Farmacia
«El modelo de farmacia española está respaldada por la ley europea»
1- Lleva apenas unos meses en el cargo, pero ¿cuáles son los retos a corto y medio plazo?
-Son muchos los retos a los que iremos respondiendo y quiero destacar tres para la farmacia comunitaria: lograr que las administraciones introduzcan a la red de farmacias en las estrategias de salud; su implicación en la atención sociosanitaria y domiciliaria y, por último, y muy importante, conseguir la dispensación de las innovaciones farmacológicas en las farmacias, en beneficio del paciente. El desarrollo profesional continuo de los farmacéuticos, la colaboración con las universidades para que la formación de grado responda mejor a las necesidades sanitarias y la innovación en los procesos asistenciales serán también líneas de trabajo importantes.
2- El próximo 25 de septiembre es el Día Mundial del Farmacéutico. ¿Cómo van a celebrarlo?
-Este día es una oportunidad para que la sociedad visualice al farmacéutico, la importancia de su labor social y sanitaria. Desde los colegios y el Consejo General organizaremos diferentes actos en los que se pondrá en valor el trabajo que realizan diariamente los farmacéuticos, tanto en las farmacias como en otras facetas sanitarias. Además, las farmacias expondrán en sus establecimientos unos carteles conmemorativos con el lema de este año «El farmacéutico, tu aliado en salud».
3- Este Día Mundial lo organiza la Federación Internacional Farmacéutica, cuya presidenta es su antecesora Carmen Peña. ¿Pesa la labor que desempeñó?
-No pesa, es fundamental. He tenido una antecesora brillante, que nos ha dejado un legado importante en el que tenemos que seguir trabajando.
4- ¿Hay mucho o poco de continuidad en su programa?
-Vengo del equipo de Carmen Peña y su programa ha sido también el mío. A ella le ha tocado vivir la presidencia en unos años convulsos para el país, en los que la farmacia ha respondido con profesionalidad en los peores momentos, ha sido solidaria y ha asumido grandes sacrificios. En esta nueva etapa creo que ha llegado ya el momento de reconocer el esfuerzo de los farmacéuticos –como le manifesté al ministro de Sanidad en la toma de posesión– y contar profesionalmente con nosotros, y por ello voy a trabajar sin descanso.
5-¿Qué es lo que queda pendiente de la hoja de ruta de Córdoba?
-Tenemos definido el marco y queda todo por desarrollar. Queda mucho por hacer y no lo podemos hacer solos. Necesitamos el apoyo de las administraciones sanitarias, de los pacientes de otros profesionales sanitarios. Como le oí una vez a Carmen Peña, la Declaración Córdoba es una declaración de amor de la Farmacia al paciente. Trabajaremos en la puesta en marcha del desarrollo práctico de los diez compromisos porque todos ellos responden a mejorar la Sanidad y la atención sanitaria al paciente.
6-Una de sus luchas constantes es la liberalización de la botica. ¿Cree que este debate está cerrado?
-Debería estar cerrado porque el modelo de farmacia español está respaldado por las sentencias del Tribunal Europeo de Justicia. En España, existe un consenso político y social en torno a nuestro modelo de Farmacia y así ha quedado patente en los últimos años cuando recibió el apoyo de las comunidades autónomas, del sector, de profesionales sanitarios, de consumidores y pacientes y de diversos parlamentos autonómicos. Por todos estos motivos, no entiendo por qué se sigue insistiendo en algo que ha demostrado ser bueno tanto para los ciudadanos y pacientes como para el sistema. A modo de ejemplo, recientemente se ha presentado un informe de un grupo de expertos de la Comisión Europea en el que se alerta de los peligros derivados de introducir o incrementar los principios de competencia en el sector salud. El texto recoge ejemplos de desregulación en las farmacias, detallando la repercusión que tuvo sobre la calidad de los servicios en Noruega, Suecia e Inglaterra: un aumento de la carga de trabajo para los farmacéuticos, menos consejo para los pacientes y menor formación de los profesionales.
7-¿Cómo está la farmacia española en la actualidad tras el daño y la grieta que ha originado la crisis?
-Pues, como el resto de la sociedad, la Farmacia también está tocada. Hemos vivido situaciones de impago de las recetas en algunas comunidades autónomas, que ha generado situaciones dramáticas. Las fuertes medidas económicas que afectaron a la farmacia, diez entre los años 2010 y 2014, han supuesto una reducción en la factura del Sistema Nacional de Salud de 9.300 millones de euros. La farmacia, que representa el 15 por ciento del gasto sanitario de las comunidades autónomas, ha generado desde 2009 el 43,5 por ciento del ahorro total del Sistema Nacional de Salud. Además, han surgido farmacias con viabilidad económica comprometida, unas mil farmacias a las que se ha tenido que aplicar un índice corrector del margen sobre el medicamento para que pudiesen seguir prestando servicio a la población.
8-¿Cuáles han sido los daños más «irreparables» de la crisis?
-Hemos trabajado para que no se generasen daños irreparables para la farmacia, demostrando con datos su situación económica, y su valor social y sanitario. Si tengo que destacar algo, diría que la salida de decenas de medicamentos de diagnóstico hospitalario de las farmacias, dificultando el acceso de los medicamentos a los pacientes, ha sido una de las consecuencias más graves, situación en la que vamos a trabajar para revertirla.
9-¿Cuál es el papel sociosanitario al que está llamado el boticario?
-La capilaridad de la red de farmacias en España hace que el 99 por ciento de la población tenga una farmacia donde reside, y esto hay que aprovecharlo, porque somos estructuras sanitarias accesibles a los pacientes. Vamos a defender el papel esencial de la Farmacia en la futura estrategia sociosanitaria, porque beneficia a la Sanidad y al paciente. Los farmacéuticos pueden prestar servicios necesarios en el ámbito sociosanitario, tanto en el domicilio del paciente como en los centros residenciales o de día. Algunos de estos servicios pueden ser: colaborar en la identificación de pacientes crónicos; participar en la gestión clínica y en el equipo de gestión del caso del paciente; mejorar el uso de los medicamentos y la adherencia a los tratamientos (sólo este problema genera unas 18.400 muertes en España y un gasto de 11.250 millones de euros); mejorar la correcta administración, preparación y conservación de los medicamentos; formar a pacientes y cuidadores; detectar problemas relacionados con el uso de los medicamentos e interacciones con otros medicamentos, alimentos, etc., muy frecuentes en las personas mayores y polimedicadas.
10-¿Está a favor o en contra de una supervisión por parte de Hacienda de los descuentos a las farmacias por parte de los fabricantes?
-Estaré siempre a favor de la transparencia, y no hay mayor transparencia en Sanidad que el gasto púbico en medicamentos, gracias a la facturación de la red de farmacias que permite conocer mes a mes con exactitud los medicamentos dispensados con cargo al Sistema Nacional de Salud. Los descuentos a las farmacias –por volumen de compras o por pronto pago– constan siempre en factura y son transparentes para el Sistema, y así debe seguir.
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