Deportes
Las lesiones por el «running» se han incrementado un 27%
Gracias a la práctica diaria de ejercicio incrementamos nuestro bienestar general, pero antes de iniciarse en cualquier deporte es conveniente conocer nuestro estado físico y los requerimientos de la actividad que vamos a realizar.
Recomendaciones
► Realizar un adecuado calentamiento y estiramientos.
► Utilizar un calzado adecuado en función de la pisada de cada persona.
► Tener un correcto descanso del cuerpo (dormir al menos siete horas diarias).
► Buena alimentación e hidratación antes, durante y después del esfuerzo.
► Adquirir complementos dietéticos que intervengan en la formación y regeneración del cartílago.
Estado físico
Gracias a la práctica diaria de ejercicio podemos mejorar nuestra forma y resistencia física, aumentamos la autoestima, reducimos el nivel de estrés... en definitiva, incrementamos nuestro bienestar general. No obstante, antes de iniciarse en cualquier tipo de deporte es conveniente conocer nuestro estado físico y los requerimientos de la actividad que vamos a realizar para saber si nuestro cuerpo está preparado para asumir ese esfuerzo o no. Sobre todo, si la actividad supone un esfuerzo intenso en un breve espacio de tiempo como es el caso del running, que dadas sus características de sencillez, gratuidad y accesibilidad cada día gana más adeptos.
«Pero si el cuerpo no está lo suficientemente entrenado y capacitado indica el doctor Oscar Ubaldo Peñalba Suárez del servicio de Traumatología del Hospital La Milagrosa-Solcot muchas partes del cuerpo sufren ante este repentino e intenso ejercicio». Además, «el running es una disciplina bastante agresiva, señala el doctor Álvaro Sáez-Arenillas, también del equipo del Servicio de Traumatología del Hospital La Milagrosa-Solcot, debido al gran número de contactos e impactos que hay contra el suelo, pudiendo llegar a producir lesiones en los cartílagos, tobillos e incluso artrosis a largo plazo».
Sin preparación
De hecho explica, el doctor Peñalba, «en nuestro servicio hemos visto un incremento de un 27,5 por ciento en los últimos dos años en el índice de lesiones traumatológicas deportivas debido al aumento de personas que se inician en esta práctica deportiva, sin la preparación y el asesoramiento necesarios. Tal es así que hemos registrado una tasa superior de lesiones por sobrecarga como: condropatías de rótula, tendinitis y tendinosis rotulianas y del tendón de aquiles, metatarsalgias y fracturas de stress de los metatarsianos centrales del pie, como las más frecuentes, además de otras como lumbalgias, trocanteritis, lesiones meniscales etc».
Una de las partes que más puede verse afectada a raíz de la práctica de running, es el cartílago de las articulaciones, el encargado de amortiguar las sobrecargas y evitar fricciones entre los huesos, la lesión de esta importante estructura es una de las principales causas de artrosis degenerativa a largo plazo. En concreto, las lesiones que con más frecuencia se diagnostican en este colectivo de pacientes (corredores) en el Servicio de Traumatología del Hospital La Milagrosa de Madrid son las relativas a la rodilla, aunque le siguen de cerca las lesiones de cadera y de tobillo. Por ello, es preciso conocer y aplicar las técnicas de protección articular para garantizar un óptimo entrenamiento y rendimiento, así como una mejor movilidad articular. El doctor Sáez-Arenillas resalta la importancia del cuidado de las articulaciones «mediante una correcta planificación del entrenamiento, realizar un correcto calentamiento y vuelta a la calma, hacer estiramientos , una buena hidratación y alimentación y un descanso adecuado».
Antes de iniciarse en esta práctica, el equipo médico del Servicio de Traumatología del Hospital La Milagrosa-Solcot, recomienda tener en cuenta varios aspectos, el estado físico, el tiempo que debemos dedicar a realizar ejercicio y a la alimentación antes, durante y después de la actividad deportiva. En cuanto al estado físico, «si una persona no está habituada a hacer deporte diariamente, es importante que un profesional lo guie en los inicios del entrenamiento y si no es así mejor comenzar por aficionarse a la marcha rápida o paseos e ir incrementando el ritmo de forma progresiva. No obstante y aunque la persona sea deportista habitual que se inicia en la práctica del running también es conveniente entrenar la musculatura específica y realizar una adaptación progresiva», concluye Peñalba.
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