Investigación científica
La microcirugía revoluciona el tratamiento del glaucoma
El uso del láser detiene esta patología –que afecta a 60 millones de personas en el mundo– en casos incontrolados y elimina la dependencia de las gotas o colirios
El glaucoma es una de las causas más frecuentes de discapacidad visual y ceguera en el mundo. Según la Asociación Mundial del Glaucoma afecta a un total de 60 millones de personas en el mundo y en 2020 se espera que afecte a más de 80 millones de personas.
En España afecta a un 0,5-4 por ciento de la población, llegando incluso al 5 por ciento entre las personas mayores de 50 años. El glaucoma consiste en un aumento de la presión intraocular que daña el nervio óptico y provoca una pérdida progresiva e irreversible de la visión. Casi siempre esta alteración del campo de visión se produce de forma gradual e indolora y comienza por la parte más periférica del campo de visión, por lo que los pacientes no la perciben hasta que está muy avanzada. Por ello, «la revisión oftalmológica, especialmente en el caso tener familiares afectados, es clave para el diagnostico precoz y tratamiento adecuado y así detener la enfermedad», afirma el doctor David Antolin jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital La Milagrosa de Madrid. Sus manifestaciones son variables.
n El glaucoma crónico no produce ningún tipo de síntomas. Antes de que el paciente se percate de que su visión no es tan buena como solía puede haber un daño irreversible de sus nervios ópticos. Existe la creencia de que los pacientes con glaucoma ven una mancha negra en alguna zona de su campo visual. Esto no es cierto, y lo más habitual es que los afectados no noten nada hasta una fase muy avanzada, en la cual se percibe una cierta visión borrosa o solamente una mayor «torpeza» a la hora de encontrar objetos concretos, como libros en una estantería.
n En la fase terminal la visión queda reducida a la zona central del campo visual, de forma que el paciente tiene la sensación de mirar a través de un tubo. Un diagnóstico precoz de la enfermedad en este caso puede llegar a controlar el nivel de presión y evitar que el glaucoma avance.
n El glaucoma agudo es poco frecuente, aunque dramático, con una súbita y muy dolorosa pérdida de visión, que si no es tratada de forma urgente puede ocasionar una ceguera definitiva e irreversible.
Ayuda médica
Dado que el glaucoma es asintomático, es decir, que el paciente puede sufrir un glaucoma avanzado sin haber notado absolutamente nada es muy importante que los pacientes no esperen a tener síntomas para realizar una revisión periódica en su oftalmólogo de confianza. A partir de los 40 años una toma anual de presión intraocular en su médico oftalmólogo es una medida de prevención muy adecuada.
Los tratamientos habituales hasta la fecha han estado basados en la aplicación diaria de colirios que reducen la presión intraocular, pero existen también tratamientos mediante láser o intervenciones quirúrgicas que pueden contribuir a detener el glaucoma en casos incontrolados o minimizar, e incluso eliminar la dependencia de las gotas. Los tratamientos láser, como la SLT (Trabeculoplastia Selectiva), buscan reducir la presión intraocular de una forma sencilla (requieren pocos minutos), indolora y segura. Se realizan en la consulta, sin necesidad de anestesia, siendo la recuperación prácticamente inmediata.En los últimos años contamos con nuevas técnicas en microcirugía del glaucoma que permiten tratar con éxito casos antes incontrolables, con una drástica reducción en el número de complicaciones. «Gracias a la microcirugía se ha conseguido una tasa de éxito prácticamente absoluto en los pacientes con glaucoma», concluye Antolín, experto y referente nacional en el tratamiento del glaucoma.
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