Sequía
La sequía también acecha al nacimiento del Duero
El río presenta estos días en su nacimiento en los Picos de Urbión estampas que no son propias de esta época del año y que hacía mucho tiempo que no se veían
La sequía que afecta al campo tiene sus efectos también en uno de los símbolos hídricos de la península Ibérica, el río Duero, cuyo nacimiento en los Picos de Urbión presenta en estos días estampas que no son propias de esta época del año y que hacía mucho tiempo que no se veían.
La sequía que afecta al campo tiene sus efectos también en uno de los símbolos hídricos de la península Ibérica, el río Duero, cuyo nacimiento en los Picos de Urbión presenta en estos días estampas que no son propias de esta época del año y que hacía mucho tiempo que no se veían.
Ni los más viejos del municipio soriano de Duruelo de la Sierra, el primer pueblo que ve cruzar al río Duero en su camino hasta Oporto, han conocido que baje tan seco como lo hace en pleno noviembre y que, en su nacimiento, a 2.150 metros de altitud, esté seco en amplios tramos.
El alcalde de Duruelo de la Sierra, Alberto Abad, ha señalado hoy a EFE que en el pueblo no recuerdan una sequía tan severa en el Duero y, en el mismo sentido, el responsable de la entidad "Meteoduero, meteorología y naturaleza", Agustín Sandoval, quien ha confirmado el preocupante estado que presenta el río Duero en su nacimiento, que frecuenta habitualmente para tomar fotografías y testar la situación.
"Nunca lo había visto así en un mes de noviembre y la mayoría de los vecinos de la zona tampoco", ha lamentado.
Sandoval ha señalado que el Duero está seco en amplios tramos, en su nacimiento, y en el manantial donde están inscritos en un mural los versos de Gerardo Diego ("Río Duero, río Duero/nadie a acompañarte baja/nadie se detiene a oír,/tu eterna estrofa de agua") prácticamente no mana agua.
"Es increíble para primeros de noviembre. No se si se habrá producido antes, pero yo no conozco esta situación en estas fechas", ha insistido.
Las causas de este pobre caudal son los 45 días que lleva casi sin llover, aunque en este fin de semana han caído escasas precipitaciones, la escasa caída de nieve el pasado invierno y las temperaturas máximas, "de puro disparate", que se están registrando en estas fechas otoñales, con 26 y 27 grados en los valles de Urbión.
"La situación que se está padeciendo es excepcional. Y no se prevén temporales del oeste en un plazo medio", ha alertado Sandoval.
De los 1.800 metros a los 2.150 metros de altitud, el cauce del río Duero está seco en el 60 por ciento de este tramo, consecuencia de la excepcionalidad de este año, ya que en un ejercicio normal en Urbión se recogen unas precipitaciones de mil litros por metro cuadrado.
La esperanza está en la lluvia y en la nieve que, en altas cotas de Urbión, está prevista para hoy, y en que las próximas semanas se desencadene definitivamente un otoño que tendrá que ser más lluvioso de lo normal para recuperar el caudal del Duero.
Efe
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