China
Los terapeutas de espalda: quién es quién
¿Cuál es la diferencia entre un traumatólogo, un fisioterapeuta y un quiropráctico? Entonces, ¿para qué debo acudir a un osteópata? ¿Sirve la acupuntura? Los dolores de espalda pueden tratarse con diversas manos; te explicamos en qué se centra cada experto.
Los dolores de espalda pueden tratarse con diversas manos; te explicamos en qué se centra cada experto.
El dolor de espalda afecta, al menos una vez en la vida, a casi un 90% de la población. La parte inferior de la espalda, las lumbares, y las cervicales, situadas en la parte superior, son las zonas que más sufren debido a una mala higiene postural o a traumatismos de diversa índole. Generalmente, no se trata de trastornos graves pero sí limitan la calidad de vida. Por ello, es importante saber a qué experto hay que consultar para que pueda tratar y curar el dolor.
La primera visita al traumatólogo
En primer lugar, es aconsejable acudir a un traumatólogo, especialista médico que se dedica a las lesiones del aparato locomotor, ya sean traumáticas, congénitas o adquiridas. El experto realizará una primera valoración con una entrevista conocida como anamnesis y realizará una exploración física. Es posible además que recomiende realizar pruebas radiológicas simples o más avanzadas como el TAC y la resonancia magnética.
Una vez establecido el diagnóstico con un tratamiento farmacológico y fisioterápico adecuado, el paciente podrá mejorar al cabo de un año.
Cuándo acudir a un fisioterapeuta
La fisioterapia está destinada a disminuir al máximo el dolor, relajar la musculatura, mejorar la movilidad y estimular el riego sanguíneo. El profesional acreditado puede tratar lumbalgias, dolor en las cervicales, en otras regiones de la espalda así como escoliosis, osteoporosis, hernias discales... Lo más recomendable es que se acuda por derivación, es decir, cuando el traumatólogo lo ha indicado. Sin embargo, son muchas las personas que buscan la ayuda de un fisiterapeuta por iniciativa propia. En este caso, el experto realizará una valoración previa mediante una entrevista y exploración para conocer los síntomas del paciente.
El tratamiento consistirá así en masajes con fines terapéuticos, movilizaciones articulares, movimiento pasivo de partes blandas... También puede recurrir a ultrasonidos, microondas, electroterapia de baja y media frecuencia para relajar la musculatura contracturada y disminuir el dolor o aplicación de calor. Además, es un excelente orientador sobre qué ejercicios debe realizar el paciente en casa y reeducará la postura para evitar recaídas en el futuro.
Cuando el dolor se vuelve crónico y el paciente no se recupera con fisioterapia puede acudir a otras técnicas que pueden resultar de ayuda e, incluso, curar los síntomas. En estos casos, es muy importante que se confirme que el profesional está acreditado y que tenga experiencia en la aplicación elegida.
Buscar ayuda en la acupuntura
La acupuntura está basada en la Medicina Tradicional China, y considera que los trastornos del cuerpo están relacionados con un desequilibrio energético. Para reequilibrarlo, se introducen unas agujas finas en unos puntos concretos que corresponden a los distintos órganos del cuerpo y reestablecen el flujo de la energía. Además, se consigue un estímulo local que el organismo interpreta como un problema. Seguidamente, activa sustancias antiinflamatorias y curativas. Asimismo, el sistema nervioso central se pone en marcha para mejorar la zona dañada.
La acupuntura no entraña ningún riesgo siempre y cuando se realice por un profesional cualificado. Eso sí, es recomendable asegurarse de que las agujas estén esterilizadas y que se destinen a un solo uso.
Por qué recurrir al quiropráctico
En España, la quiropraxia no está contemplada como disciplina médica como la fisioterapia. Sin embargo, muchos fisioterapeutas la utilizan ya que ha resultado ser eficaz para tratar dolores en la columna vertebral (cervical, dorsal y lumbar), problemas óseos, articulares y musculares, migrañas, zumbidos en los oídos, vértigos, etc. Basada en la relajación mediante la manipulación (que debe realizarse de forma rápida y profunda) de la zona que existe entre los huesos, la quiropraxia hace un mayor hincapié en aquellos situados en la columna vertebral.
El trabajo del osteópata
Por último, la osteopatía sostiene que el estrés, las alteraciones emocionales, las lesiones traumáticas o una postura incorrecta afectan al sistema músculo-esquelético, a los órganos internos y a su funcionamiento. Al igual que la quiropraxia, también es una asignatura frecuente entre los profesionales de fisioterapia, por lo que es aconsejable buscar un osteópata que además posea la titulación de fisioterapeuta. El especialista en osteopatía podrá tratar lumbalgias, ciáticas, dolores articulares y musculares y a nivel mecánico causados por la falta de ejercicio, traumatismos, dolores de cabeza, dolores menstruales, otalgias, vértigos, etc. Su técnica consiste en manipulaciones suaves e indoloras que persiguen detectar posibles limitaciones o bloqueos en los músculos, tendones o ligamentos.
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