Gastronomía
Tartita de calabacín con aromas orientales
Esta tartita de hoy es de la familia de la muy conocida “Carrot Cake” o Tarta de zanahoria. La utilización de un vegetal como ingrediente principal les confiere un aura diferente. Son sabrosas, jugosas y sanas. En este caso, con la utilización del calabacín también conseguimos una humedad muy agradable.
Los aromas que utilizo hoy (canela, clavo y nuez moscada) son potentes aunque embriagadores. Le confieren a esta tartita una delicadez muy especial. Estas especias ya se encuentran fácilmente en cualquier parte del mundo, aunque hubo un tiempo que eran muy buscadas y de mucho valor.
INGREDIENTES ( 6 personas)
350 gr. de calabacín
350 gr. de azúcar de caña
250 gr. de aceite
4 huevos grandes
300 gr. de harina integral
½ c.c. de nuez moscada
¼ c.c. de clavo molido
2 c.c. de canela molida
Un pellizco de sal
20 grs. de levadura química
c.c.= cucharada de café
ELABORACION
Precalentar el horno a 180º.
Untar un molde redondo de unos 26 cm. de diámetro con aceite y espolvorear con harina.
Lavar el calabacín.
Rallar el calabacín con un rallador fino.
Colocar en un bol el calabacín rallado, los huevos cascados, el azúcar de caña, el aceite, la sal, y las especias (canela, clavo y nuez moscada). Mezclar muy bien con unas varillas.
Mezclar la harina integral con la levadura.
Unir las dos mezclas. Batir bien.
Colocar la mezcla resultante en el molde preparado.
Hornear durante unos 45 minutos a 180º.
Comprueba la cocción en ese momento, hincando un palillo en el bizcocho. Si sale seco puedes retirar el bizcocho del horno. Si aún te sale húmedo, déjalo unos minutos más.
Sacar del molde. Dejar enfriar.
Salsa de chocolate blanco y negro
Coloca en un bol unos trozos de chocolate blanco junto con un poco de leche de almendra. Calienta en el microondas durante 1 minuto. Remueve y sigue 1 minuto más.
Ralla un poco de chocolate negro puro. Espolvorea sobre la salsa de chocolate blanco. Listo.
MORDISQUITOS
En lugar de untar el molde con aceite puedes hacerlo o bien con mantequilla y harina, o colocando un trozo de papel de horno. La cuestión es que no se te pegue el bizcocho.
El aceite que utilices que no sea muy fuerte de sabor para que no distorsiones la receta. Mejor aceites neutros o uno de oliva suave. No utilices aceite de oliva virgen.
Fíjate bien en la foto el resultado de la caramelización del calabacín junto con el azúcar de caña, es fantástico.
Al utilizar la harina integral y el azúcar de caña, el bizcocho queda muy oscuro y poco “fotogénico”. Podría haberlo “escondido” con glaseados potentes, pero me apetecía que vieras mejor el resultado.
No relleno la tarta ya que considero que tiene suficiente personalidad por ella sola. Si te apetece rellenarla con alguna mermelada o mezclas de quesos, no te cortes.
Puedes glasear con infinidad de mezclas, incluso espolvorea únicamente con azúcar glasee. Te quedará estupendo.
La salsa de chocolate blanco es tan sencilla que hasta me da vergüenza ponerla en esta receta. Esto es cocina sencilla, divertida y sana. ¿Para qué complicarnos la vida?. Puedes hacer la variante de que la salsa sea de chocolate negro y las ralladuras de chocolate blanco. Fíjate que al añadir a la salsa de chocolate blanco el chocolate negro “rallado” se producen unas “aguas” muy divertidas, además el chocolate negro no se acaba de deshacer se consigue un toque crujiente interesante.
La salsa que ves en la foto de color anaranjado es una crema de zanahoria a la que le he añadido un poco de azúcar. Le va de muerte a este bizcocho.
Indudablemente, el espesor de las salsas irá a tu gusto. Yo, en este caso, las prefiero más fluidas, aunque si quieres conseguir que se “peguen” más a la tarta, dales más consistencia. Es tu cocina. Es tu espacio. Da rienda suelta a tu imaginación. Diviértete.
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