Extremadura

Radón, el gas radiactivo natural que provoca cáncer

En febrero España tiene que aprobar la ley que limita los niveles de exposición a este gas del subsuelo contra el que sólo se puede luchar con una buena edificación

En el mapa interactivo de www.vivesinradon.org puede comprobar si su domicilio está en una zona con niveles altos de este gas
En el mapa interactivo de www.vivesinradon.org puede comprobar si su domicilio está en una zona con niveles altos de este gaslarazon

En febrero España tiene que aprobar la ley que limita los niveles de exposición a este gas del subsuelo contra el que sólo se puede luchar con una buena edificación

Es la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco, según la Organización Mundial de la Salud; entre el 13 y el 14% de los casos de cáncer de pulmón están asociados a la exposición con este gas, según sus datos. El radón es radiactivo, inodoro, incoloro e insípido y se filtra desde el subsuelo sobre todo en zonas graníticas, arcillosas o de arenisca.

Se trata de un factor ambiental natural; el radón es un gas procedente del radio, que a su vez se produce por la descomposición del uranio en la tierra. Dicho elemento se encuentra en los suelos graníticos. «Es el único gas radiactivo y es curioso porque es el propio radio sólido quien lo genera en su proceso de descomposición. Sólo dura como gas 3,8 días. Una vez pasado este tiempo el radón se sigue descomponiendo; se vuelve de nuevo sólido y pasa a convertirse en plomo o polonio. El problema es que el radón es un gas radiactivo y además noble, no se mezcla con nada con lo que si es respirado, llega a los pulmones para sedimentar en forma sólida», explica José Miguel Rodríguez, director de la Fundación para la Salud Geoambiental.

Dicho organismo acaba de poner en marcha un servicio gratuito de información al ciudadano sobre el radón; recopilando todos los datos existentes, y que estaban dispersos, ha elaborado un mapa predictivo para que quien quiera pueda ver si vive en una zona de riesgo por alta exposición a este gas, (disponible en www.vivesinradón.org).

Según estimaciones de la Fundación, el radón mata cada año en España a unas 1.500 personas, aunque no existen estudios «ni se certifica que las muertes por cáncer de pulmón puedan ser debidas a la exposición a dicho gas», matiza Rodríguez. También ofrecen un servicio técnico de medición, recomendado para viviendas que se encuentren en zonas de alto riesgo. «Sólo mediante un diagnóstico realizado por un experto podrá optarse por la técnica de remediación más apropiada, como instalación de membranas antirradón, ventilación del forjado sanitario, sistemas de despresurización activa y pasiva del suelo, etc.», explica Rodríguez.

El problema del radón es, que además de ser radiactivo, se acumula en espacios cerrados o con poca ventilación como las viviendas, ya que pesa nueve veces más que el aire. Esto lo hace especialmente persistente en sitios bajos o sótanos. Además, tiene capacidad para colarse por pequeñas fisuras o grietas del hormigón, las juntas de las tuberías o desagües, etc. Su presencia es mayor en otoño y en invierno, cuando las bajas presiones ayudan al gas a salir a la atmósfera.

España en general no es un país tan expuesto al radón como Irlanda y Reino Unido; las zonas más expuestas de nuestro país son Galicia, Extremadura y la sierra noroeste de Madrid por la composición granítica del terreno. Sin embargo, desde la Fundación creen que «el gobierno tenía que haber empezado a trabajar en las zonas de riesgo en los años 90. Los países de Europa como Francia tienen ya desarrollada su legislación. El gobierno de Irlanda realiza mediciones de radón todos los años en los colegios para tener controlada la exposición. A día de hoy se sabe que hay un borrador de ley que incluye un Plan Nacional de Radón», explica Rodríguez. Y es que España tiene de fecha límite hasta febrero para trasponer la Directiva Europea 2013/59/Euratom. A la espera de conocer el documento, desde la Fundación temen que se fije el límite de niveles de radón en el aire en 300 becquerelios por m3, tal y como fija la UE. «Consideramos que si es esa medida será insuficiente, puesto que la OMS recomienda que los niveles no superen los 100 Bq/m3 ya que se sabe que por cada 100 Bq/m3 de aumento en la exposición del radón, se incrementa un 16% el riesgo de contraer cáncer de pulmón», concluye Rodríguez.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cómo puedo saber si mi casa tiene radón?

Lo primero es mirar el mapa de zonas de riesgo en vivesinradon.org y, si la vivienda está ubicada en una zona de riesgo, consultar la idoneidad de realizar una medición.

¿Cuándo es recomendable hacer las mediciones?

Si vive en una zona de alto riesgo, lo ideal es hacer mediciones cada cinco años. En zonas de riesgo medio se pueden hacer cada 10 años. España no es un país problemático en este sentido, y una gran superficie del país no tiene riesgo de radón, en cuyo caso no se precisan mediciones.

¿Cómo debe ser la medición?

La medición debe tener una duración de al menos tres meses y debe realizarse en otoño-invierno. Las mediciones de corta duración no son las más adecuadas para una vivienda. Suelen utilizarse en estudios concretos o para obtener una primera indicación de concentración, pero nunca tendrá la precisión de una medición de largo plazo.

Tengo un nivel alto de radón en casa, ¿qué tengo que hacer?

Las medidas de remediación pueden variar sustancialmente de una vivienda a otra, dependiendo de su estructura constructiva. Lo ideal es que busque la orientación y ayuda de un experto.

Voy a adquirir una casa, ¿cómo puedo saber si está protegida frente al radón?

Con la actual legislación no hay garantías de que la casa se haya construido con medidas antirradón. Cuando dichas medidas se incorporen en el Código Técnico de la Edificación, habrá que solicitar al vendedor que le garantice documentalmente la protección frente al radón. En otros países, el constructor expide un certificado garantizando este extremo.

En mi casa tengo granito en el suelo y en la encimera de la cocina. ¿Tendré niveles altos de radón?

En principio el radón exhalado por materiales de construcción no supone un riesgo. Sin embargo, siempre es preferible utilizar materiales que no constituyan una fuente de radón.