Educación
10 claves para una buena relación padres-colegio
La relación entre la escuela y la familia se ha estrechado mucho en los últimos años. ¿Dónde está el límite?
La relación entre la escuela y la familia se ha estrechado mucho en los últimos años. ¿Dónde está el límite?
Con las asociaciones de padres como bandera, la complicación de éstos en los centros educativos es cada vez mayor y , para los expertos, necesaria. Sin embargo, a veces, la colaboración postiva puede convertirse en intromisión, derivando en un enfrentamiento entre padres y centros que afecta, fundamentalmente a los hijos. Estas claves te ayudarán a no sobrepasar los límites.
1. Apertura y comunicación. La escuela no puede permitirse el lujo de levantar “barreras” que impidan la participación de las familias. Una difusión eficaz de lo que sucede en el centro es esencial tanto para su buen funcionamiento como para mejorar el rendimiento escolar global.
2. Inclusión y participación. A veces, ocurre que son una minoría de familias las que tienen la línea directa con la escuela. Tanto desde dirección como desde las Ampas se debe incluir al máximo número posible de padres. Los centros que afrontan retos como comunicarse con los padres que no pueden asistir a las reuniones o que hablan lenguas distintas, tienen un mejor rendimiento global.
3. Todos a una. Padres y escuela han de compartir objetivos comunes para ir en sintonía. Idealmente estos serian aquella que tenga como resultado un hijo/alumno bien educado en todas sus facetas y que llegue a ser la mejor versión de sí mismo, como persona y como ciudadano. “Si fijamos este objetivo, la relación se personaliza”, aseguran desde Fapel.
4. Relación con el maestro. Es fundamental. La Fapel indica como idónea establecer una relación fluida y frecuente, donde, al menos tres veces por curso haya encuentros entre familia y maestro que permitan abordar todos los aspectos de la educación de cada niño.
5. Hablar de la escuela en casa. Un estudio con 25.000 alumnos de EEUU evidenció que hablar de la escuela y casa —conversaciones entre padres e hijos sobre las actividades escolares y el contenido curricular—, inciden más en el rendimiento académico que cualquier otro abanico de medidas parentales.
6. No criticar. Los padres jamás deberían criticar a la escuela delante de los hijos. Si algo no les gusta, deberían hablarlo con el centro, pero no con los hijos o con los otros padres, como se hace con frecuencia, en la puerta del colegio o vía redes sociales. Solo se consigue emponzoñar el ambiente.
7. El respeto, siempre. No se pueden consentir tampoco las faltas de respeto y amenazas que algunos docentes reciben por parte de padres equívocos abogados de sus hijos. “Los problemas con el profesor se solucionan en la escuela y no en los grupos de WhatsApp de la clase”, observa el docente Oscar González.
8. Trabajar la confianza.Está comprobado que el rendimiento mejora cuando mediante la comunicación se fomenta la confianza entre maestros, alumnos y padres. Desde la Fapel resaltan que “es fundamental la conciencia de todos de que el otro’ no es el enemigo". Es importante no sobreproteger a los hijos.
9. Perder el miedo. Hay centros reticentes a que los padres participen porque ven a las familias como controladores y fiscalizadores de su trabajo. La nueva pedagogía insiste en que la participación hoy es indispensable así que hay que abrir puertas, dejando claro, por eso, el sitio de cada uno.
10. En positivo. Los padres han de ayudar a sus hijos a desarrollar actitudes positivas hacia el aprendizaje, además de buenos hábitos de trabajo. Desde Alianza Educativa se pide extender esta actitud positiva hacia el mundo de la educación, tan intoxicada por el pesimismo y el desánimo.
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