Nacionalismo
El sectarismo del Síndico
En las pasadas elecciones municipales de 2015, Ciudadanos logró por primera vez representación en el Ayuntamiento de Lleida (la Paeria). Con cuatro concejales de veintisiete y un partido socialista en minoría con ocho, Ciudadanos se convirtió en pieza clave para poder llevar a cabo la gobernanza de la ciudad. Fruto de ello fue el acuerdo en las negociaciones del cartapacio, donde entre otros asuntos se puso sobre la mesa que la Paeria no se suscribiera a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) o que se hicieran rebajas en la plusvalía. En este sentido, se firmó y cito textualmente “la actualización del reglamento de usos lingüísticos actualmente vigente de acuerdo con el principio de cooficialidad conforme a las leyes vigentes y las diferentes resoluciones judiciales.”
Como se podrán imaginar, los grupos políticos, asociaciones culturales y prensa afín al nacionalismo pusieron el grito en el cielo y organizaron manifestaciones, mociones y protestas varias, porque lo del bilingüismo les provoca sarpullido. Tan es así, que CiU, ERC y Crida-Cup se fueron a ver al Síndic de Greuges, lo que viene siendo un Defensor del Pueblo, que en ámbito catalán es el “Síndico de Agravios”, con un listado de intolerables ataques al catalán.
El Reglamento de Usos Lingüísticos, (RUL) de la Paeria fue modificado con el fin de retirar el “uso preferencial” del catalán, ya que en su momento el RUL de la Diputación de Lleida fue tumbado por el TSJC y ratificado por el Supremo.
Pues el Sr. Síndico Rafael Ribó, personaje pintoresco donde los haya, no solamente admitió la denuncia, sino que, además, se ha despachado con una resolución sectaria como pocas. Ante las quejas de que se enviaban comunicaciones de oficio de forma, ¡oh horror!, bilingüe a los ciudadanos y que además se rotulaban las señales de tráfico también, ¡oh pavor!, de forma bilingüe, ha sentenciado que las notificaciones sean en catalán, salvo que se pidan expresamente, y las señales solo bilingües cuando haya indefensión porque no se entienda, cosa que solo sucede cuando “la proximidad lingüística de los términos empleados con los correlativos de la lengua castellana no permita descifrar el sentido de la inscripción.” O lo que es lo mismo, que “carga/descarga” y “càrrega/descàrrega” se parecen tanto, que de rotular bilingüe nada de nada.
La ridiculez del argumento es directamente proporcional al odio al uso del castellano en la administración por parte de este personaje y partidos políticos nacionalistas. No desean el fomento del catalán, tan solo anhelan el absoluto destierro del castellano para poder hacer realidad lo de “un pueblo, una lengua, una nación”...
Tan sólo hubiera deseado una cosa en todo este sainete... Que el Sr. defensor de la parte de la ciudadanía que a él le gusta, hubiera tenido el detalle de ponerse en contacto con nosotros.
Así le hubiera podido decir a la cara “Sr Ribó es Ud un sectario/sectari impresentable/impresentable”.
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