Catástrofes y Accidentes
Cómo reaccionar ante un incendio si te encuentras al volante
Los incendios forestales, lamentablemente, no nos sorprenden cuando aparecen en verano. Según datos del Ministerio del Medio Ambiente, el 3% de los fuegos son ocasionados por colillas mal apagadas que los conductores lanzan en zonas de alto riesgo de incendio (bosques, campos, etc.). A esta acción, por cierto, se le aplica una multa de 200 € y la pérdida de cuatro puntos del carnet de conducir.
Este fenómeno – de la naturaleza o provocado por el ser humano – supone un alto riesgo para las personas que, a menudo, se los encuentran al volante. En el caso de ser testigo del inicio de un incendio, lo primero que hay que hacer es ponerse en contacto con emergencias (112), o la Guardia Civil (062), indicándoles la ubicación y hacia qué dirección se propaga el fuego. Ahora bien, cuando las llamas te sorprenden durante la conducción y solo te encuentras a escasos metros de ellas, surge la pregunta del millón:
¿Qué hacer en caso de incendio?
Mantener la calma, informarse y no realizar maniobras bruscas: aunque puede resultar de Perogrullo, permanecer tranquilo resulta fundamental. Los nervios no son buenos en ningún caso, y menos, si nos encontramos al volante. Acto seguido, ponerse en contacto con los servicios de emergencia, quienes se encargarán de informarnos si se puede continuar por esa misma carretera y, en caso de no ser transitable, realizar las maniobras oportunas procurando mantener la seguridad.
Encender el faro y las luces de emergencia: a pesar de que las propias llamas ya generan una luminosidad superior, y los focos – en este caso – incrementan la dificultad de visibilidad, resulta muy útil no solo para advertir a los demás conductores, también permitirá que nos localicen. Si el humo inunda la vía pero el incendio es lejano, recomendamos conducir igual que en caso de niebla.
Llevar en el coche botellas de agua y el teléfono bien cargado: este consejo no solo es apto para esta situación, sino que es aplicable siempre. Cuando se emprende un viaje, los imprevistos y altercados pueden surgir en cualquier momento, por lo que contar con agua para mantenerse hidratado, así como disponer de la suficiente batería del móvil para llamar a emergencias resulta fundamental.
Reducir la velocidad y mantener la distancia de seguridad: una vez se ha aminorado la marcha, se debe esperar a que el humo se disipe para, a continuación, buscar un lugar seguro en el que parar y abandonar el coche. En CEA creemos que es mejor que dicha zona no tenga riesgo de propagación, y una vez a salvo llamar a los servicios de emergencia urgentemente.
Seguir las instrucciones de los servicios de emergencia: una de las limitaciones por las que estamos sujetos, al permanecer en el coche, es el desconocimiento sobre la dimensión y dirección del fuego. En el momento en que aparezcan los policías y bomberos es imprescindible hacer caso de cualquier indicación que puedan proporcionar. Discutir o incluso tomarse la justicia por cuenta propia, puede costarte la vida.
Evitar el foco de fuego. Grábatelo a fuego en la cabeza: ¡No atravesar las llamas con el coche! Un vehículo, además de estar repleto de sustancias inflamables (principalmente el combustible), puede soportar una determinada temperatura. El problema es que no se sabe con exactitud cuál es dicho límite.
Los servicios de CEAte protegen a ti y a tu familia las 24 horas. ¡Hazte sociopor sólo 5 € al mes!. Y si eres empresa también tenemos los servicios que necesitas. Llámanos al 91 557 68 01 o te llamamos.
Desde CEA esperamos que nunca lleguéis a necesitar estos consejos, pues eso significará que esta situación no formará parte de vuestras experiencias de vida. Aun así, como consejo final, lo más importante ante este tipo de circunstancias es actuar con rapidez y poner toda la atención en escapar del fuego.
Rosa María García Álvarez
Directora de Comunicación y Relaciones Institucionales
✕
Accede a tu cuenta para comentar