cigarro y lavarse las manos antes de acariciar a la mascota.

Cartel de la campaña del Colegio de Veterinarios de Milán