Demos paso al futuro

Si he dedicado en diversas ocasiones mis entradas de este blog a conmemoraciones importantes de carácter internacional, no podía saltarme el día dedicado a la Infancia, un día, cuanto menos, especial. Recordar los derechos de los niños, en su Día Universal me parece de justicia en una sociedad que muchas veces no recuerda que ellos tienen voz, una sincera y espontánea voz, que debe ser escuchada por todos y no debe quedarse en el mundo de lo invisible.

En el Pleno Infantil que realizamos anualmente en el Ayuntamiento de Madrid, se celebró el pasado día 20 de Noviembre, hemos tenido la ocasión de escuchar a muchos menores de nuestra ciudad, nos hemos acercado a sus problemáticas, a sus anhelos, a sus deseos. Fueron niños y niñas que habitan siete de los 21 distritos de nuestra ciudad y sorprende oír sus mensajes que no solo se centran en sí mismos, sino también en los más necesitados, muestra de su generosidad es querer facilitar la vida al resto de las personas, en una ciudad como la nuestra, pensada en general para adultos en plena forma y que no tiene en cuenta las dificultades que puedan tener los niños, las personas mayores o las personas con discapacidad. Cierto es que se está avanzando mucho en este tipo de cuestiones, aun así, lo que me quedó claro después del Pleno es que no a la velocidad que se requiere. Los niños quieren participar, quieren ser independientes, ayudar a otras personas, hay bondad tras esas sonrisas ilusionadas. No puedo más que agradecer la alegría que transmiten cuando cuentan lo que necesitan y como nos observan a los políticos cuando hablamos no sin cierto recelo., “Confiamos en que nos escuchéis y que nos hagáis caso” nos decían.

Existe una realidad, La Convención de los Derechos del Niño es el Tratado más ratificado de la historia pero aún hoy es necesario conmemorarlo de manera universal. No me cabe duda que desde su aprobación en 1989 se han producido grandes avances pero es muy necesario seguir defendiendolos, incluso en los países más desarrollados. El compromisopolítico es indispensable para que sus derechos no sean nunca vulnerados. Todavía existen en el mundo 58 millones de niños y niñas sin escolarizar, menores invisibles, no censados, matrimonios forzados antes de cumplir los dieciocho años y lo que es todavía peor tráfico de menores por parte de las mafias internacionales. No debemos admitir que la infancia sea ignorada.

Obviamente las demandas de los niños madrileños son muy diferentes gracias a la situación económica y social de nuestra Región. Aun así reclaman más atención, mejores instalaciones para ellos, más limpieza, más seguridad en las calles. En pocas palabras, reclaman mayor libertad para moverse y encontrarse con sus iguales con los que también en ocasiones tienen serios conflictos, fijémonos en el problema del acoso escolar, el temido “bullying”.

Los adultos no debemos olvidar los cuatro pilares fundamentales, a mi juicio: El interés superior del menor, el derecho a la vida, la no discriminación y su participación como miembros activos, cuestión clave para la sociedad. Una participación libre de toda influencia y manipulación. No se trata de dirigir su palabra y pensamiento desde el mundo de los adultos se trata de conseguir mensajes elaborados en libertad. Claro está que deberíamos construir una opinión informada en nuestros menores, cuestión que entiendo no es tarea fácil.

Pese a todo, hay esperanza, lo he visto en los ojos brillantes e ilusionados de todos los niños representantes de la infancia madrileña en el Pleno. Eran niños dispuestos a mejorar, formarse, ayudar. Si brillan así, queda un rayito de esperanza, la sociedad puede cambiar, ¿estamos preparados también nosotros para conseguirlo? Desde luego los Ayuntamientos deben estarlo y adaptarse a las necesidades de sus habitantes menores según la situación en la que se encuentren y siempre diagnosticando la realidad que les rodea.

Termino enlazando con el otro día importante de Noviembre el de la Luchacontra la violencia ejercida contra las mujeres de la que hablé la semana pasada. No olvidemos que en esta tragedia también hay menores víctimas. Solo en España hemos tenido en lo que va de año 7 asesinados y 22 que han quedado huérfanos. Si añadimos a estos todos aquellos que tenemos en nuestro entorno víctimas de explotación sexual, trabajadores forzados, víctimas de violencias familiares, entenderemos por qué es necesario conmemorar el Día Universal de los Derechos del Niño.