Valencia
Un laboratorio experimental que dará soluciones a los agricultores en dos años
Los logros que consigan en la finca Sinyent, que compró AVA-Asaja para realizar ensayos de producción, poda, ahorro hídrico, fitosanitarios..., serán trasladados a sus socios
Los logros que consigan en la finca Sinyent, que compró AVA-Asaja para realizar ensayos de producción, poda, ahorro hídrico, fitosanitarios..., serán trasladados a sus socios
Hace cinco años, la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja) adquirió la Finca Sinyent, 25 hectáreas destinadas a la experimentación agraria que están desarrollando con el objetivo de transferir los resultados a los agricultores lo antes posible. Dicho en palabras del presidente Cristóbal Aguado: «Equivocarnos nosotros para que el agricultor no se equivoque». Tras los primeros momentos arrancando malas hierbas y planificando esta «ilusión», como dice Aguado, hace un año y medio empezaron con los ensayos de producción, de abonado, de poda, de variedades..., de los que se empiezan a ver sus frutos.
«Estamos probando diferentes sistemas de poda y hemos conseguido ya casi tres veces más producción con un tipo que con otro. Pero aún es pronto para aseverar que es la más productiva, necesitamos que pase más tiempo porque podrías tener plagas. De momento, la más productiva es podar cada 20-25 días a partir de junio. Es decir, la que podas algo menos es la que por ahora está dando mayor producción», explica Elías Mas, responsable de la finca Sinyent.
Respecto a los ensayos de riego, partiendo de que en toda la finca se hace riego por goteo, están probando qué técnica es más óptima, riego por goteo bajo malla o sin malla. «Puede llegar a haber un 20-30 por ciento de ahorro hídrico cuando se hace riego por goteo en cultivos con malla al haber menos evaporación. Ahora estamos probando en frutales, pero seguro que los resultados serán extrapolables al resto de cultivos», estima Mas.
El único problema es con los portagoteros, porque al no verlos al estar bajo la malla puede alguno estar roto. De ahí que al inicio del año lo que hagamos es revisar todos los portagoteros, levantarlos y limpiarlos». Además, tienen otro as en la manga. Y es que todo el riego de la finca está informatizado. «Desde el ordenador se puede regar en cada parcela. Tenemos 50 programas en los que ponemos diferentes cantidades de agua y nutrientes, así como cada cuántos días», añade.
Y, para tener el tema de los recursos hídricos controlados han hecho un pozo, por si hubiera algún caso de contaminación en el agua de grifo.
Casi 500 variedades
También ensayan con variedades nuevas. «Nuestro primer objetivo es lograr mantener más tiempo la fruta en el árbol», explica Mas. En total, tienen ya 490 variedades, y «por los acuerdos a los que estamos llegando pronto se podría llegar a los 550», avanza el responsable de la finca.
También están probando con fitosanitarios. En este sentido, han llegado a un acuerdo con la Asociación Empresarial Para la Protección de las Plantas, con el fin de que las empresas de Aepla «prueben y demuestren aquí sus productos. Además, los agricultores podrán ver las conclusiones de esos estudios que estarán avalados por una entidad de su confianza», explica Carlos Palomar, director general de Aepla. «Nosotros, como asociación –prosigue–, uno de nuestros principales trabajos es conseguir que nuestros productos se utilicen de manera sostenible porque en eso nos va el futuro, ya que si no se utilizan así no se utilizarán. Un uso sostenible es respetar al vecino, al entorno y eso se hace primero informando y concienciando al agricultor de que el medio ambiente no es su enemigo, sino su complemento y que toda actividad que haga tiene un impacto en el entorno. Por eso estamos haciendo ensayos, como refugios para fauna útil, reciclando los caldos del uso de fitosanitarios, restableciendo márgenes vegetales al lado del río... Tenemos que ser capaces de que se puedan aplicar fitosanitarios sin impactar o contaminar el agua».
En lo que se refiere a biodiversidad, «hemos plantado entre 700 y 800 metros en el espacio que hay entre finca y carretera para poner diferentes especies, como romero, tomillo... que sirvan de plantas huéspedes para atraer insectos y ayuden al control de plagas, como la del pulgón, la cochinilla.... Y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) hará un estudio para analizar qué huéspedes son más interesantes para el control de plagas», precisa Mas. Dicho de otro modo, «insectos contra insectos».
Además, «está previsto el cultivo de arandaneras y otras variedades y analizar en qué medida hay que acidificar el terreno, por lo que vamos a probar en tierra y en cultivos hidropónicos», avanza Cristóbal.
En esta finca, «en la que por el momento hemos invertido casi tres millones de euros –aunque se necesitan unos siete u ocho millones de euros–, estamos haciendo un esfuerzo tremendo», destaca el presidente de AVA-Asaja. Un esfuerzo que no sería posible sin los convenios firmados con el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), la UPV, la Universidad de Alicante, Aepla, Bayer... así como con firmas de maquinaria, riego, abonos, arroz, de nuevas variedades, recuerda Cristóbal. Una finca, por cierto, que también financian gracias a las «ocho o diez hectáreas destinadas a la producción comercial pura que tenemos fuera en sí de la finca», añade.
Y es que esta finca, una iniciativa promovida por los agricultores, algo nada habitual, pretende complementar el trabajo que vienen realizando las administraciones y dar respuesta a las necesidades del sector agrario mediante la investigación y la innovación. Y lo que es más importante, que esta información llegue lo antes posible a sus socios, los agricultores.
«Los equipos técnicos de la casa y el equipo científico valorarán qué es lo que debe transmitirse a los agricultores y lo que es realmente viable e interesante. Calculo que en dos años podremos comenzar a transferir los logros de nuestros ensayos. Antes no, porque sería difícil tener estudios al respecto, creo yo», avanza Cristóbal a A Tu Salud Verde.
✕
Accede a tu cuenta para comentar