Alimentación
La dieta vegetariana podría ayudar a salvar el planeta
Evangelistas de las dietas vegetarianas y veganas son tremendamente rápidos a la hora de citar una creciente evidencia de que la reducción del consumo de carne mejora la salud humana en un intento de ganar adeptos.
Evangelistas de las dietas vegetarianas y veganas son tremendamente rápidos a la hora de citar una creciente evidencia de que la reducción del consumo de carne mejora la salud humana en un intento de ganar adeptos. Del mismo modo, los activistas del cambio climático a menudo citan cómo los productos animales influyen sobre el medio ambiente para abogar por cambios en las prácticas.
Ahora, en una nueva investigación publicada en la revista PNAS y que recoge la edición digital de la revista Time, se combinan las dos perspectivas para demostrar que la adopción generalizada de las dietas vegetarianas y veganas podría salvar millones de vidas y billones de dólares. "Existe un enorme potencial", dice el autor del estudio, Marco Springmann, un investigador en la Universidad de Oxford, "desde una perspectiva de salud, una perspectiva ambiental y una perspectiva económica."
Los investigadores evaluaron cuatro escenarios diferentes con los seres humanos que consumen niveles variables de la carne para evaluar los vínculos entre la dieta, la salud y el medio ambiente. El nivel más bajo de consumo de carne -generalizada adopción de la dieta vegetariana- podría ayudar a evitar más de 8 millones de muertes en el año 2050, según el estudio. Una dieta vegetariana ahorraría 7,3 millones de vidas.
Los impactos ambientales de un cambio en la dieta podrían ser tan dramáticos, según los investigadores. Solo el ganado representa más del 14% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, y en 2050 el sector de la alimentación podría ser responsable de la mitad si los recortes se aplican en otros sectores a lo largo en los países se han comprometido a hacerlo. Una dieta vegetariana o el vegetariano podría reducir las emisiones en un 70% y 63%, respectivamente.
En términos económicos
Cambios en los patrones dietéticos podrían ahorrar hasta billones de dólares anuales mediante la prevención de los costes de salud y pérdida de productividad.
La colocación de un valor monetario a los beneficios de la dieta vegetariana podría desempeñar un papel significativo en la política pública sobre estos temas, según Springmann. Los políticos suelen llevar a cabo un análisis de rentabilidad antes de implementar nuevas reglas y en la nueva investigación podrían proporcionarles un punto de partida para la contabilización de los beneficios económicos.
El estudio también muestra cómo los beneficios de cambiar los patrones dietéticos varían de una región a otra. Algunas áreas, a saber, Asia oriental, América Latina y países occidentales con ingresos altos se beneficiaron de la reducción del consumo de carne roja. Otros en Asia meridional y África subsahariana, fueron los más beneficiados de una mayor ingesta de frutas y verduras. Estos detalles pueden ayudar a los legisladores a crear nuevas formas políticas, tal y como confirman los investigadores.
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