Alimentación
Mejora tu bienestar en tres sencillos pasos
Alimentos orgánicos, cosmética sin parabenos ni siliconas y fuera los hidratos de carbono de las dietas. Contar el número de calorías consumidas, las horas de gimnasio, y por supuesto fuera las grasas (y sí, las patatas fritas son el mal). ¿No pensáis muchas veces que vivimos sometidos a una constante tiranía sobre cómo comer o cómo cuidarse? A veces cuando vuelvo la vista atrás y pienso, por ejemplo, en mi abuela, tan fuerte, tan todoterreno y siempre con ese aspecto inmaculadamente saludable me planteo si verdaderamente ella dejaba de comer hidratos por las noches porque engordan. Seguramente no.
Alimentos orgánicos, cosmética sin parabenos ni siliconas y fuera los hidratos de carbono de las dietas. Contar el número de calorías consumidas, las horas de gimnasio, y por supuesto fuera las grasas (y sí, las patatas fritas son el mal). ¿No pensáis muchas veces que vivimos sometidos a una constante tiranía sobre cómo comer o cómo cuidarse? A veces cuando vuelvo la vista atrás y pienso, por ejemplo, en mi abuela, tan fuerte, tan todoterreno y siempre con ese aspecto inmaculadamente saludable me planteo si verdaderamente ella dejaba de comer hidratos por las noches porque engordan. Seguramente no.
Esto me lleva a plantearme si no será el momento de hacer una especie de borrón y cuenta nueva y relajar un poco nuestra actitud ante la vida. De esta forma, y siguiendo un poco la filosofía de vida de mi abuela, y de nuestras abuelas, aquí van tres sencillos pasos para mejorar nuestro bienestar (sin dejar de cuidarse y quererse, claro).
1. Cómo comer: comenzamos por dejar de buscar en cada envase de un producto la etiqueta “libre de grasa” o “bajo en grasa”. Las grasas son buenas, debemos consumirlas; simplemente limitémoslas. Sobre el hecho de que sea orgánico o ecológico, obviamente cuanto menos procesada haya sido su creación, mucho mejor, pero si no, no pasa nada. Equilibra tu semana con alimentos saludables y date caprichos de vez en cuando, es fundamental para mejorar la vitalidad y el estado de ánimo.
2. Cuándo comer: a la hora de comer, lo mejor es hacerlo en 5 tiempos, cada 2 ó 3 horas, porque así mantendremos los niveles de azúcar en la sangre, esos mismos que harán que no nos peguemos un atracón cuando nos sentemos a la mesa a la hora de la comida o de la cena. Hay que seguir una rutina de alimentación cada poco tiempo, porque así estaremos constantemente provocando a nuestro metabolismo. Por si fuera poco, una alimentación constante también nos ayudará a recuperarnos mejor de las tensiones de la vida cotidiana.
3. Horas de sueño: hemos hablado en numerosas ocasiones de la importancia del sueño, de dormir y de dormir bien. Nuestro cuerpo se resetea por las noches, por lo que debemos darle un margen de tiempo para hacerlo. El problema es que el estrés diario nos hace que a la hora de acostarnos, no logremos desconectar de las tareas diarias y aquí llegan los problemas. O bien no conseguimos conciliar el sueño (cada vez hay un mayor número de insomnes) o bien nos dormimos pero la calidad del sueño es muy baja y no es suficiente para que nuestro cuerpo, y nuestra mente, logre descansar.
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