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Hungría

Mujeres y jóvenes, los pastores del siglo XXI

Europa considera la ganadería extensiva ovina clave para el desarrollo rural y la conservación

Vanesa Expósito saca cada día a sus ovejas. Unas 300 contando a las parideras que cuando dan a luz no salen
Vanesa Expósito saca cada día a sus ovejas. Unas 300 contando a las parideras que cuando dan a luz no salenlarazon

Europa considera la ganadería extensiva ovina clave para el desarrollo rural y la conservación

Vanesa Expósito Simón es pastora. Su estado de embarazo no le impide seguir sacando a sus casi 300 corderos a pastar en la comarca de Huéscar (Granada). Llegó a la profesión casi por casualidad, cuando su marido enfermó, aunque después de muchos años ejerciendo, ahora cree que no lo cambiaría por ninguno de los otros trabajos que ha tenido, ni siquiera a causa de lo que pueda decir la gente de su pueblo. Históricamente, «las mujeres han sido parte fundamental de la actividad ganadera, cuando ellas empezaron a marcharse, los hombres las siguieron, y ellas tienen, junto a las nuevas generaciones, la clave de la dinamización de la ganadería extensiva. La que fija la población al medio rural y a la que Europa considera imprescindible en la lucha contra el cambio climático», explica Tomás Rodríguez, director de Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y del Caprino (Interovic). No en vano, la UE ha establecido una «Campaña europea de promoción de la carne de cordero y cabrito en España y en Hungría hasta 2020»; en Hungría porque es el único país donde el mercado está al alza (en la Península, el consumo ha caído a un ritmo de hasta el 8% en los últimos 15 años), y en nuestro país, porque entre otras cosas el sector rural, ese que está desapareciendo, puede dar trabajo a medio millón de personas si se apuesta por él.

Somos el segundo productor de cordero de la UE, con un 20% del mercado, pero es que, además, el sector de la carne ovina es «la que mantiene en nuestro país, la ganadería extensiva. Si no se cambia la mentalidad en Europa puede ser que nos quedemos sin ganaderos y agricultores», opina José Antonio Puntas, presidente del Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cordero Segureño (una denominación que engloba Granada, Jaén, Almería, Murcia y Albacete). Se trata de una de las razas ovinas de la Península, cuenta con más de 600.000 individuos de los ocho millones totales de ovejas que hay en el país.

«Cada día es diferente, no hay horario fijo. Es un trabajo sacrificado porque tienes que venir todos los días, pero no es duro», dice Expósito. Hasta que llegue el invierno y ella dé a luz sacará a las ovejas a pastar a pesar de las condiciones climáticas de este altiplano frío en el que la vegetación escasea. Ese es precisamente una de los puntos fuertes de este tipo de ganadería extensiva: que se desarrolla en zonas pobres, de suelos áridos. También tiene otra ventaja: que los corderos y cabras se alimentan de los restos agrícolas que no se aprovechan de otra forma; de hecho, estos días, estos rebaños están comiendo panizo.

Los beneficios para el medio ambiente son múltiples: se calcula que todo el ganado ovino español es capaz de mantener libre de incendios un millón y medio de hectáreas anuales. Además, «el 70% de los hábitats de interés de la UE en España se conservan gracias al pastoreo de cabras y ovejas», según datos de Interovic. Ayudan a mantener la fertilidad del suelo, porque minimizan el uso de productos fitosanitarios; contribuyen el almacenamiento del carbono, sin olvidar la polinización que realizan las ovejas con su lana de forma involuntaria. Además, es una forma de mantener y hacer desarrollo rural, algo que preocupa también en Europa.

Entre los problemas a los que se enfrenta este sector destaca la falta de profesionales (de hecho, sólo un 10-30% de los pastores en España son originarios de aquí) o la caída del consumo de carne, para lo que se buscan cortes más modernos y un nuevo impulso gastronómico en los mercados de proximidad y en los extranjeros con la aplicación de técnicas avanzadas de cocina como la ultracongelación. A esto hay añadir el apoyo de la administración: «En Francia tienen subvenciones los pastores de menos de 40 años (incentivan el recambio generacional); se apoya el cooperativismo, etc.» explica Rodríguez. Si la nueva PAC no apuesta por este tipo de sistemas extensivos, advierten los consultados, pueden que se concentre todo en manos de las multinacionales, como ha pasado con el pollo.