Salud
I+D, sostenibilidad, transparencia: 15 años de compromiso
Un axioma entre los físicos formula que nada existe si no lo observas. De alguna manera, en esta sociedad de la información en la que vivimos, cabría decir que nada existe si no lo comunicas
Un axioma entre los físicos formula que nada existe si no lo observas. De alguna manera, en esta sociedad de la información en la que vivimos, cabría decir que nada existe si no lo comunicas. Por eso es importante para un sector tan sensible y que tanto valor tiene para la sociedad, como el sanitario, la existencia de medios de comunicación que sepan trasladar a la sociedad no solo qué hace, sino cómo y porqué lo hace.
Por eso hay que saludar el esfuerzo y aportación que en este sentido ha venido haciendo el suplemento A TU SALUD, del diario LA RAZÓN, que celebra su decimoquinto aniversario, y animar desde este espacio que nos ceden a que persevere en esta labor informativa especializada en el ámbito de la salud. En estos 15 años, y en lo que a la industria farmacéutica en España se refiere, no ha cambiado la esencia de nuestro compromiso con pacientes, profesionales sanitarios, sistema de salud y sociedad en general, pero sí lo ha hecho el modo de concretar tal compromiso. La razón de ser de la industria farmacéutica, y por tanto su primer compromiso con la sociedad, es la investigación y desarrollo de medicamentos, actividad gracias a la cual los pacientes disponen cada vez de tratamientos más eficaces y personalizados, y con menos efectos adversos. En estos tres lustros hemos visto, por poner dos ejemplos, cómo el VIH/sida se ha consolidado como una enfermedad crónica, cuyos pacientes pueden hacer una vida normalizada, o cómo la hepatitis C ya se cura.
Tales logros son resultado de décadas de investigación, en un modelo liderado por la industria y cada vez más abierto, multinacional y colaborativo que se ha demostrado exitoso. En España, en estos últimos 15 años, la inversión ha crecido un 75%, pasando de los 619 millones de 2003 a los 1.085 de 2016. Y eso a pesar del impacto que ha tenido la profunda crisis económica. Del mismo modo se ha ido consolidando la tendencia a la colaboración con centros públicos y privados. La mitad de esos recursos destinados a I+D se dedicaron a contratos con centros de investigación, universidades y hospitales, lo que convierte a la industria farmacéutica en uno de los principales dinamizadores de la investigación en España y contribuye a mantener a este país en la vanguardia científica.
A este compromiso se liga el de la sostenibilidad del sistema sanitario. De poco sirve lograr el mejor medicamento si éste no llega a quien lo necesita. En estos 15 años, la factura en medicamentos ha sido el objetivo de muchas medidas de ajuste presupuestario, a menudo aprobadas de forma intempestiva y al margen de acuerdo con la industria farmacéutica. Desde Farmaindustria hemos insistido en la necesidad de diálogo para buscar fórmulas que conciliaran el control del gasto con la inversión de la industria en España y, ante todo, el acceso al medicamento.
Una prueba del valor del diálogo leal es el Convenio de colaboración suscrito por Farmaindustria con el Gobierno, que se firmó a final de 2015 después de largo tiempo de trabajo conjunto. Renovado ya dos veces en los años posteriores, es un instrumento clave de control presupuestario (la industria se compromete a devolver la diferencia si el gasto público en medicamentos crece por encima de lo que lo hace el PIB) y también una garantía de acceso de los pacientes al medicamento. España está hoy así al nivel de los países de referencia en acceso sin poner en riesgo la sostenibilidad del sistema sanitario, y el Convenio ofrece un marco de estabilidad y predictibilidad que está contribuyendo a que el país sea uno de los más atractivos para hacer investigación biomédica. Sobre esta base España está en condiciones de afrontar los desafíos que implica la medicina de precisión, que está ya logrando nuevos medicamentos más específicos y efectivos. Hacia el futuro hay que trabajar para utilizar la capacidad que la transformación digital ofrece para medir mejor los resultados de la innovación, lo cual nos permitirá tomar decisiones en base a la evidencia y ganar en eficiencia para el sistema y calidad y efectividad para los pacientes.
Junto a todo esto, en estos quince años también ha evolucionado sobremanera nuestro compromiso con la ética y las buenas prácticas. Desde 2002, la industria farmacéutica innovadora en España se rige por un sistema de autorregulación, reflejado en nuestro Código de Buenas Prácticas, que no ha dejado de evolucionar. Fruto de ello ha sido la iniciativa de transparencia, que empezó por la publicación de las sanciones y acuerdos de mediación en aplicación del Código y continuó con la publicación de las colaboraciones con las organizaciones de pacientes y, desde hace tres años, con la de las colaboraciones con organizaciones y profesionales sanitarios.
La industria farmacéutica se ha puesto así en vanguardia en transparencia, en una apuesta que busca darse a conocer cada vez mejor a la sociedad y que en todo caso, como en el resto de aspectos mencionados, deberá seguir evolucionando en el futuro. Seguro que en los próximos 15 años viviremos una etapa aún más apasionante, y confío en que A TU SALUD encuentre en todo ello argumentos de interés que comunicar a la sociedad.
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