Más atención a las primeras señales de las enfermedades reumatológicas

El dolor en el pecho es una consulta médica frecuente, pero las molestias y dolores en las articulaciones se infravaloran y sólo se busca ayuda cuando es ya tarde para revertir la dolencia

El dolor persistente en las articulaciones, que muchas personas pueden padecer durante años, como una molestia «leve» o «propia de la edad» es una de las señales que merece la pena escuchar. Lo explicaba José Luis Andréu, presidente de la Sociedad Española de Reumatología (SER) en un reciente encuentro científico celebrado en La Coruña. Los especialistas a los cuales representa la SER tratan enfermedades que afectan a los sistemas musculoesquelético e inmunitario y que sufren unos diez millones de personas en España.

Se estima que una de cada cuatro personas mayores de 20 años padece una enfermedad reumática. Las más comunes son la artritis reumatoide y la osteoporosis, pero los reumatólogos también tratan la gota, el lupus eritematoso sistémico, el síndrome de Sjögren, la fibromialgia y el dolor lumbar, entre otras. Eso incluye enfermedades raras, algunas de las cuales afectan sobre todo a mujeres en edad fértil. Son motivo de entre el 10% y el 15% de las consultas de Atención Primaria y del 10% de las urgencias hospitalarias. Además, provocan entre el 17% y el 19% de las incapacidades laborales.

No obstante, muchos pacientes tardan años en acudir a la consulta, un hecho que los especialistas viven como frustrante porque está demostrado que el diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado pueden evitar daños permanentes, discapacidad e incluso afectación de órganos como pulmones, corazón y riñones. Mercedes Freire, reumatóloga del Complejo Hospitalario Universitario de La Coruña y responsable del comité organizador del encuentro, considera importante que la cultura preventiva llegue a las consultas de Atención Primaria y a la población general, porque hay que evitar que los pacientes sobrelleven la enfermedad a base de antiinflamatorios o medicación para el dolor durante años sin un verdadero tratamiento.

Incluso se ha establecido una relación con el riesgo cardiovascular, que es menor en los pacientes de reumatología que se identifican y tratan a tiempo. Con las terapias disponibles en la actualidad, es posible que un paciente viva como si no tuviera la enfermedad.

Susana Romero, presidenta de la Sociedad Gallega de Reumatología, explica que la relación de las dolencias reumatológicas con la enfermedad cardiovascular es clave. Controlar adecuadamente un proceso inflamatorio en una enfermedad reumatológica puede redundar en una reducción del riesgo cardiovascular. «Los reumatólogos vigilamos mucho los marcadores de inflamación», indica esta especialista. Los avances en investigación biomédica y la experiencia de años con los pacientes han hecho que el mensaje de José Luis Andréu sea eminentemente positivo: «Hace no tantos años, nuestras consultas parecían ‘‘zonas de guerra’’, con muchos pacientes apoyándose en muletas o dependientes de una silla de ruedas. Hoy en día uno no podría diferenciarlas de las consultas de otras especialidades. El panorama es completamente diferente». La SER ha puesto en marcha un expositor itinerante, denominado Reumasalud, que estuvo abierto en La Coruña durante el congreso, para velar por la salud articular y proporcionar información básica sobre las principales enfermedades del sistema locomotor.

Reumasalud está diseñado como una suerte de «centro médico improvisado» en el que cualquier persona puede recibir consejo médico a pie de calle e incluso someterse a la práctica de pruebas para detección de las enfermedades reumáticas más comunes. Quienes se acerquen pueden hacerse ecografías para la detección de artrosis, artritis y otras dolencias articulares, así como densitometrías óseas, pruebas para el diagnóstico y seguimiento de la osteoporosis, que también se emplean para predecir el riesgo de fractura en personas que se encuentran en situación de riesgo.