Actualidad

Reciclaje

Una máquina transforma los residuos del WC en gas para cocinar

Este invento de una start-up israelí pretende, además de evitar los humos de las cocinas a fuego abierto, eliminar los residuos en países en vías de desarrollo

Esta start -up consigue sin agua, y gracias a un proceso de digestión bacteriana, acabar con los restos orgánicos de los que obtiene gas metano para uso doméstico y fertilizante
Esta start -up consigue sin agua, y gracias a un proceso de digestión bacteriana, acabar con los restos orgánicos de los que obtiene gas metano para uso doméstico y fertilizantelarazon

Este invento de una start-up israelí pretende, además de evitar los humos de las cocinas a fuego abierto, eliminar los residuos en países en vías de desarrollo

Más de 3.000 millones de personas todavía cocina a fuego abierto, utilizando madera o gas en el mejor de los casos. «El humo en el interior de las casas es el asesino silencioso en muchos países en vías de desarrollo. Respirar estos gases equivale a fumar 400 cigarrillos al día. Sólo el año pasado 4.3 millones de mujeres y niños murieron en el mundo por esta causa y los que no mueren, sufren asma y otras afecciones respiratorias», dice Oshik Efrati, emprendedor de Homebiogas. Esta start-up se fundó en una pequeña población israelí en 2012 y comercializa un electrodoméstico que elimina la basura directamente en casa, convirtiendo los residuos orgánicos (una familia produce entre uno y tres kg al día) en biogás y fertilizante.

Lo que empezó siendo un prototipo, que los emprendedores probaron en su propia casa, se transformó en un proyecto de cooperación. Uno de las instalaciones más significativas que han realizado estos años se llevó a cabo en Palestina en colaboración con instituciones como el «Peres Center for Peace» o la Sociedad Palestina de la Vida Salvaje. En él trabajaron conjuntamente 60 universitarios israelíes y palestinos, además de personal profesional, para montar un total de cien unidades de Homebiogas en las casas de otras tantas familias beduinas. En estas comunidades nómadas aproximadamente un 90% de los niños sufre asma debido a los humos. Cada familia ahorró 23 dólares al mes en la compra de gas para quemar, además de des hacerse de sus residuos y los de sus animales.

«Todo se tira dentro, incluido las sobras de los animales, también los de granja como vacas o cerdos. La basura entre en el área de digestión; es lo que nosotros llamamos el estómago, porque en su interior las bacterias anaeróbicas –que aparecen de forma natural en el proceso de descomposición– se encargan de eliminar la materia sólida y crean gas como consecuencia de su propia digestión. El metano se almacena en un depósito en la parte superior», explica Efrati. Con este pequeño equipo, es posible gozar cada día con dos o tres horas de gas gratuito.

Además de gas, se obtiene fertilizante líquido orgánico «ya que aproximadamente el 70% de la basura orgánica que se tira en las casas contiene agua», continúa el emprendedor. El aparato no necesita conectarse a la red ni energía suplementaria puesto que lo único que usa es bioenergía. Se puede adquirir por 650 euros y montar sin ayuda de un instalador. La primera vez que se utiliza se requieren tres semanas para obtener gas para cocinar, pero a partir de ahí el proceso es continuo: «Cada día se descompone una parte: primero los azúcares, luego las grasas, etc.. Gracias a este proceso de transformación de los propios residuos, se ahorran alrededor de seis toneladas de CO2 a la atmósfera, el equivalente a un coche familiar», afirma Efrati.

Ahora les compran en más de cien países, también industrializados. Los clientes también pueden utilizar este aparato para calentar agua, aunque la solución está pensada especialmente para cocinar, sobre todo en los lugares remotos. «Una familia en Uganda o Kenia paga un dólar al día para comprar combustible para sus cocinas. Es muchísimo. En esos países se buscan sistemas de financiación pública para que las familias al cabo de poco tiempo, y una cantidad subvencionada, puedan ser dueñas del Homebiogas», confirma el emprendedor. Este años han vendido 400 unidades y acaban de sacar su última innovación: un inodoro con el que convierten en biogás los restos fecales de las personas. Hay que tener en cuenta que unas 4.500 millones de personas en el mundo no tienen acceso a inodoro.

El WC, que tiene un precio de 800 dólares, no utiliza agua con lo que ahorra sólo en cada tirada cinco litros.