Extrema derecha
Berlín se prepara para la ultraderecha
Los sondeos anticipan que los eurófobos de Alternativa para Alemania llegarán por primera vez al parlamento regional en los comicios de hoy. El partido de Merkel sufrirá otro desplome.
Los sondeos anticipan que los eurófobos de Alternativa para Alemania llegarán por primera vez al parlamento regional en los comicios de hoy. El partido de Merkel sufrirá otro desplome.
Las elecciones regionales que se celebran hoy en Berlín podrían suponer la segunda bofetada política en dos semanas para Angela Merkel. Tras la amarga derrota de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU), frente al partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD) el 4 de septiembre en Mecklemburgo Antepomerania, todo apunta a que la CDU formará parte de la oposición en el parlamento berlinés tras las elecciones de hoy.
Aunque AfD no logrará tan buenos resultados como lo ha hecho en otras regiones, las encuestas vaticinan que entrará en el parlamento berlinés por primera vez en la historia y seguirá, con ello, adentrándose en la vida pública. Según la encuesta del instituto Forsa publicada ayer, el discurso antiinmigración de este partido le permitirá reunir el 15% de los votos. Este alto pronóstico resulta muy significativo en la capital, que presume de ser ejemplo europeo de multiculturalidad, hogar de un millón de extranjeros y con una tradición política fundamentalmente progresista, que tiene en su Gobierno al partido socialdemócrata (SPD) desde hace 15 años. La irrupción de AfD, el primer partido populista de derecha que forma parte de la escena política desde la Segunda Guerra Mundial, resulta altamente simbólica a nivel nacional. Un hecho que ha desatado las preocupaciones del actual alcalde de Berlín, el socialdemócrata Michael Müller, para quien «un resultado de dos cifras de AfD será percibido en el mundo entero como un signo de renacimiento de la extrema derecha y la Alemania nazi». No obstante, aunque la crisis de los refugiados continúe marcando la agenda nacional, no parece que AfD vaya a lograr las cifras obtenidas en otras regiones, como el 24,3% en Sajonia-Anhalt o el 20,8% en Mecklemburgo. Hoy se disputará el cuarto puesto con la izquierda.
Los sondeos apuntan a que serán nuevamente los socialdemócratas quienes repitan como el partido más votado, aunque con pérdidas –hoy sólo conseguirían 22%, frente al 28,3% de hace cinco años–. Según Müller, podrían mostrarse favorables a pactos con Los Verdes y La Izquierda, que conseguirían un 16 y 15% respectivamente. El gran perdedor de esta batalla electoral sería la CDU, que sólo obtendría un 18%, 5,5 puntos menos que en los últimos comicios. Ante estos resultados, el SPD ha manifestado su voluntad de dar la espalda al que ha sido su socio en el parlamento de Berlín durante los últimos años. El paso de la CDU a la oposición está visto como una nueva humillación para Merkel, que ha visto cómo sus índices de popularidad se desplomaban a niveles históricos por su postura en la crisis migratoria. Algunos analistas políticos observan, sin embargo, que la canciller se está alejando de su inicial política de asilo a medida que se aproximan las elecciones federales del año que viene.
El pasado sábado, la líder alemana renunció públicamente a seguir defendiendo el lema de su política de puertas abiertas («Podemos conseguirlo»). «A veces pienso que esta frase resulta un poco exagerada», dijo. Si ha habido un tema que ha dominado esta campaña ha sido el de la seguridad, un punto muy sensible para la opinión pública alemana. Las elecciones de hoy tienen una dimensión simbólica particular. Los bajos resultados previstos de la CDU serán considerados una nueva demostración del voto de castigo a la canciller por su política de asilo en un país que ya ha acogido a 1,8 millones de refugiados.
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