Salud
Fabien Guez: «El médico no es un policía, su trabajo es aconsejar y prevenir»
A pesar de todo lo que sabemos en la actualidad sobre la prevención de hábitos saludables, ¿por qué cuesta tanto que la salud se ponga de moda sin caer en los extremismos insanos?
-Sin duda, todos deberían saber qué hacer ya que la información es hoy muy accesible. Sin embargo, a pesar de esta cantidad de conocimiento sobre el estilo de vida saludable, las personas no siguen estas instrucciones. Una de las razones clave es que no tenemos ningún síntoma antes del incidente cardiovascular o ataque cardíaco, por lo que resulta muy difícil sensibilizar a la población. El colesterol, la diabetes... son sólo cifras en el análisis de sangre; el tabaco no cambia nada en la salud o en su estado de ánimo hasta que el ataque al corazón (y, cada vez más, el cáncer) y la presión arterial alta realmente muestran cualquier síntoma. Es por eso que resulta muy difícil de explicar con elementos concretos.
-El ejemplo de los médicos que fuman, muy común en las consultas del siglo pasado, es un hecho que no se ve «saludable» y sirve para acursar de que no predican con el ejemplo. ¿Puede ser este el primer obstáculo para lograrlo?
-Los médicos son seres humanos como todos nosotros, pero hoy en día cada vez menos médicos todavía fuman, por lo tanto, no creo que ya sea un problema que sirva como excusa para no cuidarse.
-El corazón constituye el motor del cuerpo humano. Cualquier fallo en él puede provocar un trágico desenlace. ¿Hasta qué punto somos conscientes de esto?
-La gente es consciente de que conoce los factores de riesgo como el sobrepeso, el tabaquismo, el colesterol y la historia familiar cardiovascular; y éste es el arduo trabajo de los médicos: explicarlo una y otra vez. La población debe conocer que un ataque cardiaco no conduce a la muerte, sino más a menudo a una vida muy dura y mala.
-¿Qué es mejor: usar el miedo a las consecuencias o razonar para que las personas sigan las indicaciones?
-El médico no es un policía, su trabajo es aconsejar y prevenir, no puede forzar a los pacientes a seguir sus instrucciones. Lo mejor que se puede hacer siempre es explicar la enfermedad junto a los factores de riesgo y sus consecuencias, para que el enfermo se convierta en un actor en su propia vida.
-¿Cuál es el secreto para preparar al corazón para vivir 100 años?
-No sólo se trata de una única fórmula, sino de muchos secretos: practicar el deporte que te gusta realizar de forma frecuente, comer de todo pero con moderación, disfrutar cada uno de su trabajo, someterse a chequeos médicos regulares y pensar de forma positiva. En resumen, disfrutar de la vida.
-El tabaco es el gran talón de Aquiles de la Medicina moderna. Una espada de doble filo, ya que su venta está permitida, muy regulada legislativamente, pero sus impuestos son los que sirven para financiar la salud en muchos países. ¿Por qué, si es tan dañino, no está estrictamente prohibido?
-Fumar es el factor de riesgo cardiovascular más importante, los impuestos derivados de su consumo-venta no son suficientes para pagar el coste médico de sus implicaciones. Pero no está prohibido obtenerlo, tenemos que analizar esto y, sobre todo, educar más y más desde la escuela. El aumento de los impuestos y los precios no son la vía más importante para conseguir reducir las cifras de tabaquismo.
-Hay que practicar deporte, pero a veces es un desencadenante de problemas en personas que no se han movido en su vida y quieren hacer todo en una semana. ¿Dónde se encuentra el equilibrio?
-Ejercitarse físicamente constituye un factor muy importante para disfrutar de esperanza de vida en buenas condiciones, pero tiene que hacerse de la manera correcta, con regularidad durante toda la vida, adaptada a su psique, morfología, gusto, presupuesto y, en general, con placer. Y algo muy importante: consulte al médico cuando tenga molestias durante el mismo.
-Somos una sociedad que vive en estresada. Es innato para el ser humano, pero ¿cuándo y cómo es dañino?
-El estrés puede ser un factor de riesgo, pero generalmente sólo amplifica los síntomas. Está implicado como factor de riesgo el derivado del trabajo, y se debe controlar su influencia en la obesidad.
-En cuanto a esto: la obesidad, es la nueva epidemia en una humanidad obsesionada con la silueta y los kilos. ¿Cómo se ve esto?
-Existe una paradoja entre la obesidad y la apariencia, depende de la cultura del país. Por ejemplo, en EE UU no es importante, pero no en los países latinos. No olvide que uno puede tener diabetes, hipercolesterolemia sin sobrepeso. Y es mejor tener un sobrepeso ligero y practicar ejercicio que ser delgado y sedentario.
-Mujeres y corazón. Poco se sabe que no somos iguales en esto, ¿por qué?
-Las mujeres desde hace décadas comenzaron a trabajar fuera de casa, a fumar, a estresarse en el trabajo, a tomar hormonas y anticonceptivos, es por eso que las enfermedades cardiovasculares son cada vez más frecuentes. El otro punto es que son realmente diferentes a los hombres en muchas áreas y sufren síntomas propios. El pronóstico en ellas es peor porque las arterias coronarias son más delgadas que en los varones. Por suerte, los cardiólogos en esta materia tienen un «sexto sentido» y cada vez se conocen más las diferencias.
A vuela pluma
Fabien Guez es una figura de referencia en el país galo. El cardiólogo ejerce la Medicina en su consulta privada en París y en el hospital público Ambroise-Paré de Boloña. Su carisma le ha llevado a compaginar su carrera profesional con la de la divulgación. En esa senda ha escrito un libro «Cómo (no) tener un ataque al corazón» (Urano); edita una revista interactiva de Cardiología «Planéte Cardio Mag»; y presenta cada domingo el programa de radio «Check-Up Santé», el único espacio radiofónico de Francia dedicado a los profesionales.
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