Salud
Trayectorias paralelas
«Cuando hace 15 años La RAZÓN apostó por editar el suplemento A TU SALUD, el sector sanitario lo agradeció»
«Cuando hace 15 años La RAZÓN apostó por editar el suplemento A TU SALUD, el sector sanitario lo agradeció»
Desde Ribera Salud sentimos una gran implicación con la profesión periodística, pues creemos que entre ambos sectores existen muchos puntos en común. Profesiones vocacionales, periodistas y sanitarios trabajamos al servicio de la sociedad; somos servicios públicos que nos esforzamos diariamente para dar la mejor atención a los ciudadanos y debemos ser garantes de ese servicio público.
Creo que una sociedad democrática y madura siempre necesitará un periodismo serio, responsable y valiente; al igual que creo que la salud de nuestros ciudadanos requiere de unos profesionales especializados, cualificados y capacitados.
Cuando hace 15 años LA RAZÓN apostó por editar el suplemento A TU SALUD el sector sanitario lo agradeció porque se echaba de menos que existiera una publicación de estas características en España. ¿Quién dijo entonces que el periodismo tenía un mal diagnóstico?
Al mismo tiempo que las rotativas de LA RAZÓN entraban en funcionamiento, Ribera Salud ponía en marcha en España el primer modelo de colaboración público privada en sanidad: el llamado Modelo Alzira, por la localidad de la Comunidad Valenciana donde nació. Desde entonces, tenemos trayectorias paralelas y nuestra evolución ha sido recogida en vuestras páginas, –en muchas ocasiones con alabanzas, en algunas ocasiones con críticas–, pero ya sabemos que el buen periodismo siempre es objetivo.
Creo que una sociedad avanzada no se mide por el número de periodistas, si bien es cierto que no está garantizada sin un buen periodismo. La creciente demanda social de informaciones sobre temas sanitarios se ha visto correspondida con un notable aumento de esta especialidad informativa en los medios de comunicación, y es algo por lo que felicito a LA RAZÓN. 15 años consolidan una publicación, y más, en un sector donde aparecen y desaparecen cabeceras constantemente.
La pérdida en la diversidad de los medios de comunicación es negativa para la sociedad porque ésta fomenta la competencia y la creatividad, porque permite comparar, extraer conclusiones para incentivar la mejora continua y hacernos más libres. Y lo mismo es aplicable a cualquier sector y, por supuesto, también al que me dedico: el sanitario.
Miro con inquietud el momento actual de conjunción de crisis periodística y de «crisis de modelo». Pero creo firmemente que el buen periodismo gozará siempre de buena salud. Sobrevivirá. Otra cosa son los soportes. Es el «modelo tradicional» el que está en crisis. Y de eso... entiendo un poco. Respetando siempre los principios básicos que han hecho de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) un referente internacional, la diversidad de modelos de gestión resulta positiva para la sociedad porque la pluralidad fomenta la mejora, permite analizar y extraer conclusiones para, desde la excelencia, lograr un mejor servicio a los ciudadanos.
Sin embargo, en el escenario actual, me parece lamentable que no nos demos cuenta de que los retos a los que se enfrenta la sanidad son desafíos globales, no locales; y que los países más avanzados de Europa están recurriendo a la colaboración público privada para hacerles frente. Un modelo de colaboración que algunos tratan de demonizar a pesar de los avales de reconocidas instituciones, universidades y organismos internacionales, o de informes como el que emitió hace no mucho la Sindicatura de Cuentas a petición del propio gobierno valenciano.
Un estudio que concluyó que los hospitales públicos de gestión privada suponen un ahorro del 25% a la Administración Pública, que su lista de espera es mucho más reducida, que sus indicadores de calidad son muy superiores, dan una mayor satisfacción al ciudadano y la inversión por habitante es prácticamente el doble. Sin embargo, estas conclusiones no fueron tenidas en cuenta a la hora de prorrogar el contrato en Alzira anteponiendo el prejuicio al juicio.
Este es el ejemplo de mayor inseguridad jurídica que se puede producir pues, tanto si haces como si no haces un trabajo de excelencia, la respuesta del gobierno siempre es la misma. ¿Qué incentivo tendrá la empresa por hacer un magnífico trabajo?, ¿Qué imagen damos internacionalmente si el propio gobierno no tiene en cuenta y hace caso omiso a los resultados de los estudios independientes que él mismo encarga?
Aquí ha fallado la lealtad institucional. El diálogo, la transparencia y el rigor deben ser nuestra seña de identidad. Siempre he reclamado un debate profesional, sereno, consensuado, con datos; y un observatorio que, de manera independiente, los recoja y los presente a los ciudadanos. Al igual que siempre he reclamado un periodismo que verifique, contraste y, sólo entonces, publique.
Brindo por estos 15 años del suplemento A TU SALUD, y porque haya más periodismo de calidad y con mayor pluralidad para los sanitarios, y más sanidad de calidad y sostenible para los ciudadanos.
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