Vino
El vino que marida con Paganini
Hace dos semanas tuve el placer de asistir al primer concierto ‘En Clave de Vinos’ en las Bodegas Protos. Consistía en un recital de violín solo por parte de mi hermana la violinista Elena Mikhailova.
En el corazón de Peñafiel y en el interior de la nueva bodega Protos diseñada por Richar Rogers, Paganini recobraba vida a través del violín de Elena. Podía encajar con este tipo de música un buen sangiovese de La Toscana, pero Protos sin duda equilibraba la música con gusto y armonía.
Fue una gran experiencia. Mezclar música con vino es una experiencia sensorial que va más allá si se saborean, y nunca mejor dicho, ambas actividades por separado.
Los asistentes tuvieron la oportunidad de visitar todas las bodegas (yo ya lo hice hace unos meses y escribí aquí de ello) y disfrutar de 50 minutos exclusivos de acordes, pizzicatos y demás técnicas propias del compositor italiano como colofón al evento. De los 24 caprichos, Elena optó por 12 y añadió uno más, el suyo propio, inspirado en el italiano, regalando de propina ‘Asturias’ de Isaac Albéniz.
Elena aprovechó para lucir uno de los últimos vestidos de Agatha Ruiz de la Prada de lentejuelas color rojo, que contrataba muy bien con el marrón de las barricas de las bodegas.
Catamos tres vinos. Uno tinto, 100% tempranillo, de Ribera de Duero, un vino correcto, seguro y eficaz; un vino blanco, 100% verdejo, de Rueda, vino fresco, ligero y sensual; y la gran sorpresa que desconocía: un rosado de Protos. Maravilloso. En lenguaje de emociones lo definiría como coqueto, divertido y diferente.
Fue una auténtica mezcla de sabores, de emociones, sensaciones en las que los 5 sentidos entran en juego. El oído, el paladar, el olfato, la vista... Mis felicitaciones a Fernando Villalba, director de comunicación, por emprender este tipo de acciones y a a todo el equipo (enólogos, marketing, etc.) de Protos que fusionan el arte de la música y de la enología de esta manera.
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