Qué comer (y qué no) para una piel sin acné

Son cosa de adolescentes, pero granos y espinillas pueden reaparecer también pasados los 30... y a los 40. El tabaco, cremas faciales con demasiado aceite, el ciclo hormonal o factores hereditarios pueden causarlos. La alimentación también influye. Toma nota.

SÍ

LEVADURA DE CERVEZA. “Es una gran fuente de vitaminas del grupo B, y se considera un clásico como coadyuvante en el tratamiento del acné”, señala la dermatóloga Paloma Cornejo.

NARANJAS. La mayoría de frutas y verduras garantizan vitaminas y minerales para una piel sana. En esta época están en su esplendor, además, te proporcionan un chute de antioxidantes.

ZANAHORIAS. Son fuente de vitamina A, que según Cornejo “es probablemente la vitamina que más contribuye al bronceado, ya que favorece el desarrollo de pigmentos en la piel”.

TÉ VERDE. Los ponifenoles que contiene protegen ante el efecto cancerígeno de los rayos UVA, según sugieren estudios de la última década recogidos por el Instituto Nacional de Salud de EE UU.

NO

LÁCTEOS. Una dieta rica en lácteos, sobre todo el consumo de leche desnatada, puede producir acné, según los resultados de una investigación de la revista científica British Medical Journal.

EMBUTIDOS. “Como pasa con el chocolate, hay personas que empeoran por su consumo”, apunta Cornejo, que precisa que “hay una parte de mito y otra de realidad” acerca de su influencia.

AZÚCAR. “A más glucosa, más insulina produce el páncreas, lo que en la mujer se puede traducir en un aumento de andrógenos que originen el acné”, afirma el doctor Francisco Salvador Rodríguez.

CARNE ROJA. “Se ha visto que las dietas ricas en grasas, como la carne roja tienen relación con el problema, aunque no sean determinantes”, señala la dermatóloga Elia Roo.