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Móstoles

Nuevo abordaje prometedor del deterioro cognitivo en párkinson

En el Hospital HM Puerta del Sur de Móstoles son pioneros en la puesta en marcha de un ensayo con técnicas LIFU para tratar la neurodegeneración

Cuando se padece párkinson la dopamina no funciona correctamente | Antonio Cruz, La Razón
Cuando se padece párkinson la dopamina no funciona correctamente | Antonio Cruz, La Razónlarazon

Desde el Puerta del Sol, Móstoles, se han encontrado avances en el deterioro cognitivo del párkinson

En España, el Centro Integral de Neurociencias HM Cinac, dirigido por el doctor José Obeso ha puesto en marcha un estudio pionero para evaluar la seguridad y la viabilidad del uso de la técnica LIFU (Ultrasonido Focal de Baja Intensidad) en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Supone un ensayo pionero que viene a replicar lo que ya se ha demostrado con los ultrasonidos en otra patología neurodegenerativa como es el alzhéimer. En esta patología ya se ha demostrado su seguridad y «debido a los pocos recursos terapéuticos existentes en la demencia derivada del párkinson, se ha iniciado este ensayo orientado a este grupo de pacientes», explica Carmen Gasca Salas en el Centro Integral de Neurociencias HM Cinac, en el Hospital HM Puerta del Sur en Móstoles (Madrid).

Este centro ya es pionero en HIFU en España, otra técnica de ultrasonidos destinada al tratamiento sin cirugía de trastornos neurofuncionales como el temblor esencial y la enfermedad de Parkinson. Este transductor de ultrasonidos está acoplado a una resonancia magnética (RM) de 3T (también disponible en HM Cinac) para el diagnóstico por imagen. El proceso consiste en aplicar en una diana de pocos milímetros, un tratamiento de ultrasonidos que genera hipertermia localizada y, finalmente, ablación de la zona diana.

Como explica Gasca Salas, «en este caso se trata de ultrasonidos focales de baja intensidad (LIFU). Se emplearán para abrir de manera focal y reversible la barrera hematoencefálica (una barrera natural del cerebro que limita la entrada de muchas sustancias y medicamentos), lo que podría permitir, en un futuro, revertir los procesos neurodegenerativos que se derivan en la demencia que puede asociarse con la enfermedad de Parkinson. Se aplicará en determinadas zonas del cerebro donde haya daño pero sin causar lesión. Junto a los ultrasonidos, se introducirán por vía intravenosa microburbujas que facilitan abrir la barrera hematoencefálica. De este modo, podremos verificar la seguridad y viabilidad del LIFU, para en un futuro introducir moléculas con acción terapéutica. Además, como objetivo secundario mediremos la eficacia». Este trabajo es un ensayo clínico fase I, «en el que seleccionamos muy bien a los pacientes, unos pocos –cinco– con unas especificaciones muy concretas, como la edad –entre 60 y 80 años– y en buen estado de salud, para ver hasta qué punto es seguro», manifiesta la neuróloga del centro madrileño.

Dadas las características del estudio, en el mismo no sólo interviene el equipo de Neurología del HM Cinac, sino un completo grupo de profesionales multidisciplinares que ayudan a «verificar que el paciente, pese a sus comorbilidades, pueda permanecer sedado, de forma leve, durante las tres horas que dura el proceso y que no tenga contraindicaciones para el procedimiento», detalla Gasca Salas. Por ello, los dos pacientes que actualmente han sido incluidos ha sido sometidos a un exhaustivo control de salud. «Un equipo de médicos intensivistas han certificado que las personas están preparadas, además de que, durante el proceso, están presentes vigilando la monitorización de las constantes de los invididuos», subraya la neuróloga. Este equipo consta además de neurocirugía, enfermería, ingenieros de imagen y neuropsicólogos.

Asimismo Gasca Salas expone que «empleamos la técnica PET/RM cerebral para obtener información de las zonas afectadas y en la que vamos a intervenir. Además, tras el procedimiento hacemos una nueva RM para verificar los resultados, a las 24 horas otras y a los 15 días se repite de nuevo todo el proceso. Porque otra de las variables que medimos es si podemos añadirle el carácter de tratamiento repetitivo».

Los resultados de la técnica, a pesar de contar sólo con dos voluntarios iniciales, serán cruciales para que los pacientes diagnosticados con esta enfermedad se beneficien en un futuro. En España, son casi 150.000 personas las que conviven con la patología, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), y supone la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente en nuestro país tras la enfermedad de Alzheimer, aunque en 20 años, como apunta Gasca Salas, «se prevé que se dupliquen las cifras».

De ahí la importancia de contar con herramientas terapéuticas, además de fármacos más precisos, para ofrecer soluciones a los afectados, ya que si bien en el 70% de los españoles diagnosticados con Parkinson superan los 65 años, el 15% de los casos se dan en personas menores de 50 años. «En HM Cinac, también mediante los estudios de imagen que hacemos con el PET/RM investigamos qué pacientes con párkinson serán susceptibles de desarrollar la demencia. Esto nos servirá para conocer qué necesitan y si resulta posible adelantarnos a su evolución», concluye Gasca Salas.