Medio Ambiente

Las mariposas de Madrid, termómetros del cambio climático en la Península

El Regajal-Mar de Ontígona es una de las grandes reservas europeas. Cuenta con 4.600 especies de las que ocho han desaparecido

Imagen de un ejemplar de Zerynthia rumina
Imagen de un ejemplar de Zerynthia ruminalarazon

El Regajal-Mar de Ontígona es una de las grandes reservas europeas. Cuenta con 4.600 especies de las que ocho han desaparecido

El sur de la Comunidad de Madrid esconde una de las reservas naturales más importantes para mariposas. En el Regajal-Mar de Ontígona de Aranjuez crecen desde la mariposa más grande de Europa, la «Saturnia pyri»o Gran Pavón, que llega a medir 16 centímetros, a la más veloz, «Macroglossum stellatarum», que puede volar a más de 60 kilómetros por hora, o las más pequeñas.

Las características del clima y sobre todo la riqueza del suelo son el caldo de cultivo más apropiado para que se desarrollen infinidad de plantas endémicas que alimentan casi en exclusiva (una para cada tipo de mariposa) a las alrededor de 4.600 especies de lepidópteros que hay en la región. De ellas, aproximadamente 224 son diurnas. Por este motivo, ya en 1979, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) consideró este área como la quinta prioridad mundial en la conservación por la importancia de sus mariposas. Sólo en esta zona del Parque Regional del Sureste se encuentra la mitad de las mariposas diurnas de España (unas 136 especies).

La presencia de especies como «Danaus Chrypsippus» o mariposa tigre y el de la famosa mariposa monarca («Danaus Plexippus») indican que el clima de Madrid se ha suavizado, puesto que «se trata de familias de climas tropicales y subtropicales, que antes se podían ver en lugares de costa como Cádiz y que están eligiendo venirse al interior para hacer vida. Todo un serio aviso de que las condiciones meteorológicas están cambiando», explica José González Granados, botánico del Servicio de Conservación del Parque Regional del Sureste. Estas especies, junto a otros tipos de insectos, son los animales con más éxito sobre la tierra, pero también los más sensibles a los cambios. En este caso, su fragilidad se debe a que están vinculadas estrechamente a un tipo de planta nutricia específica. Si la planta desaparece, la especie de mariposas que se alimenta de ella lo hará irremediablemente después. «La mayoría de los insectos son magníficos sensores de alarma y excelentes bioindicadores del estado de salud ambiental de cada ecosistema (España es el país europeo con más diversidad de insectos). Su estudio, catalogación y seguimiento aporta a los científicos los datos necesarios para desarrollar distintos modelos de seguimiento ecológico de cada hábitat», apunta González Granados.

La importancia es tal, tanto por riqueza como por vinculación a lo que ocurre en el clima, que los técnicos de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid estudian y catalogan las diferentes especies que existen en el Parque Regional de Sureste desde hace 30 años. De hecho han estudiado el ciclo biológico completo de unas 304 especies, en las cuatro fases por las que pasa cada una de las mariposas.

Actualmente están trabajando en el sexto volumen de su obra de estudios científicos; un tomo que pretende establecer las mejores fórmulas para que el número de ejemplares y el número de individuos de cada una deje de descender. En los últimos 25 años se han perdido aquí ocho especies, es decir, entre un diez y un 12% del total registrado en la zona. Mientras que el número de ejemplares ha caído un 50%.

Salvar ejemplares

«Las estimaciones a nivel mundial hablan de una pérdida del 70% de mariposas y esto se debe fundamentalmente al cambio climático. Las altas temperaturas medias se desplazan a un ritmo de unos 150 km al norte. Sin embargo, el avance hacia esa latitud de las mariposas se mide en 75 km al año; van mucho más despacio. Por este motivo se extinguen. Su hábitat es muy pequeño y están muy ligadas a las plantas. Si la que las alimentan desaparecen, ellas van detrás. No hay que olvidar otras causas como la degradación de los suelos o la desaparición de bosques», explica Pedro Castaño, director de Parques Regionales.

Además del volumen, la Comunidad está elaborando fichas de cada una de ellas y las divulga a través de los Centros de Educación Ambiental y a través de la web como parte del programa conocer es proteger. «Durante cinco años (2018-2022) publicaremos unas fichas mensuales de una planta y de una mariposa, designadas con criterios botánicos y entomológicos la planta y mariposa del mes respectivamente», explican los técnicos.